LUIS AGUILÉ el argentino campechano, bonachón y chistoso que quería a Cuba

Written by Alvaro Alvarez

17 de junio de 2025

Por ÁLVARO ÁLVAREZ

Nació como Luis María Aguilera Picca, el 24 de febrero de 1936 en Buenos Aires, Argentina.

Su madre María Picca y su padre un promotor teatral que en 1941 contrató a los Lecuona Cuban Boys para que actuaran en Argentina.

Su abuelo Silverio cuando tenía 8 años fue secuestrado por unos gitanos argentinos y gracias al famoso general Luis María Campos (1838-1907) se pudo salvar. Por eso sus padres le pusieron Luis María.

Cuando su padre compró en1940 el circo Shangri-la, él siendo un niño, iba todos los días a divertirse con los payasos y trapecistas que lo llevaban a los carromatos y le hacían juegos, ese fue su inicio de artista y allí conoció la disciplina que tanto le serviría durante toda su carrera artística. 

Comenzó a trabajar, de día, en la Casa Central del Banco de la Provincia de Buenos Aires y de noche estudiaba, además siempre que se lo pidieran animaba reuniones y fiestas familiares.

En 1951 con apenas 15 años, consiguió su primer contrato profesional en la Maison Doré, lujoso salón de fiestas porteño y poco después abandonó su empleo bancario y comenzó a trabajar en la emisora de radio El Mundo.

Como era menor de edad su madre lo acompañaba en sus giras por Uruguay, Chile y Paraguay, cantando versiones de otros artistas que convirtió en suyas por su peculiar forma de cantar, pero poco después comenzó a escribir sus propias canciones.

Cuando tenía 20 años, en mayo de 1956 se presentó en TV, en el espectáculo Music-Hall. Logró un gran suceso, que le valió un contrato con Odeón y a fines del mismo mes registró su primer disco de 78 rpm con El Preso Número Nueve (Roberto Cantoral) y Tu Recuerdo (José Alfredo Jiménez), eran dos rancheras donde cantaba acompañado por Ángel (Pocho) Gatti y su Conjunto. 

Su primer LP, de 1957, llamado simplemente Luis Aguilé de 25 cm y diez temas, incluyó: Gigí, Linda Nena, Mujer Tejedora, Tiro Liro Liro, Pancho López, Qué Será Será, Luna Bonita, Luna Azul y El Alegre Silbador.

En la década de los ’50 era un famoso ídolo juvenil de la música argentina. Por extraño que parezca a algunos, entonces cantaba rock and roll a la manera de Elvis Presley, ataviado con ceñidos pantalones de cuero. Lo que no le impedía interpretar asimismo melosas melodías del repertorio de Bing Crosby y Frank Sinatra. Su popularidad trascendió a todos los países Hispanoamericanos y España.

En 1958 grabó con el sello Odeón, su LP Canta la Juventud de América donde están las siguientes 12 canciones: De Azul Pintado De Azul, No Me Dejes Nunca, No Me Abando-nes, Pequeñísima Serenata, Dime Algo Cariñoso, Lulú (Sin Embargo), La Cinta Verde, Llueve Afuera, Domani, Hay Una Mujer, El Preso Número Nueve y Queremos Minué.

En 1959 le tocó grabar Luis Aguilé -Volumen 3: Julia, Regresa Mí, Bonita, Venus, Marina, Amémonos Así, Mira Qué Luna, Llueve, Pity Pity, Para Siempre, La Canción Que Te Gusta A Ti, que fue todo un éxito en Argentina y le amplió su fama en el mundo hispano.

En esa época estaba en Venezuela cuando fue contratado por el que había sido mánager del cabaré Montmartre y en ese momento productor de radio y TV, Mario Agüero (1935-2001, esposo de la actriz Lilia Lazo)

En 2008, cuando Eloy Cepero lo entrevistó en el Hotel Biltmore de Coral Gables, Luis Aguilé dijo que llegó a Cuba en septiembre de 1959, aunque añadió haber estado dos veces. Hay otras personas que dicen haber estado junto a él en casa de la familia Agüero-Lazo esperando el Año Nuevo el 31 de diciembre de 1958. Por lo tanto, debe de haber estado en 1958 y luego regresó en 1959. Él le dijo a Eloy que tendría que chequear las fechas en su pasaporte.

