Por José “Chamby” Campos
En abril de 1925 cuando la ciudad de Coral Gables acababa de ser inaugurada un grupo de empresarios se dio a la tarea de fundar la Universidad de Miami como respuesta al crecimiento de una joven población.
Con la llegada de la institución educativa la nueva ciudad completaba un proyecto de futuros planes donde la construcción de diferentes centros que perdurarían a través de los años, ya estaban terminados o en paso a terminar. Ahí podemos apreciar al hotel Biltmore como un ejemplo de lo mencionado.
Desde sus principios la universidad ha tenido una presencia deportiva que la ha caracterizado siempre por su excelencia.
La lista de leyendas del deporte es demasiado extensa para poder publicarla en un solo artículo; legendarios atletas, coaches y dirigentes que han brillado en todos los deportes que el plantel ha participado.
También hay que mencionar que estos programas han sido como un microcosmo de la metamorfosis de nuestra comunidad. Al principio los integrantes de estos conjuntos en su gran mayoría eran estudiantes y residentes de las escuelas secundarias del área, en particular Miami High School que aportó grandes estrellas como Gardnar Mulloy, el gran tenista que llegó a ganar el torneo de Wimbledon, el Abierto de EE.UU. y tres veces campeón como miembro del equipo nacional en la Copa Davis.
Con el tiempo se fueron uniendo atletas del resto de la Florida, más tarde comenzaron a llegar de diferentes estados y finalmente del resto del mundo.
Por ser la universidad que se encuentra más al sur del país, además de su cercanía a Cuba, al comienzo hubo varios encuentros con equipos de la isla.
Desde el primer año escolar los universitarios de Coral Gables pudieron disfrutar de tener un equipo de Football y durante esa misma temporada se enfrentaron en dos ocasiones a los “Caribes” de la Universidad de la Habana.
El primero de los dos encuentros se efectuó en el Estadio de la nueva universidad y los atletas cubanos se hospedaron en el lujoso Biltmore. El segundo enfrentamiento se llevó a cabo en el parque Almendares de la capital cubana. Ambos choques concluyeron 23-0 en favor de los muchachos de la ciudad floridana.
En el otoño de 1928 y ya con el sobrenombre de “Huracanes”, la universidad recibió en su terreno al Club Atlético de Cuba y de nuevo salieron con una victoria de 62-0. Esta fue la última vez que se midieron en el campo de Football.
Del mismo modo cuando se inició el programa de béisbol en 1940, la universidad de La Habana también fue contrincante.
Los estudiantes cubanos viajaron a Coral Gables y el 11 y 12 de mayo de 1951 llevaron a cabo dos partidos que ambos resultaron en victorias para Los Huracanes.
Sin duda alguna que la presencia cubana y cubana-americana ha sido y continúa siendo muy valiosa para el crecimiento y triunfo de UM.
Este pasado año escolar los dirigentes de los tres deportes más importantes han sido de descendencia cubana. Mario Cristóbal es el actual coach del equipo de Football, que de paso debemos mencionar a su asistente y director de la línea ofensiva Alex Mirabal. Mario y su hermano Luis tuvieron unas buenas carreras como jugadores de la línea ofensiva en la universidad.
Antes de retirarse súbitamente después de 15 años, el director del quinteto de baloncesto lo fue Jim Larrañaga, quien también era asistido por uno de los nuestros, Chris Álvarez.
Por último, el tercer director cubano-americano en esa lista es Juan Diego Arteaga, quien es el manager del equipo de béisbol y a su vez es el lanzador que más juegos ha ganado en la historia de tan prestigioso programa. Arteaga también tiene dos asistentes con raíces cubanas, el coach de los lanzadores Lázaro Gutiérrez y el entrenador de los bateadores Chris Domínguez.
Son cientos los peloteros y futbolistas que han vestido la camiseta verde y naranja de UM. Hay que destacar que dentro del terreno de futbol a principios de los años 60’s surgió la primera figura con descendencia de la isla que llegó a status de All-American en 1962. George Mira, nacido y criado en Cayo Hueso, fue el orgullo de muchos exiliados compatriotas de esa época. El último que también se llevó el galardón de All-American es Joaquín González, pichón de cubano, que lo logró en dos ocasiones (2000, 2001).
En béisbol suman más de 200 los muchachos con raíces criollas incluyendo a la primera base Orlando González quien en 1973 se convirtió en el primer cubano en ganarse el premio del mejor pelotero de la nación. Más tarde el lanzador Alex Fernández también obtuvo el trofeo.
En las cuatro escuadras que ganaron los títulos colegiales la presencia cubana brilló. Eddie Escribano, Camilo Pascual Jr., Nelson Santovenia, Orlando Artiles y Javier Velázquez en 1982. Julio Solís, Frank Domínguez y Lázaro Collazo en 1985. David Gil, Eduardo Pérez Puig, Raúl De Castro, Manny Crespo, Alex Prendes, Mike Rodríguez y Javier Rodríguez en 1999. En el 2001 repitieron los últimos tres en adición a Kiki Bengochea, Danny Matienzo y George Huguet.
Como habrán comprobado el enlace deportivo entre UM y Cuba data desde el inicio de la universidad fundada en Coral Gables.
¡Feliz Centenario, Huracanes!
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