Cultura Cubana. Adolfo Dollero
Literatos y Poetas.- Jurisconsultos.- Historiadores.- Oradores.- Hombres públicos.- Periodistas
Gálvez y Alfonso
(José María)
Nació en Matanzas el 24 de noviembre de 1835 y falleció en 1906.
Era hermano del médico Federico Gálvez.
J. M. Gálvez y Alfonso fue un abogado ilustre y buen orador, literato y político.
Fue alumno de los dos más afamados colegios de Cuba: La Empresa y El Salvador y más tarde perteneció a la Junta Directiva del primero.
Se recibió de Ldo. en Jurisprudencia el año de 1862.
Colaboró en la Revista de Jurisprudencia y Legislación El Foro Cubano (1874-1875).
En política militó en las filas de los autonomistas, de cuyo partido fue Presidente (1878) y también Presidente del Gabinete Autonómico.
Ha sido una de las más sólidas columnas del Partido.
Conquistó por oposición la Cátedra de Filosofía en la Universidad de La Habana y desempeñó la de Literatura en el Instituto de II Enseñanza de Matanzas. Más tarde obtuvo otra cátedra en la Universidad: la de Derecho.
Orador admirable, sustituyó en varias ocasiones a su antiguo maestro José de la Luz Caballero: pero sus discursos y sus trabajos políticos fueron los que más fama dieron a ese hombre de talla.
Gálvez (Jesús Benigno)
Nació en 1828 en Alacranes y falleció en 1894.
Jurisconsulto que desde la tesis del doctorado dio pruebas de gran talento. Versó sobre las causas del atraso del derecho penal relativamente al Civil hasta el siglo XVIII.
Fue uno de los más aventajados discípulos del Colegio El Salvador y Catedrático de la Universidad.
GarmendÍa (Miguel)
Literato y Profesor. Beneméritos de la I. P.
Giberga y Gali (Elíseo)
Un coloso, por su talento, por sus dotes de estadista, por sus virtudes cívicas y por sus elevados ideales. Aunque no haya sido revolucionario, Giberga fue un gran cubano y un patriota sincero: una de las glorias más grandes de Cuba y de Matanzas.
Esta última ciudad fue su cuna el 5 de octubre de 1854 y en ella murió el día 25 de febrero de 1916, después de haberle dedicado el último de esos discursos extraordinarios que tanto contribuyeron a su fama de hombre excepcional.
El padre de Elíseo Giberga era médico en Matanzas, pero siendo niño, la familia se trasladó a Barcelona, en donde cursó sus estudios hasta terminar su carrera de abogado.
Y aquí preferimos insertar textualmente las palabras de uno de sus mayores admiradores y amigos, el Ldo. D. Emilio Iglesias:
“El catedrático de Derecho Mercantil y Penal de aquella Universidad, Dr. Manuel Durán y Bas (decano del Colegio de Abogados de Barcelona y más tarde Ministro de Gracia y Justicia) quiso asociarlo a su bufete, apenas concluyó sus estudios de Derecho. Pero Giberga prefirió regresar a su patria, y ejercer su profesión de abogado en Matanzas, cuando apenas tendría 20 años”.
“Estrecho era el campo de Matanzas para sus actividades y se trasladó entonces a La Habana, en donde llegó a tener uno de los más acreditados bufetes”.
“Fue Secretario del Círculo de Abogados fundado por el eminente jurisconsulto D. Pedro González Llórente, y en ese puesto brilló de una manera extraordinaria en las mil disertaciones públicas que celebró aquella docta Corporación”.
“Al celebrarse la paz del Zanjón, Giberga se afilió al partido liberal, que se llamó después autonomista. Comenzó entonces su vida política en la que desplegó sus grandes dotes de energía, llegando a tener reputación de profundo estadista”.
“Varias veces fue Diputado a Cortes, y muy querido y muy distinguido en Madrid”.
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