Estuve un poco emocionado cuando leí las declaraciones de Perón quien relató todas las verdades sobre la operación Macafi, kilómetro 8 del Congo en África.
Tuve un hermoso recordatorio del informe que dio el comandante Brush, quien me llevó varias veces a Cuba con el fin de la infiltración de la CIA.
Cuando el barco que íbamos fue perseguido yo iba en esa operación de infiltración, pero siempre llegamos a desembarcar, nunca tuvimos problemas. Yo llegué a este país EUA, el l 3 de septiembre de 1962, estando 17 meses en Cuba huyendo, cuando fueron a cogerme preso en la Bahía de Cochinos, a los 17 meses después decidí irme de Cuba y asaltar un barco para llegar a los EUA.
A la semana después de haber llegado a Miami, fui conectado con la CIA para fines de infiltración. Ccuando la Crisis de Octubre de 1962 nos encontrábamos listos para tirarnos en paracaídas por la urgencia de la única oportunidad para llegar a tiempo a la intervención americana.
Ese fue el primer desengaño, cuando el americano nombrado Monte nos dijo: stand-by, hay negociaciones.
Me vino a la mente el abandono de la invasión a Bahía de Cochino. Esta es la segunda traición del presidente Kennedy hacia los cubanos, estuve 3 años infiltrándome en Cuba, en las dos últimas ocasiones que salimos para Cuba haciendo un gran esfuerzo porque no querían que fuéramos en ese momento porque habían cogido preso a mis compañeros que se habían quedado en Cuba, de ahí surgió que de todos los “teams” que habían, sacaron 19 hombres para la operación Macafi en África.
En esa misión fui uno de los seleccionados, la acepté voluntario, nadie me obligó, estuve más o menos 3 meses en esa operación, al regresar a Miami una vez finalizada la misión, el team de infiltración estaba disuelto, los compañeros del grupo por nuestra cuenta tratamos de seguir la lucha, nos hicimos de un barquito con buen disimulo, éramos pescadores de una pescadería en Isla Morada, un señor llamado Mina de Inmigración de Miami, nos cogió presos llegando a Cayo Largo con todas las nasas de langostas.
Todo ocurrió por un chivatazo en el muelle de la 15 y la 17 Ave del SW de donde partimos. Diosdado quien era el jefe de inmigración en ese momento de la costa norte de Cayo Hueso nos entregó el barco con el compromiso de que no lo fuéramos a comprometer a él, pero ahí empezaron los primeros problemas, nos botaron de la pescadería de Isla Morada, -no necesitamos el pescado de ustedes, no podemos tener la inmigración todos los días en el negocio-, solamente en las gasolineras de los muelles nos daban solo un galón de gasolina, fue tanta la presión que ya no teníamos nada que hacer y decidí irme a trabajar porque no había para pagar el alquiler ni el carro.
Viví en la casa de un americano alquilada, que fue generoso conmigo. Mi mujer, quien acababa de llegar de Cuba, tenía dos trabajos, y el americano siempre me dijo, cada vez que tenga 20 pesos vaya pagándome poco a poco, cosa que se lo he estado agradeciendo toda la vida.
Hasta hoy, siempre he llevado cuenta y me he hecho mil preguntas, como a esta altura puede haber cubanos inscritos en el Partido Demócrata, si en Cuba fuimos perseguidos por el comunismo y aquí se nos ataron las manos principalmente por el partido Demócrata y el presidente Kennedy.
Gracias a Dios cuando me retiré de todos los movimientos tenía dos caminos, morirme de hambre o ir a la cárcel como les ha pasado a otros. Me presenté en un ingenio azucarero a principios del año 1965 “Talismán Sugar Corporation”, me dieron trabajo de campo e hice distintos trabajos de caña de azúcar. Fui más tarde, supervisor de campo donde me llegué a retirar en 1999, y por lo tanto no puedo dejar de mencionar el agradecimiento para Miguel Cervera, el administrador que tanto me ayudó.
Hoy día tengo 87 años y estoy recibiendo la revista LIBRE con mucho entusiasmo por todos los recuerdos que me han traído a la mente.
Pedro López
Miami, Fl.
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