Realmente cuando llegó a Cuba ya sus discos y sus canciones eran muy populares. Luego sus presentaciones por TV lo lanzaron al estrellato cubano y se presentó en teatros de muchas ciudades del interior de la Isla. 

Tuvo un éxito descomunal, increíble y ganó una fortuna. No podía salir a la calle porque la gente lo adoraba y quería tocarlo. 

Cuando triunfó la guerrilla de los barbudos de Castro, estuvo de acuerdo en un primer momento sobre todo por estar en contra de Fulgencio Batista. 

Pero un poco tiempo después ya se había dado cuenta lo que le iba a pasar al pueblo cubano.

En Cuba, arrasó. Contaba Luis que en 1959 conoció en La Habana a un joven compositor que lo perseguía por todos lados. Harto del acoso, acabó por atenderlo. Se trataba de Eduardo Davidson, quien pretendía a toda costa que le grabara su nuevo tema La Pachanga. Así lo hizo, pero antes le agregó una frase de su cosecha: “Mamita qué pachanga”. Fue quien la estrenó, aunque luego se hicieran cientos de versiones. Y en todas aparecía su frase con lo que se demostraba que él fue el primero en darla a conocer.

Eduardo Davidson (1929-1994) músico y cantautor nacido en Baracoa y su nombre verdadero era Claudio Eduardo Cuza. En 1959 compuso La Pachanga.

Una noche estaba Aguilé en una fiesta y llegó Castro, lo vio, lo reconoció y cuando se dirigió a él dijo: “un argentino que no canta tangos”. Él se sonrió, pero no quiso entablar conversación alguna.  

Cuando ya quería irse de la Isla, se enteró que no podía llevarse su dinero y quiso el destino que coincidiera en el elevador del hotel donde estaba alojado con el entonces director del Banco Nacional y compatriota suyo el Che Guevara. Lo gracioso era que éste había adquirido sus discos y los escuchaba en su oficina, según le confió.

Pero en cuanto al dinero, no le fue posible convencerlo le dejara sacar todo su capital. Volvió a verlo otras dos ocasiones, en una de ellas comieron un asado, brindaron un par de veces y hablaron más de una hora. Pero cuando le volvió a plantear la necesidad de sacar todo su dinero porque su madre estaba viuda y tenía que ayudarla, solamente logró salvar $1,500, fue casi como una broma. Le envió los $1,500 a su madre y se fue con solamente $90 en el bolsillo.

Entonces decidió repartir las propiedades que había adquirido y el dinero ahorrado entre sus amigos cubanos. Los juntó a todos en una cena y les fue preguntando tú, que necesitas, una casa; bueno ahí la tienes, y tú, un barco, pues el que está atracado en el puerto es tuyo. 

Además, en la Aduana cubana le quitaron el disco de oro que había ganado. ¡De oro auténtico!

Cuando salió de Cuba se fue para Buenos Aires, pero como Argentina tampoco pasaba por un buen momento, decidió radicarse en España, donde era respetado y tenía muchos seguidores.

Él ha contado en sus entrevistas haber salido de Cuba en 1960 pero yo creo por otros comentarios suyos que fue en septiembre de 1961 aunque no he podido saber la fecha exacta. Solamente que cuando el avión despegó él observaba como casi todos tenían lágrimas corriéndoles por sus rostros, aquello lo impactó y nunca lo pudo olvidar, además de servirle para poder componer en solamente 18 minutos en 1966 su canción más famosa Cuando Salí de Cuba, que ha sido grabada en más de 17 idiomas, por decenas de intérpretes como: Gloria Estefan, Celia Cruz, Estela Rabal con Los Cinco Latinos, Matt Monro, Salvatore Adamo, Nino Bravo, José Feliciano, Los Javaloyas, Miguelito Valdés, Los Randal, Guillermo Portabales, Vicente Fernández, The Sandpipers y Julio Jaramillo, entre otros.

