Por José “Chamby” Campos

Cuando la primera generación de exiliados cubanos comenzó a establecerse en Miami y ciudades en EE.UU, el Football Americano era un deporte que no tenía ningún tipo de atracción entre este grupo. Aunque en la Cuba democrática se practicó a nivel de clubes y universidad, hay artículos en la prensa de la época donde detallan los partidos en los cuales la Universidad de La Habana se enfrentó a universidades estadounidenses, la violencia del juego era causa para evitar que los jóvenes lo practicaran.

Fueron muy raras las instancias donde un padre o abuelo animaran a un hijo o nieto a que se identificaran con dicha disciplina deportiva. La más notable fue cuando Willy Gort, exitoso empresario y político de nuestra área, fue el primer cubano en haber sido escogido por el Miami Herald como uno de los mejores futbolistas de toda la ciudad en su anual “Equipo All-City”.

Con el pasar del tiempo algunos comenzaron a descubrir que el juego a pesar de lo agresivo llevaba una estrategia interesante, y desde ese momento la pasión por el béisbol empezó a tener una pequeña competencia. Se sintieron identificados con el nombre de George Mira, un quarterback que nació en Cayo Hueso y provenía de ascendencia cubana; en la actualidad Mira aún vive aquí en la Florida.

En los finales de los años 60 y principio de los 70’s surgieron tres muchachos que se convirtieron en estrellas y cambiaron el rumbo de la aceptación. Del High School North Miami salió Carlos Álvarez, un tremendo receptor. Su excelente carrera en la Universidad de la Florida, (UF), en Gainesville lo convirtió en el primer cubano All-American universitario. Desafortunadamente las lesiones le troncharon su porvenir.

Más tarde lo siguió Rafael Ortega, estudiante de Coral Gables High School, quien después de una estupenda ruta a nivel de secundaria fue premiado como All-City y también All-American de High School. El habanero continuó su trayectoria uniéndose a Álvarez en Gainesville. Allí su faena de tres campañas lo recompensó con el título de All-American universitario y una selección en el draft profesional por el equipo de Los Falcons de Atlanta; siendo esta la primera vez que un futbolista cubano jugaba un partido en la Liga Nacional de Fútbol (NFL). Después de cuatro años fue canjeado a Los Miami Dolphins en una transacción que agradó muchísimo a la afición cubana de Miami. 

Por su lado José Luis González, un gigante de seis pies y cinco pulgadas, quien fue estrella en Miami High llevó sus talentos como futbolista a la Universidad de Miami y tres años más tarde fue el primer cubano All-American en esa institución. 

De estos tres atletas a la fecha han desfilado por los terrenos de fútbol decenas de cubanos americanos, que vieron la luz por vez primera aquí en nuestra comunidad. Varios han sido miembros de escuadras que han ganado campeonatos nacionales como Luis Comedeiro, los hermanos Luis y Mario Cristóbal y el pateador Edgar Benes quienes lo lograron como estudiantes de La Universidad de Miami (UM).

En el presente nos encontramos que no solamente hay jóvenes atletas participando en diferentes universidades si no que también dos universidades de primera categoría son dirigidas por cubanos americanos. Para orgullo nuestro ambas instituciones se hallan invictas al cierre de esta edición.

UM cuenta con una marca de cinco victorias y se encuentra calificada en el octavo lugar de la nación. Su director técnico es Mario Cristóbal, el mismo que mencionáramos anteriormente, el cual fue el primer cubano americano en EE.UU. en cargar este título cuando en el año 2006 aceptó dirigir a Florida International University (FIU). 

En el 2022 Cristóbal tomó las riendas del plantel universitario de Coral Gables después que fuera asistente en las universidades de Alabama y Oregón; en esta última también fue director. Los Huracanes, si continúan ganando, se encuentran en posición de entrar en la postemporada ya que los primeros 12 puestos califican para los playoffs.

En adición, UM cuenta con otro cubano americano en el elenco de asistentes. Alex Mirabal, quien ha estado al lado de Mario en FIU y Oregón y fue su compañero de estudio en la secundaria Christopher Columbus, es el coordinador de la línea ofensiva.

Cuando Los Huracanes decidieron cambiar de dirigentes, despidieron a Manny Díaz Jr. quien hasta ese momento había sido el único cubano americano en dirigir el equipo de football verde y naranja.

Inmediatamente Manny, joven que nació aquí en Miami y fue estudiante de Miami Country Dade High School, fue nombrado el coordinador defensivo de la prestigiosa Penn State University. Después de dos exitosos años, la universidad de Duke en el estado de Carolina del Norte lo llamó para entregarles las llaves del conjunto y en esta su primera campaña los “Diablos Azules” presentan un récord perfecto de cinco victorias.

Duke al igual que UM tiene un cubano americano en su fila de asistentes. Gabe Infante es el coordinador de equipos especiales y asistente inmediato de Díaz que además de director técnico también dirige la defensiva. Infante es una leyenda en el circuito futbolístico de High Schools en las áreas de Pennsylvania y New Jersey.

Interesantemente ambas escuelas se medirán el sábado dos de noviembre aquí en el estadio Hard Rock del norte del condado. Creo que será la primera vez que presenciemos a dos directores técnicos cubanos americanos enfrentarse cara a cara y sin duda alguna también será primicia el observar a cuatro de los nuestros en el terreno de juego como coaches.

Por último, cabe mencionar a otro cubano americano que es el asistente encargado de los receptores de la universidad de Georgia. James Coley cursó sus estudios secundarios en Miami High y ha sido asistente en el nivel universitario desde el año 2003. 

Como podrán haber comprobado, el rudo deporte de la pelota ovalada ya es parte de los triunfos del exilio cubano.