El Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma, fue invocado por los católicos de Miami como un “gran acto de salvación y meditación” ante los peligros que se ciernen sobre el mundo moderno sacudido por toda clase de pecados.
“Hoy estamos ante Dios orando para que el mundo sea mejor y la sociedad no caiga en los excesos del materialismo que está corrompiendo a la juventud y acabando con los valores morales de hombres y mujeres”, dijo Roberto Prieto, un carpintero de la Pequeña Habana.
“Esta ceremonia nos debe servir para hacer un alto en nuestras vidas y lograr ser mejores seres humanos en este mundo decadente sin límites debido a la lujuria, causa de todos los pecados”, dijo María Rosario.
“Debemos ir a la iglesia para acercarnos más a Dios y así poderle pedir que salve al mundo de toda clase de tragedias y guerras que hoy están acabando con la humanidad”, reiteró Armando Consuegra.
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