No existe una información muy clara de su estadía en Cuba, en contraste con la de su carrera en España, ampliamente detallada.

En 1960 grabó Luis Aguilé-Volumen 4 con los temas: Déjenme en Paz, Te Llevo Bajo Mi Piel, Yo Sé, La Pachanga, Al Claro De Luna, Ya Ves, Así Pienso Yo, Ay, Chabela, La Montaña, Castillo De Piedra, Arrivederchi, Mi Espíritu y La Balanza que fue el primer tema escrito por él, que grabó.

Luis Aguilé estando de visita en casa de su amigo, el actor Milo Quesada en Aravaca (un barrio situado en la parte oeste de Madrid) conoció a su compatriota Roberto Alifano, poeta, escritor y periodista quién escribió esto: Luis Aguilé era, además, músico, actor, bailarín, animador y escritor de literatura infantil y novelas. En el trato personal Luis era un hombre encantador y generoso que me manejaba conceptos bien claros, pero que nunca se propuso un tono épico para sus temas, aunque este le salió al encuentro casi contra su voluntad; sobre todo en los últimos tiempos de su exitosa carrera. Era un hombre con conciencia social tanto como un creador de situaciones, una persona muy culta, autodidacta y acaso tan propenso a la fe como a la incredulidad y a la ironía. Superaba los límites de un simple cantante popular. En sus composiciones abordó la vida de la Argentina, de Hispanoamérica y de España de un modo valiente y sincero.

Dos días después de aquel primer encuentro, lo recibió en su casa del barrio de Chamberí (uno de los 21 distritos que se compone Madrid y que forma parte de la llamada almendra central de la ciudad), donde hablaron de literatura, de su vida, de su carrera y sobre la nostalgia de su paso por Cuba, donde llegó a ser un ídolo popular. 

Quedó allí pactada su amistad con Luis, que resultó ser un devoto del Martín Fierro y le contó que estaba preparando una cantata, con versos de José Hernández. “Te daré una copia, quizá tú puedas colaborar conmigo”, le dijo. 

Tenía admiración y un respeto casi sagrado por Borges; lo había visto, lo saludó con reverencia, pero no se atrevió a conversar con él. “Quién era yo para tener un diálogo con un personaje de tal magnitud”, le confesó tal vez con exagerada humildad. Lo consideraba el argentino más genial de todos los tiempos.

Creo, por lo señalado, que de dos maneras podemos admirar la trayectoria de este talentoso artista; paradójicamente la más simple sería la de ser distinto. La otra, la más polémica, es la de representar un personaje único en el mundo del espectáculo, que vivió siempre de acuerdo con sus convicciones. Contaba que cansado de los irrespetos por parte de la gente del ambiente artístico emigró, primero a Venezuela, de allí a Cuba y después, a España, en donde viviría hasta el final de sus días.

En Cuba le fue espléndidamente, nunca sintió tanta admiración hacia su persona. Allí se produjo la gran consagración de su carrera y Luis estaba muy orgulloso de eso. 

Llegado a España después de la experiencia cubana, actuó en el Festival para la Juventud, celebrado en el Palacio de los Deportes de Barcelona, presentado por el popular locutor radiofónico Luis Arribas Castro. En el espectáculo actuó junto al Dúo Dinámico, José Guardiola y Gelu, entre otros.

Dicen que recorría toda España buscando temas para sus canciones, por ejemplo, en 1963 cuando estuvo en Santa Margarita en Mallorca (Islas Baleares) le dedicó una canción, que se hizo famosa, luego en agradecimiento el pueblo le dedicó una calle en su nombre.

De regreso a la Argentina, en 1962, protagonizó en Buenos Aires el filme La Chacota, acompañado por la vedette Mariquita Gallegos, con quien mantuvo un comentado romance. Al año siguiente se estableció definitivamente en España, donde tuvo un notable éxito con el tema Dile, considerada una de las primeras canciones del verano.

