Por José “Chamby” Campos
El cine y la televisión nos traen historias que en algunas instancias son basadas en hechos reales y otras veces son creadas para satisfacer a una audiencia que busca un entretenimiento. En la mayoría de los casos que estos sean placenteros.
El deporte por su parte aporta un pasatiempo completamente en vivo. Momentos que son felices para unos y tristes para otros. En ocasiones nos brindan memorias que quedan para toda la vida. Incluso son proveedores para que las cadenas del mundo cinematográfico y televisivo las usen de contenido en alguno de los hechos antes mencionados arriba.
Estos últimos días han sido testigos de una historia que pudiera llegar a catalogarse de fábula. Me refiero a la trayectoria del argentino Lionel Messi decidiendo mudarse a Miami y traer su
talento atlético para convertirse en miembro del Inter Miami. Esto como consecuencia ha logrado que nuestra ciudad sea el tópico de conversación en las primeras páginas de los periódicos y las pantallas chicas a través del mundo.
Lo que comenzó con un mensaje de felicitaciones a su amigo David Beckham y los otros dueños, incluyendo la familia Mas Santos, en enero del año 2018, por la obtención de una franquicia de balompié para la ciudad de Miami; donde dejaba entreabierto que quizás pudiera existir la posibilidad de que en un futuro pudiera jugar aquí, concluyó este pasado viernes con una actuación digna de una película.
Hace apenas dos meses que las fichas de dominó comenzaron a caer en favor de la franquicia floridana. La primera fue después que el Súper Astro fuera dejado libre por el conjunto francés Paris Saint-Germain. Más tarde la opción de regresar a su antiguo hogar en el Camp Neu no se realizó por problemas económicos con el Barcelona siendo esta la segunda.
En ese momento cuando Jorge Mas Santos intensificaba sus gestiones para conseguir que el siete veces ganador del “Balón De Oro” viniera a jugar con Las Garzas; la compañía Apple anunciaba su interés en asociarse a él con la finalidad de facilitar su entrada en La Liga de Fútbol estadounidense y por ende la tercera ficha se desplomaba.
Finalmente, la última pieza en derribarse fue el pasado 7 de junio; cuando sorprendentemente el Capitán de la selección argentina dio la noticia que rechazaba la oferta de la liga profesional de Arabia Saudita y firmaría un contrato con el Inter Miami.
Todo este proceso pudiera ser parte de un buen libreto con un final alegre para los que residimos en el área del sur de la Florida. Lo que pasa es que como todo lo que tiene que ver con el ex jugador del Barcelona es de gigante magnitud; su juego, su comportamiento fuera de la cancha, su carisma; aún quedaba más magia en los acontecimientos que faltaban.
Su presentación en público a pesar del mal tiempo y la lluvia fue impresionante. Las estrellas de otros deportes, artistas, músicos, políticos y demás, solicitaban entradas que ya hacía un mes se habían agotado.
Solo quedaba por llevarse a cabo el encuentro, y el nuevo embajador del fútbol en EE.UU. no defraudó a los miles de afortunados que asistieron en vivo más los millones que presenciaron su actuación en la televisión.
El director técnico y compatriota, Gerardo “Tata” Martino, quien anteriormente lo había dirigido en España, tomó la decisión de que Messi participara solamente en la segunda mitad. Ningún escritor hubiera podido producir un mejor final que el que ocurrió en la vida real.
En la última jugada del encuentro, después que transcurriera el tiempo reglamentario, se cometió una falta y el campeón mundial fue el escogido para que tomara el tiro libre.
El resultado no se hizo esperar cuando el disparo de 25 yardas encontró la parte alta de la esquina izquierda en la portería del equipo mexicano.
Con ese gol Lionel Messi le daba el triunfo a Las Garzas del Inter Miami pero más importante le daba credibilidad a una liga de fútbol que está tratando de establecerse.
Esperemos que el encanto continúe.
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