La provincia de Matanzas y su evolución (1919)

Written by Libre Online

17 de diciembre de 2024

Cultura Cubana:  Adolfo Dollero

Evolución de la ciencia en la provincia de Matanzas 

Juventud intelectual matancera

Francisco Caraballo Sotolongo

Nacido en noviembre de 1891, es ya una de las columnas más sólidas de la intelectualidad matancera, a pesar de sus pocos años de edad.

Siempre sobresaliente en todos sus estudios, obtuvo además los premios más codiciados en las oposiciones celebradas en la Universidad de La Habana: premios en Derecho Penal, Administrativo, Mercantil, Procesal, Hacienda Pública, etc. y el Premio Extraordinario en la Academia de Derecho por el voto de la Facultad reunida en pleno, fungiendo de Decano el inolvidable Dr. González Lanuza.

El Colegio de Abogados de La Habana premió la monografía de Caraballo Sotolongo, “¿Debe suprimirse el Consejo de Familia en nuestra legislación?”, cuando nuestro biografiado tenía sólo 19 años. En otro Certamen del mismo Colegio le fue premiado otro trabajo sobre servidumbre de medianería, y el Primer Congreso Jurídico Nacional elogió al talentoso y joven abogado, Secretario de la Sección 8a. aceptando por base la de su obra El Contrato de opción y el futuro Código Civil Cubano.

L’Alliance Francaise laureó dos veces a Caraballo, y en los Juegos Florales de Saneti Spíritus obtuvo medalla de oro por su obra sobre el Feminismo.

Caraballo Sotolongo es también buen orador y varios de sus Discursos, impregnados de ideas profundas y modernas han sido muy celebrados ya en el Primer Congreso Jurídico Nacional, ya cuando asistió como Delegado de Honor al Primer Congreso Obrero Nacional, etc.

Laboró activa y útilmente por la Fundación Luz Caballero, de Matanzas; por la Asociación Cívica Cubana, en unión del Dr. Vitier; por la reforma universitaria: por la creación de códigos cubanos, por la educación de la niñez, etc.

Para completar el bosquejo de la personalidad de Caraballo Sotolongo, agregaremos que a los 21 años escribió su obra El imperialismo Norte-Americano la mereció un prólogo notable del Dr. Antonio S. de Bustamante, y que costeara la edición el Dr. Raimundo Cabrera.

Otras obras del talentoso abogado son:

—El Derecho Penal científico y reformas penales que no deben olvidarse (dedicarlo a su maestro el Dr. González Lanuza).

—José Martí, poeta, pensador y revolucionario (trabajo que contiene 800 pensamientos seleccionados de las obras del Apóstol).

—Amemos la Vida (El optimismo creador).

—El Diario de la Mujer.

—La República de Cuba optimista (Cubanos Ilustres).

Bustamante, José de Armas, José E. Rodó, J. M. Dihigo, G. de Zéndegui, Manuel Sanguily, Enrique J. Varona, Rafael Montoro, J. Santos Fernández, Aniceto Valdivia, Emilio Blanchet y varios intelectuales más, tanto cubanos como extranjeros, han vertido frases muy halagadoras al juzgar el talento del joven abogado y escritor matancero.

Le dedicamos estas líneas augurándole un porvenir siempre más lisonjero.

***

El señor Arturo Echemendía doctor en filosofía y letras, nació en S. Antonio de las Cabezas (Matanzas) el año de 1880.

Es Secretario del Instituto de Matanzas, y Catedrático de la Sección de Letras del Curso Preparatorio desde 1912, habiendo obtenido su cátedra por oposición.

Es un hombre modesto, cuyos trabajos permanecen casi siempre inéditos.

Por desgracia en Cuba el dar a luz la producción intelectual es un lujo, que no está al alcance de todos: los políticos muy raras veces apoyan o se Interesan por li bros que no hagan la apología de sus méritos. Casi siempre ellos leen Rotamente los últimos!

Hay excepciones honrosas; muy pocas’

Además no hay editores ni libreros. Los últimos en Cuba casi siempre pertenecen a la categoría de simples revendedores m conscientes que igualmente venden un libro como si vendiesen un producto alimenticio. Ni ayudan al autor ni saben seleccionar, ni se interesan a las obras qu–venden. Y cuando se trata de obras cuba-ñas, las reciben en comisión!