Tuvo constantes apariciones en RTVE en programas como Amigos del Lunes y Gran Parada. 

Algo peculiar que lo hizo diferente fueron sus coloridas corbatas y su particular dicción afrancesada, lo que le haría ser imitado en años posteriores por humoristas. 

A mediados de los años 60, dejó el sello Odeón, tras grabar varios elepés y se fue con CBS, donde grabó, a partir de ese momento, todas sus composiciones. 

En 1968 creó su propio sello discográfico y desempeñó labores de productor. También actuó junto a la sensación pop de aquel momento, Karina.

En mayo de 1972, se vio inmerso en una polémica cuando, tras presiones del Ayuntamiento de Pamplona, se prohibió la emisión en Radio y TV de la canción Vamos a Pamplona. Porque el consistorio consideró que era un desprestigio para los Sanfermines y para la propia ciudad.

Tras estrenar en 1972 la comedia musical Una Gran Noche que contaba con libreto y música originales suyas, con orquestaciones de Adolfo Waitzman, quien también dirigió musicalmente el montaje en el Teatro Victoria de Barcelona, ​presentó entre 1973 y 1974 junto a Paloma Hurtado,  Llegada Internacional, un programa emitido los lunes por la noche por la Cadena La 1 de Televisión Española.

Luis Aguilé se casó con la española Ana Rodríguez Ruiz (cariñosamente Monona). La boda se celebró el 22 de octubre de 1976 en la iglesia de San Quintín de la localidad francesa de Amelie Les Bains Palalda, situada en Los Pirineos, cerca del Mar Mediterráneo a 184 km al NE de Barcelona.

Luis y Ana fueron una pareja discreta que no tuvo hijos, pero mantuvieron una gran complicidad y Ana fue su apoyo en la sombra y muchas veces quien le compraba sus vistosas corbatas.

Siempre de buen humor, su colorido vestuario y en especial las corbatas multicolores y con estampados imposibles fueron siempre su sello de identidad, lo que, junto su particular dicción y sus múltiples estilos de sombreros le convirtió en uno de los personajes más parodiado de la época, lo que incrementó aún más si cabe su popularidad.

El 8 de diciembre de 1978 volvió a televisión, presentando en RTVE, El Hotel De Las Mil y Una Estrellas donde en un episodio recibió como invitada especial a la cubana Mayra Gómez Kemp, la hija de Velia Martínez (Que Pasa USA) y Ramiro Gómez Kemp, nacida en 1948 y fallecida el 13 de octubre de 2024.

En los años ochenta trabajó como asesor musical del programa Un, Dos, Tres… Responda Otra Vez, también en RTVE, Mayra Gómez Kemp fue su presentadora entre 1982 y 1988.

En 1986, firmó contrato en México con el entonces empresario y banquero Jorge Lankenau para crear el Himno de los Rayados de Monterrey, equipo regional de fútbol del cual era dueño, así como de la institución financiera ABACO, que en los ‘90 utilizó su famosa canción Ven A Mi Casa Esta Navidad (de 1969) para un comercial muy conocido en el país.

Por eso y muchas cosas más, ven a mi casa esta Navidad.

Olga María Ramos (nombre artístico) es una cupletista española, escritora, compositora, cantante, actriz y locutora. Su padre el compositor Enrique Ramírez de Gamboa y su madre la cupletista Trinidad Olga Ramos Sanguino (conocida como Olga Ramos), apodada la Reina del Cuplé. 

Olga María Ramos dice: Tengo la impresión de que Luis Aguilé ha sido un gran desconocido a pesar de su popularidad y es que su faceta de carismático cantante y gran compositor ensombreció sus otros talentos. Entre los libros que escribió, quisiera destacar “La nieve de las cuatro estaciones” que aborda el espinoso mundo de la droga y que merece ser llevada al cine por su intenso argumento.

Nuestra amistad surgió hace más de 20 años cuando acudía con su querida Monona, a ver a mi madre Olga Ramos a Las Noches del Cuplé. Siempre aceptaba la invitación de subir al escenario para cantar “Cuando salí de Cuba”. Olga le hacía un preámbulo en el que relataba cuando la escuchó por primera vez.

