Por: Francisco Riverón Hernández (1956)
BARAGUÁ
Cuba, regresada ya
del exilio hacia la hoguera,
vestida con su bandera
sale desde Baraguá.
Pinar del Río será
su meta-luz necesaria…
Y en la mano libertaria
de su más alto jinete,
lleva un invicto machete
y una estrella solitaria.
LA TROCHA
Mar de sangre, corazón
con el odio en cada ola,
puso una trampa española
desde Júcaro a Morón.
Y el criollo pabellón
izado en una sonrisa,
beso dándose a la brisa
convertido en llamarada,
cortó a tajos la emboscada
con una mocha mambisa.
MAL TIEMPO
Y cuando llegó a Las Villas
hablando en plomo y en filo,
era todo un pueblo en vilo
enderezando rodillas.
Mal Tiempo: Rojas semillas
sembrando de sol el suelo,
El surco que abrió un desvele
rompió en luz sobre la tierra…
Cuba ganaba en la guerra
jalones para su anhelo.
COLISEO
Era la voz de lo fuerte
midiéndose en infinito,
una voz llenando un grito:
¡La independencia o la muerte!
España echaba su suerte
frente al martiano deseo…
Matanzas ya: Coliseo,
rincón transido de gloria,
hubo fulgor de victoria,
en los ojos de Maceo.
SAN PEDRO
Maceo –Bronce, Crisol,
Yunque– todo en un hombre,
Hizo un símbolo su nombre
directo al yugo español…
Creyendo que asesinando un sol
bajo el cielo de tierra esclava,
un fusil cruzó con lava
al diciembre más ingrato:
Cuba, corazón mulato,
se desangró en Punta Brava.
MANTUA
Fue latidora emoción
de la ancha vena cubana,
lo que pasó por La Habana
en ancas de la invasión.
En Mantua, culminación
y júbilo allá del brío,
desplegada en señorío,
la gracia de una bandera
se dio a la tabacalera
brisa de Pinar del Río.
Y el criollo pabellón
izado en una sonrisa,
beso dándose a la brisa
convertido en llamarada,
cortó a tajos la emboscada
con una mocha mambisa.







0 comentarios