Los brigadistas que todavía vivimos, continuamos luchando para que algún día Cuba sea libre y soberana.
“Pero sé, y estoy absolutamente seguro de que “algún día la patria de José Martí alcanzará su libertad. Martí marcó el camino para lograr en el futuro una libertad para Cuba”. Así de claro lo testimonió Frank de Varona.
Frank de Varona es profesor, historiador, periodista y experto en política, economía, política internacional y seguridad nacional. Fue profesor asociado de estudios sociales en la Escuela de Educación en la Universidad Internacional de la Florida por siete años.
El profesor de Varona ha escrito 27 libros y cientos de artículos en periódicos y magazines. Por eso tiene suficiente conocimiento sobre las obras de Martí que han marcado nuevos rumbos en la lucha ideológica que se debe seguir para derrocar en el futuro al comunismo en Cuba.
“Cada aniversario del natalicio de José Martí es un día para recordar y para pensar en sus pensamientos y en sus acciones de combate al servicio de la libertad de la patria”, recordó De Varona.
“También es un día para pensar en el futuro de Cuba y el de esta nación donde vivimos con nuestros hijos, nietos y bisnietos. Hay que recordar las inmensas dificultades, calumnias y fracasos que José Martí tuvo que enfrentar en su lucha por la libertad de Cuba, al igual que todos los mambises”, agregó.
“Martí, posiblemente más que otra persona en la historia de nuestro hemisferio representaba los mejores ideales de todo ser humano”, advirtió De Varona, quien se ufanó de poder volver a rendirle homenaje a tan insigne personaje cubano.
“Podía formular principios filosóficos como un Platón moderno, y expresarse con destreza oratórica de un Demóstenes y la facilidad al hablar de William Jennings Bryan”, insistió De Varona sobre la personalidad de Martí.
“Escribía con el realismo dramático de un Víctor Hugo, por el cual, sin duda, tenía gran admiración. En su habilidad de expresar en palabras se semejaba Daniel Webster. Y además Martí tenía el fervor patriótico de un Patrick Henry y los ardientes ideales democráticos de Thomas Jefferson”, destacó De Varona acerca de Martí.
“Él era un reformador idealista como el padre Miguel Hidalgo y Costilla. Como Benito Juárez, era un reformador social de primer orden. Tenía la energía de Bernardo O’Higgins, la inteligencia, visión política, y dotes de líder de Simón Bolívar y la capacidad de organización de José de San Martín y de Napoleón Bonaparte”, aseguró.
“Era un revolucionario de la medida de Francisco Miranda y poseía la determinación en derrotas y victorias de un George Washington. Su interés en la educación, como hizo Horace Mann, lo llevó a trabajar en la mejoría de la mente de las personas comunes”, explicó.
“José Martí, indudablemente, fue una de las grandes figuras del hemisferio Occidental. Fue un gran intelectual, pensador, escritor, poeta, ensayista, orador, dramaturgo, filósofo, educador, diplomático, periodista y estadista y a la vez hombre de acción y revolucionario”, resaltó.
“El general Máximo Gómez decía del Apóstol: Era un mago, todo lo podía con la palabra. Quienes tuvieron la suerte de escuchar sus discursos no lo olvidaran nunca”, agregó.
“Y además tenía una increíble capacidad para la comunicación y una excepcional facilidad para convencer, motivar, emocionar y conmover a las personas. Tal vez fue el mejor orador de la lengua castellana”, precisó.
“Poseía Martí una gran capacidad de organización y consiguió algo muy difícil, la unión de los cubanos en el exilio tanto en los Estados Unidos como en Iberoamérica”, destacó De Varona como otra de las grandes virtudes del Apóstol.
“La proyección de Martí no sólo es cubana, sino realmente universal. Esto se ve en su pasión por la libertad, su proclamación de la solidaridad continental, su amor por Iberoamérica, su lucha por la igualdad de razas y su compasión por los humildes y los pobres”, enfatizó.
“Martí igualmente fue uno de los primeros escritores que explicó la vida política, económica y social de los Estados Unidos a lectores de Iberoamérica. Durante más de una década escribió para varios periódicos como La Nación, de Buenos Aires; El Partido Liberal, de México; La Opinión Pública, de Montevideo; La Opinión Nacional, de Caracas; la República, de Honduras; y otros periódicos y revistas de Iberoamérica y los Estados Unidos”, insistió De Varona.
“Martí se dio a la batalla galopando en su caballo blanco y acompañado solamente por su ayudante, el capitán Ángel de la Guardia. Cabalgaron, sin saberlo, hacia un grupo de españoles que estaban ocultos en la maleza”, recordó De Varona sobre los últimos días de Martí.
“Pocos minutos después fue herido mortalmente con balas en la mandíbula, el pecho y el muslo. Los esfuerzos de las tropas cubanas por rescatar el cadáver del Apóstol fracasaron. Su cuerpo fue recogido por las tropas del coronel Ximénez de Sandoval y llevado a la ciudad de Santiago de Cuba”, sintetizó.
“El coronel Ximénez de Sandoval expresó ante su féretro: Cuando pelean hombres de hidalga condición como nosotros, desaparecen odios y rencores”, apuntó.
“Finalmente los restos de Martí fueron trasladados en 1907 a un modesto panteón, y en1947 al Retablo de los Héroes. Sus restos fueron trasladados definitivamente a un bello mausoleo en el cementerio de Santa Ifigenia”, concluyó.
“Dios quiera que el sueño de José Martí se convierta en realidad en nuestra patria esclavizada y oprimida por el régimen comunista más sanguinario y brutal en toda la historia de las Américas”.
“La mejor forma en que podemos honrar la memoria de nuestro Apóstol es trabajando juntos, cubanos dentro y fuera de Cuba, para lograr la destrucción del comunismo, porque el Apóstol pensó que los cubanos fuera de la isla eran muy importantes para la libertad de Cuba y en esta hora de la Patria, cuando la tiranía subyuga a nuestros hermanos, solo nosotros, sus hijos libres en el extranjero, podemos organizar la guerra libertaria”, agregó De Varona.
“La Junta Patriótica Cubana, los miembros de la Brigada de Asalto 2506, los Expresos Políticos, el Miami Medical Team, los Municipios, el MRR, los Partidos Auténticos, Ortodoxos, y numerosas otras organizaciones del exilio podemos continuar nuestra lucha para exterminar al régimen sanguinario comunista de Cuba.
“De esa forma, todos los que vivimos fuera de Cuba y los que viven en la isla esclavizada, podremos disfrutar de una Cuba libre, soberana y democrática, como lo quiso José Martí. Juntos podremos trabajar para crear en Cuba una república constitucional”.
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