MISS COLOMBIA MISS UNIVERSO

Written by Libre Online

18 de noviembre de 2025

Por REGINO MARTIN (1958)

A propósito del concurso Miss Universo que se celebra por estos días LIBRE, trae a sus páginas un reportaje de 1958 sobre el prestigioso concurso de belleza y en el que representaba a la isla, la señorita Arminia Pérez González, Miss Cuba.

A medida que se acercaba el momento culminante, crecía la tensión en Long Beach, entre las mujeres más bellas de la tierra que viajaron hasta los Estados Unidos para aspirar al codiciado título de Miss Universo.

Pero ya en la madrugada del sábado, cuando se dio a conocer el veredicto del jurado favorable a Luz Marina Zuloaga, “Miss Colombia”, la mayoría de los espectadores fue sorprendida porque se consideraba favoritas para el título de “Mis Universo”, a las-señoritas Estados Unidos y Polonia.

Luz Marina Zuloaga, tiene 19 años y es una estudiante de Manizales, en el departamento de Caldas, Colombia. Mide cinco pies cuatro pulgadas de alto, 35 y medio de busto, 23 y medio de cintura y 35 y medio de caderas. Pesa sólo 116 libras.

La nueva “Miss Universo”, que ganó la batalla de la belleza mundial frente a 79 poderosas contrincantes, es una muchacha de gran elegancia y andar muy distinguido. Muy aficionada a los deportes, juega al tenis y monta a caballo.

Los siguientes lugares, fueron ocupados en este orden:

Segundo puesto: Miss Brasil, señorita Adalgisa Colombo, de 18 años.

Tercero: Miss Hawaii, Geri Hoo, de 18 años, de Honolulú.

Cuarto: Miss Estados Unidos, Eurlyne Howell, de 18 años, de Louisiana.

Y quinto: Miss Polonia, Alicia Browska, de 22 años, natural de Krakovia.

Miss Brasil, Adalgisa Colombo, que alcanzó el segundo lugar en el reñido concurso, es una pulgada más alta que Miss Universo. Sus medidas son 35-24-35 y pesa 123 libras. Tiene el cabello negro y es de una pálida belleza clásica.

En vísperas de la gran prueba, los nervios alcanzaban también a los nueve jueces del concurso.

Alberto Vega, famoso dibujante de muchachas de almanaques, predijo, en efecto, que tanto él como sus compañeros de jurado “tendrían la más dura tarea hasta ahora en la designación de 15 finalistas hoy (jueves) y la ganadora mañana”.

Sin embargo, algunos periodistas encargados de reportar el certamen mencionaban como favoritas a la corona universal a las señoritas Polonia, Alemania, Holanda, Bélgica, Cuba y Dinamarca. De este modo, nuestra bellísima compatriota, Arminia Pérez González, veinticuatro horas antes de la selección, era señalada con probabilidades de triunfo.

Pero todos los observadores e, incluso, muchas de las bellezas concursantes, estaban de acuerdo en que la estupenda Eurlyne Howell, de Luisiana, “Miss Estados Unidos”, constituía una “seria amenaza”.

— ¡Tiene modales tan de dama, parece que flota en el aire! —dijo gentilmente, de su formidable contrincante, Elvira Leticia Risser, una encantadora trigueña, que llevó a la famosa playa norteamericana, la más genuina expresión de la belleza de la mujer mexicana.

Por su parte, Adalgisa Columbo, Miss Brasil, que exhibe una poderosa cabellera negra, observó que las cinco finalistas de Estados Unidos, para representar a esa gran nación amiga, eran rubias. 

Parece –expresó– que nosotras las latinas tendremos que luchar mucho contra las hermosas rubias norteamericanas y todas esas bellas rubias europeas.

En realidad, antes de conocerse el severo veredicto de los jueces, ya se daba por descontado el clamoroso triunfo de la espigada Eurlyne Howell, “Miss Estados Unidos”.

–Esta primorosa criatura de ojos azules, decían los comentarios, recuerda por su estampa a la princesa Grace de Mónaco.

–Eurlyne es una chica verdaderamente bella y se merece el título. Creo que será una fuerte competidora en el certamen de Miss Universo, exclamó entusiasmada Corine Rottschaser, Miss Holanda, que era considerada por los expertos como otra de las muchachas que darían la batalla hasta el final.