Una tarde Luis y Ana (Monona) nos invitaron a su casa de Mirasierra para asistir a la proyección de la grabación efectuada en Miami. Fue todo un privilegio pues Luis, de tanto en tanto, la pausaba para explicarnos algunos detalles. La acción se desarrollaba en una corrala y el argumento era la lucha del protagonista por mantener las tradiciones y continuar con esa verbena que se organizaba cada año el día de la Paloma. Tengo que decir que aquella compañía de voces cubanas le dio todo el casticismo que la obra requería. Yo me enamoré del chótis, hay que mantener las tradiciones y años después lo incluí en el CD, De Madrid al Chótis.

España, su nuevo país de residencia, le concedió la nacionalidad en 1990, siendo ya un personaje muy popular, respetado y querido. 

En 1992 en El Gran Casino de Madrid, Luis Aguilé estrenó el espectáculo Por Las Calles De Madrid, junto a Mariquita Gallegos, donde mezclaba la música con el baile y en el que demostraba una vez más su calidad como showman, intercalando anécdotas y chistes entre los distintos temas musicales, evocadores de la vida en la capital española.

En 1999 publicó Superfiesta, su último disco con canciones nuevas. 

En 2002 publicó el recopilatorio Los 40 Grandes Éxitos de Luis Aguilé, que incluía dos temas nuevos, Infiel y Lolita. 

En 2002 llegó a Buenos Aires, a pesar de sus 66 años para Luis Aguilé parece que el tiempo no ha pasado. Sigue siendo el muchacho espigado, simpático y dicharachero que, a mediados de la década del cincuenta, llegó a la popularidad a través de su voz en temas tan entrañables como Mira Qué Luna y Pancho López y de programas de televisión que lo lanzaron a la fama.

Pero Luis decidió probar suerte en España. “Hace ya 38 años que estoy en aquella tierra, pero la Argentina sigue siendo mi patria, y vengo bastante seguido.”

El viernes 11 de enero de 2002, estaba nuevamente en su querida ciudad natal para presentar Por Las Calles De Madrid, ante su público en el teatro Astral. “Mi última actuación en la Argentina –apuntó– fue en 1999 en la Sala Tronador, de Mar del Plata. Un año antes había estado en el Avenida porteño. Volver a mi lugar de nacimiento posee muchos significados para mí, entre ellos reencontrarme con amigos, recorrer las calles de mi barrio de la infancia, anclado entre Barracas y Constitución y, sobre todo, volver a tomar contacto con un público agradecido que siempre me recuerda.”

En 2003 protagonizó en la Argentina la película Soy Tu Aventura, una comedia donde se interpretó a sí mismo como víctima de un accidentado secuestro. 

El viernes 6 de enero de 2006 en el castizo teatro Astral que ya es un clásico de los veranos porteños, Luis Aguilé junto a Mariquita Gallegos estrenó Alegrías de España, con más de 30 bailarines y cantantes en escena y la participación de Lisandro Dupont. El espectáculo estaba integrado por fragmentos de zarzuelas famosas y el repertorio que Luis Aguilé estuvo haciendo durante mucho tiempo y con mucho éxito en el Gran Casino de Madrid.

“Es una revista musical a la española que trataba de dejar de lado lo folklórico para hacer un recorrido por temas y bailes que, si bien son profundamente hispanos, dejan margen para otro tipo de melodías. En estos momentos Madrid es una gran ciudad europea en la que se conjugan diversas canciones y estilos, y bastante de eso está en mi espectáculo”, aclaró Aguilé en una entrevista.

En 2007 grabó Nadie Me Quita Mis Vacaciones en Castellón, que representó a la provincia de Castellón en la Feria Internacional del Turismo (FITUR). Eso le trajo complicaciones políticas.

Ese mismo año publicó Ciudadano Aguilé, en el que recogía 17 canciones de su discografía que se apartaban de sus temas más habituales y en los que mostraba sus preocupaciones sociales.

