Como no se pensaba reabrieron nuevos centros de vacunación y de “testing” por las nuevas cepas del Covid-19 que ya han comenzado a atacar a cierta población, no sólo en Miami, sino en otras partes del Condado Miami Dade.

Lo único que se ha descartado en torno a cierta preocupación entre la gente, es que estas nuevas variantes no atacan tan peligrosamente como en los inicios de la pandemia del Covid-19 y los afectados, solo sienten dolores de cabeza, fiebre o dolores musculares, pero sin necesidad de hospitalización.

 La doctora Nancy Ávila explicó que los virus cambian o mutan cepas constantemente y se espera que las nuevas variantes del virus ocurran con el tiempo. A veces surgen nuevas variantes y desaparecen enseguida. Otras veces, surgen y persisten nuevas variantes.

Algunas variantes del COVID-19, incluyendo las variantes Delta y Ómicron, pueden propagarse más rápido que las variantes previas, según la galeno. Se espera que las vacunas contra el COVID-19 protejan ante enfermedades graves, hospitalizaciones, y muerte debido a la infección por la variante Ómicron. Con otras variantes, como la Delta, las vacunas han sido efectivas en la prevención de enfermedades graves, hospitalizaciones y muerte. La reciente aparición de Ómicron deja bien claro la importancia de la vacunación y las dosis de refuerzo. Las dosis de refuerzo proporcionan una protección esencial frente al virus.

Ahora se está haciendo un seguimiento continuo de las variantes que están presentes actualmente en los Estados Unidos y siguiendo de cerca la información sobre las nuevas variantes, incluyendo la variante Ómicron.

La variante Ómicron fue clasificada como “variante de preocupación” por la Organización Mundial de la Salud en noviembre del 2021. Se propaga con mayor facilidad que el virus original que causa el COVID-19 y la variante Delta.

Los datos preliminares sugieren que las infecciones por la variante Ómicron suelen ser más leves, pero algunas personas pueden enfermarse gravemente, necesitar hospitalización e incluso morir a causa de la infección.

Si bien solo un porcentaje mínimo de personas con infección por la variante Ómicron necesita ser hospitalizado, el aumento de casos podría saturar el sistema de atención médica, por eso es importante tomar medidas para protegerse.

Las víctimas de una nueva variante del coronavirus de propagación rápida, detectada por primera vez en el Reino Unido, presentan más síntomas en general que los infectados por la cepa original del virus, según una nueva investigación.

Las personas que dan positivo a la variante son más propensas a padecer tos persistente, cansancio, dolores musculares, dolor de garganta y fiebre en comparación con las que tienen la cepa original.

Curiosamente, los pacientes infectados con la variante eran significativamente menos propensos a reportar una pérdida del sentido del gusto u olfato, que está entre los síntomas más inusuales del coronavirus.

La doctora Ávila aseguró que no es de extrañar que una nueva variante cause síntomas algo diferentes.

“Las variantes tienen cambios en su código genético que harán que las proteínas se construyan de forma diferente, y eso puede cambiar la forma en que el virus interactúa con el cuerpo”.

Explicó que la variante que se detectó por primera vez en septiembre en el Reino Unido, conocida como B.1.1.7, se ha propagado rápidamente por todo el mundo. Está circulando en al menos 28 estados de EE.UU.

Los estudios demuestran que es entre un 40% y un 70% más contagiosa que la cepa original del coronavirus. Puede convertirse en la cepa dominante en EE.UU. para agosto, dijo la doctora, quien recalcó que la tos fue el síntoma más común entre los infectados con la nueva variante.

“Hasta cuando sea posible nos vamos a cuidar de las nuevas cepas del Covid-19”, afirmó José Caruci, quien asistió a un centro de

vacunación para ponerse un nuevo refuerzo contra los nuevas cepas que están apareciendo en Miami.