Mientras tanto, la polaca Alicia Browska, que atravesó la Cortina de Hierro para representar en Long Beach a su patria, también hizo elogio de Miss Estados Unidos.

–Estaba segura de que obtendría el título, aseguró. Lo sabía desde el principio. Posee gran encanto y aplomo.

En el coro de voces admiradas, discrepó la formidable Monique Boalinguez, Miss Francia.

–No tiene las piernas suficientemente derechas y además son muy delgadas, observó con sarcástico escepticismo.

Aspiraban 79 bellezas

Hasta el día 17, pocas horas antes de iniciarse el famoso concurso internacional de belleza, se habían inscripto 79 muchachas de todos los rincones de la tierra. El reglamento del certamen fue modificado con la finalidad de evitar los problemas que se presentaron el año pasado, cuando una ganadora resultó estar casada y la otra no tenía la edad requerida.

Las naciones que se hicieron representar en Long Beach, son las siguientes: Alaska (todavía considerada como otro país en los Estados Unidos, porque no ha sido ratificada como estado de la Unión), Argentina, Australia, Bélgica, Guyana Británica, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dinamarca, Ecuador, Inglaterra, Francia, Alemania, Grecia, Guatemala, Hawái, Holanda, Israel, Italia, Japón, Corea, México, Noruega, Paraguay, Perú, Polonia, Singapur, Surinam, Suecia, Estados Unidos, Uruguay, Venezuela, Indias Occidentales y Brasil.

En cuanto al reglamento, este año (1958) funcionó mucho mejor, el año pasado el espectáculo terminó en caos, debido a unas cuantas mentirillas que se dijeron. 

Como se recordará, Mary Leona Gage Ennis, obtuvo el título de “Miss Estados Unidos”, pero hubo que quitárselo cuando los funcionarios del concurso descubrieron que había violado las reglas. La bella joven, en efecto estaba casada, y nada menos que por segunda vez.

Ya se había aclarado un poco la situación embarazosa que siguió a ese sensacional descubrimiento, cuando los mismos asombrados funcionarios fueron requeridos minutos antes de la celebración del baile de la coronación para recibir otra noticia desconcertante: Gladys Zender, de Perú, que había ganado el título “Miss Universo”, contaba solo 17 primaveras y el reglamento exigía 18.

El nuevo “descubrimiento” causó consternación en el jurado, pero ya era demasiado tarde para rectificar y así fue que la señorita Zender fue ratificada en el trono, fuera de la ley.

Este año, el director Oscar Meinhardt, declaró enfáticamente que una situación anómala como esa, no volvería a presentarse. Para hacer válidas sus palabras contaba, por supuesto, con la nueva reglamentación que efectivamente, funcionó con eficacia en el caso de la lindísima señorita Eugenia María Valverde, “Miss Costa Rica”, cuando ella confesó, anegada en lágrimas que era demasiado joven, 17 años, para aspirar al título de “Miss Universo”.

La señorita Valverde declaró que ella no leyó las reglas del concurso hasta que llegó a los Estados Unidos. Rompió en llanto en presencia de Meinhardt.

–Lo siento–añadió entre sollozos–, pero no puedo competir, soy demasiado joven. Yo nací el 8 de octubre de 1940 y las reglas de ustedes dicen que debía haber nacido antes del primero de julio.

Por su parte Mainhardt culpó a los auspiciadores de la joven. 

–La culpa no es suya–dijo el director del certamen—. La culpa es de sus auspiciadores, que debieron haberlo sabido. Usted merece que se le elogie por su honradez. Usted da prestigio a su patria.

A “Miss Costa Rica” se le permitió participar en todos los actos del concurso, excepto en el de la elección de Miss Universo.

Comienza la batalla

Antes de trasladarse a Long Beach, las bellezas internacionales fueron muy agasajadas en Nueva York y luego llevadas a la Meca del Cine en Hollywood.

Las jóvenes fueron obsequiadas con un almuerzo de gala en los estudios de la Metro y posaron para fotografías en compañía de actores como Paul Newman, Robert Wagner y Pat Boone. En años anteriores, se daba automáticamente contratos para actuar en el cine a la ganadora del título “Miss Universo” y a las dos jóvenes clasificadas en segundo y tercer lugares del Concurso, pero éste ha sido el segundo año que se omite el premio del contrato.