Su grabación Señor Presidente es un mensaje mordaz dirigido a aquellos presidentes, a quien Aguilé dice haber votado, al que le hace saber sus quejas, para pedirle que cumpla las promesas de campaña y que “mi humilde voto no caiga en su olvido”. Fue censurada en Argentina, Guatemala y Venezuela.

En el año 2008, recibió el Premio Sona de la Música a toda una vida dedicada a la música, reconociendo así el éxito que ha ido cosechando a lo largo de su carrera. 

Aguilé es autor de la zarzuela Viva La Verbena, estrenada en Argentina y Estados Unidos. 

Luis sufrió una gran decepción cuando vio que, en Madrid, ciudad a la cual había dedicado su zarzuela, casi nadie se hizo eco de esta novedad y en la cual había puesto mucha ilusión. Finalmente fue presentada en el teatro Monumental el 22 de noviembre de 2008 a cargo de la Orquesta Sinfónica Neotonarte, dirigida por Antonio Palmer y el coro de la Federación Coral de Madrid. 

Luis Aguilé, el escritor, también escribió cuentos infantiles como Golito Y Un Emisario De La Cuarta Dimensión, que salió de imprenta en 1976. 

Pero que a nadie le resulte extraño esta faceta, tras su papel de cantautor de grandes éxitos desde hace muchísimos años, Luis es también un autor de novelas: El Día En Que Los Perros Hablaron vio la luz en la Editorial Planeta en 1979. 

En 1984, publicó Dominó, donde quedó finalista del premio Planeta.

En 1989, La Guerra Nunca Aclarada, que presentó bajo el seudónimo de Alejandro Alcántara. En 2002, La Nieve De Las Cuatro Estaciones centrada en el mundo de las drogas. Esa nieve es la cocaína. No es un libro que esté en contra de los drogadictos ni los sataniza; es una historia, una novela pura y dura, es cruel. Una novela que, sin contener escatología ni violencia ni palabras vulgares, narra una historia muy fuerte.

La mayoría de los temas compuestos por Luis Aguilé reflejan una visión optimista de la vida y en ocasiones son directamente humorísticos. Muchos de ellos se convirtieron en éxitos veraniegos, como Juanita Banana (versión del tema de The Peels), La Banda Borracha, El Frescales, El Tío Calambres, Es El Sol Español y La Vida Pasa Felizmente (compuesta en 1972 y conocida como Es Una Lata Trabajar). 

También consiguió grandes éxitos con temas de otros, como Lo Importante Es La Rosa, de Gilbert Bécaud, La Chatunga, de Marisa Simó, o Te quiero, de Paolo Conte. 

Políticamente, hizo declaraciones contrarias a la Revolución cubana, al expresidente socialista de España José Luis Rodríguez Zapatero, al expresidente de Venezuela Hugo Chávez y puso en duda la cantidad de desaparecidos que decían hubo en Argentina.

En la primavera de 2009 fue ingresado en el Hospital Sanchinarro de Madrid, luego operado de un cáncer de estómago, que finalmente le causó la muerte el 10 de octubre de 2009, sin ver estrenados sus tres últimos proyectos: la zarzuela Viva Madrid, el musical Grandes Éxitos De Broadway y un homenaje al poeta argentino Martín Fierro.

Su cuerpo fue enterrado en el cementerio de Fuencarral, en Madrid. 

Ha sido muy digno en su enfermedad, declaró a la agencia EFE, Víctor Saboya, su mánager durante los últimos 12 años.

Algo muy interesante Luis Aguilé nació un 24 de febrero (Grito de Baire) y falleció un 10 de octubre (Grito de Yara).

Compuso alrededor de 400 canciones y grabó más de 800 en total. 

Cuando Salí De Cuba fue dedicada al exilio cubano desde 1959 y la canción se convirtió en un grito de guerra para todos ellos, sin importar donde habían desembarcado. 

Nunca podré morirme, mi corazón no lo tengo aquí. Allí me está esperando, me está aguardando que vuelva allí.

Una triste tormenta te está azotando sin descansar, pero el sol de tus hijos pronto la calma te hará alcanzar.

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