Cultura Cubana. Adolfo Dollero
Patriotas
(Apuntes para la historia de la provincia de Matanzas)
El Sr. General Mario G. Menocal cursó en los Estados Unidos los estudios preparatorios, ingresando el año de 1884 en la Universidad de Cornell, de la que salió en 1888 con el título de Ingeniero.
Tan pronto como terminó sus estudios, fue nombrado Miembro de la Comisión Técnica para el estudio del Canal de Nicaragua, de la que era Jefe el notable ingeniero Aniceto Menocal, tío suyo.
Regresó a Cuba por el año de 1892, y cuando estalló la Revolución de 1895, el Sr. Gral. Mario G. Menocal se encontraba trabajando en su carrera.
Ese mismo año, el día 5 de junio, se incorporó como simple soldado a las fuerzas del Generalísimo Máximo Gómez, pero sus notables dotes militares y sus conocimientos técnicos le merecieron rápidos ascensos, tanto que en septiembre de 1895 al constituirse el Gobierno Revolucionario presidido por el Marqués de Santa Lucía, obtuvo el grado de Teniente Coronel del Ejército Libertador y el nombramiento de Subsecretario interino de la Guerra.
Máximo Gómez, Calixto García, Antonio Maceo, Alejandro Rodríguez, todos los jefes en fin que pudieron conocer y apreciar sus brillantes cualidades de militar sereno, prudente y valiente cuando se presentaba la oportunidad de serlo, tuvieron alabanzas para nuestro biografiado.
El General Mario G. Menocal prestó eminentes servicios en la organización de las fuerzas con que Camagüey contribuyó al atrevido plan de la invasión, y más tarde, en 1896, el Gen. Calixto García lo nombró su Jefe de Estado Mayor en la campaña de Oriente.
Tuvo por tanto a su cargo una parte importantísima en el ataque y en la toma de Guáimaro, en las acciones de Hierba de Guinea, La Piedra, Aguada, Cascorro, Guamo, Loma de Hierro y en otras muchas.
Algunas, como el ataque a Guamo, al fuerte de la Loma de Hierro, etc., fueron dirigidas personalmente por el mismo señor Gral. Mario G. Menocal.
En agosto de 1897, después de haber combatido en Jiguaní, Moscones, Cañadón de Sama y en otras acciones, se distinguió mucho en el ataque a Victoria de las Tunas en donde salió herido.
Su capacidad militar y su valor lo elevaron pronto hasta el grado de General de División-, y Máximo Gómez lo nombró Jefe del 5to Cuerpo (que comprendía las provincias de La Habana y de Matanzas), disponiendo que pasara a Occidente.
Para efectuar esta operación y pasar la trocha de Júcaro, el General tuvo que vencer serias dificultades, pero la guerra ya se acercaba a su fin, y ya ni tuvo oportunidad de operar en la Provincia de Matanzas.
Sin embargo por haber logrado atravesar esa extensa zona llena de enemigos, casi sin pérdidas de hombres, el Gobierno Cubano le otorgó el grado de Mayor General con el que concluyó su arriesgada y al mismo tiempo afortunada vida de insurrecto.
El prestigio conquistado en los campos de batalla al redimir a su patria, fue poderosísimo factor para que el pueblo de Cuba lo elevara el 20 de Mayo de 1913 a la suprema Magistratura.
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