La razón es simple. La Universal International, una de las empresas patrocinadoras del certamen se retiró del mismo el año pasado y fue reemplazada por la compañía de cosméticos Max Factor. Desde entonces, ninguna otra compañía cinematográfica se ha ofrecido a dar a las concursantes la oportunidad de trabajar en el cine.

Directores de la Universal explicaron, por otra parte, que los concursos en el pasado habían demostrado que no siempre la belleza y la habilidad histriónica o hasta la personalidad, van juntas. Citaron como ejemplo que de todas las Miss Universo del pasado, la única que sigue en el cine, con posibilidades de llegar a ser actriz de reparto, es Myrna Hansen. Las demás tuvieron más éxito en el casamiento, como Miss Universo 1957 Hollevi Rombi, de Suecia, que contrajo matrimonio con el millonario hotelero David Schine.

Los primeros premios del concurso fueron conferidos en la noche del día veintitrés. Pero las competidoras latinoamericanas no conquistaron ninguno.

También fueron elegidas las 15 finalistas del contingente norteamericano para disputar el título “Miss Universo”, que fue otorgado, como ya se sabe, a Eurlyne Howell.

Los premios conferidos fueron el trofeo a la chica “más fotogénica” del -certamen, creado por los fotógrafos que documentan el torneo y el trofeo a la chica “más popular”, que es asignado por los aplausos, no siempre expertos, de la concurrencia.

La muchacha más fotogénica resultó ser Miss Holanda, Corine Rottsschaser, de 20 años; la más popular fue “Miss Australia”, Astrid Linhold, también de 20 abriles.

Un reportaje de la AP decía que, a veces, el concurso parecía “una Torre de Babel” y que la “barrera del lenguaje” podía ocasionar dificultades.

Algunas de las muchachas aseguraban que Miss Japón, Tomoko Mirotake, estaba muy preocupada por el pequeño discurso que tendría que pronunciar en la ceremonia de inauguración la noche del sábado. Sentía intensamente el no poder comunicarse con otros.

Anfitrionas de las concursantes declaraban también que “el aislamiento comunicativo estaba agravando casos de nostalgia” entre las bellas concursantes.

Por ejemplo, la señorita Italia, Clara Cappola, era víctima de la “añoranza” y sus compañeras creían que era debido a que se veía “confinada en gran medida por el idioma”.

Miss Polonia, Alicia Browska, apenas podía hablar con alguien que no fuese su anfitrión. Pero se trataba de una joven vivaz y su “espíritu se presentaba incólume”. Reía mucho e intentaba comunicarse con unas “cuantas frases en un inglés pésimo”.

Sin embargo, muchas de las muchachas extranjeras, hablaban suficiente inglés. Miss Holanda, “la sofisticada Corine Rottschaser, según el cable, se expresaba muy bien. Es una atractiva rubia, modelo de modas en Ámsterdam, que trabaja en las grandes ciudades de Europa. En su ropero llevaba “el saco”, el “trapecio”, la “chemise” e, inclusive, el “balón”.

—Creo que están un poco retrasados aquí con el saco—comentó—. En Europa fue la moda del año pasado.

Añadió que ella siempre prefería los “vestidos más clásicos, el tipo que puede usarse de año en año”.

Otra modelo era Miss Bélgica, Liliane Tealmans, de Bruselas. Habla algo el inglés y mencionó tener novio en el Ejército.

Arminia Pérez González, Miss Cuba, se defendía “bien con el inglés, pues tiene un profesor en Cuba”, según la A.P. Dijo que se le había ofrecido un papel cinematográfico, pero que lo había rechazado para venir a la competencia de Miss Universo.

Miss Alemania, Markies Jungbhrens, de dulce hablar, está estudiando. La linda rubia de Garmish trabaja de secretaria y recepcionista en un hotel, para costear sus lecciones de arte dramático.

En víspera de la gran prueba, las aspirantes latinoamericanas abrigaban esperanzas de que alguna de ellas conquistara el título Miss Universo de este año.

La descalificada María Valverde, de Costa Rica, declaró: “Si la belleza tiene importancia para ganar el concurso, creo que una de las chicas latinoamericanas lo hará. Pero vamos a tener mucha competencia de algunas de las jóvenes como Miss Hawái, Miss Holanda, Miss Alemania y algunas de las chicas norteamericanas”.

Adalgisa Colombo, Miss Brasil, manifestó: “Es muy posible que una de nosotras se lleve el título. Pero, aunque no lo logre, no creo equivocarme al decir que todas hemos tenido momentos estupendos y hermosos trabando amistades maravillosas.

“Por nada del mundo me hubiera perdido esto. Es una pena que cada año no tengan la misma oportunidad más chicas”.

Arminia Pérez González, nuestra compatriota, expresó: “Me gustaría ganar el concurso y también me agradaría recibir de Hollywood un ofrecimiento para trabajar en el cine”.

La bella Ida Piere, Miss Venezuela, que llegó a última hora a Long Beach, durmió profundamente, hasta bien entrada la mañana del día 18, mientras sus adversarias se levantaban temprano para comenzar “el día más agotador del concurso”, el de la inauguración.

Durante una buena parte de la mañana, la identidad de la recién llegada fue para muchos un misterio. Por fin, Miss Venezuela apareció deslumbrante en público con sus bien proporcionadas credenciales de belleza de su hermoso país.

La selección de Miss Universo

La selección de Miss Universo, se produjo, con cierto retraso, en la madrugada del sábado. En la primera vuelta, cuatro bellezas latinoamericanas fueron seleccionadas entre las 15 semi-finalistas y en esa ocasión fue eliminada nuestra compatriota Arminia Pérez González.

Brasil, Chile, Colombia y Perú, quedaron incluidas en el grupo de felices semifinalistas, al lado de las señoritas que representaban a Estados Unidos, Dinamarca, Alemania. Grecia, Hawái, Holanda, Israel, Japón, Polonia, Surinam y Suecia. Más de cuatro mil espectadores presenciaron, admirados, la lujosa ceremonia de la selección durante la cual las 35 aspirantes a la corona del mundo fueron examinadas exhaustivamente por los asombrados jueces del singular certamen.

Adalgisa Colombo, de Brasil; Raquel Moñina, de Chile; Luz Marina Zuloaga, de Colombia y Beatriz Bolavarte de Perú, tuvieron la suerte de llegar hasta el último minuto del certamen.

Poco antes de la selección del grupo semifinalista, Alicia Vallejo, de Ecuador, quedó en segundo lugar en el concurso de la cordialidad que ganó la japonesa Tomoko Mirotake.

La ceremonia decisiva del sábado se inició con retraso debido a que las reinas llegaron tarde al teatro. Sus vestidos eran tan voluminosos que tuvieron que viajar de dos en dos en cada auto.

Terminado el acto y caído el telón, se dio rienda suelta a la emoción y al llanto de las candidatas. Unas lloraban de desilusión, otras de pena y algunas, quizás, de rabia.

Miss Paraguay, Graciela Scorza, lloró tanto que su dama de compañía tuvo que darle varios vasos de agua para tranquilizarla. La señorita México, Elvira Risser, tampoco pudo ocultar su femenino desencanto y lloró amargamente.

En cambio, la flemática británica, expresó: “Yo no veo por qué lloran. Creo que debemos tomar las cosas deportivamente”.

La señorita Cuba, Arminia Pérez González previamente señalada entre las favoritas por los observadores, no lloró del todo, al perder. Posó alegremente para los fotógrafos, pero los miembros de su comitiva se mostraron sumamente amargados, tristes y hasta derramaron lágrimas.

Más tarde, Arminia Pérez González, diría: “No estoy de acuerdo con la votación”.

En realidad, la eliminación de Miss Cuba, en la primera vuelta, sorprendió a muchos. Otros se mostraron igualmente sorprendidos por la eliminación de la beldad venezolana Ida Pieri.

La señorita Uruguay, Irene Agustyniak, otra de las eliminadas, estaba sollozando. Pero cuando oyó que Miss Italia reía y hablaba de su matrimonio, dejó de llorar para decir:

—Claro, ésa es una buena idea. Creo que regresaré a mi país y me casaré con mi novio.

Luego, resignada, añadió: “Lo siento mucho, no por mí, sino por mi país. Mi país nunca ha ganado nada, pese a que ha enviado diferentes tipos de bellezas, inclusive tipo norteamericano. Soy alta y rubia”.

La nueva reina de la belleza universal, Luz Marina Zuloaga, recibirá un premio de once mil dólares de contado, un automóvil convertible y otros premios, incluyendo un viaje de un año con todos los gastos pagados.

El sábado por la noche fue festejada con un baile monumental, de coronación, el acontecimiento final de este gran concurso.

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