La tesis de la Universidad del Dr. Eehc-mendía sobre la obra de Lucrecio De re-rum Natura reveló el talento de nuestro biografiado, y se publicó en la Revista de la Facultad de Letras y Ciencias.

En colaboración con el eulto D. Raúl Miranda (que fue en 1909 dignísimo inspector escolar de la Provincia de Matanzas) escribió un interesante folleto de problemas pedagógicos Alrededor de la Escuela: colaboró también en periódicos locales y dio Cursos de Conferencias en las Escuelas de Verano, que so abrían, ante nórmente, de Julio a fines de Agosto de •^ada año.

Arturo Echemendía es InuW/re de valer, que puede producir mucho nías, y que debe publicar los trabajos a que se dedica.

* * *

Fernando Llés, el Director del mejor diario de Matanzas, El Jején, es también un miembro distinguido de esa juventud intelectual mataneera a (pie se refiere este Capítulo.

Poeta fino, y de una modestia no inferior a su inteligencia, es de sentirse que acaso su ruta lo lleve hacia la política. En «»se campo hallará Llés la fortuna, pero quién sabe si encontrará menores satisfacciones morales al no poder ya escribir versos, y al conocer de cerca toda la prosa de ese ambiente!

Su hermano Francisco, poeta también, y además maestro, colabora con Fernando Llés.

Han editado tres libros de composiciones poéticas: Crepúsculos, Sol de Invierno y Limoneros en flor.

Fernando Llés escribe también en prosa, y colabora en varias Revistas. Sus artículos son en general de índole literaria y filosófica y reveladores de su talento, y de su cultura.

En preparación: A orillas del Píreo (versos).

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Miguel A. Macau, joven abogado nacido en Matanzas en primero de Enero de 1886, es un apasionado de la poesía y de Jas letras en general.

Empezó a escribir en los periódicos locales desde la edad de veinte años, pero su primer trabajo serio fué la tragedia La justicia en la inconsciencia representada por primera vez en Matanzas en 1909.

Escribió después algunos monólogos y «onferencias.

Dos libros de versos Flores del Trópico y Lírica Saturnal fueron también bien acogidos por la crítica.

En 1914, su comedia El triunfo de la vida en dos actos y. en prosa, fué premia da en los Juegos Florales de Oriente. Por fin en 1916 su hermoso trabajo en verso Paz perdida obtuvo la flor natural en los Juegos Florales de la Asociación de la Prensa en Santiago de Cuba. Recoinenda mas su lectura a nuestros lectores.

En la actualidad Macan tiene en pre-

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paracióii dos obras para el teatro: La borracha y Nihilismo Lírico.

Siendo el de Macau un talento joven y capaz de muchos otros esfuerzos vigoro

Dr. Miguel A. Macau.

sos, es lógico esperar una siempre mayor producción de su cerebro en los años venideros: le deseamos y le aseguramos otros brillantes triunfos.

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Marcos (Fernando L.)—Escribió varios tomos de poesías y novelas. Es matancero y contemporáneo de M. Alvaladejo.

Sus obras: Vibraciones, El Gladiador, La Gruta, etc.

(Citas de Trelles).

» • # .

Otra personalidad distinguida de la nueva generación lo es el culto Dr. D. Salvador Massip.

Massip ha nacido el 19 de Abril ele 1891 en Puerta de la Güira a inmediaciones de Artemisa; pero desde que ha fijado su residencia en Matanzas, se ha de tal manera identificado con los demás intelectuales de esta Provincia, que me parecería fuera de lugar incluir su nombre eutre los de Pinar del Río exclusivamente.

En 1912 se recibió de doctor en peda gogía cu la Universidad de la Habana, y ese mismo año, supo ganarse, por oposición, la plaza de ayudante de Autropolo gía, permaneciendo 4 años al lado del Dr. Montano.

Amante del estudio, no se conformó Massip con el doctorado en pedagogía, sino que obtuvo en 1915 el do filosofía y Letras.

Representó a los estudiantes cubanos ñn el Tercer Congreso Internacional de Estudiantes Americanos, (Lima (Perú) Julio de 1912), visitando después los principales centros intelectuales de Chile y Argentina.

En la Universidad de La Plata oyó las lecciones del famoso pedagogo argentino Prof. Víctor Mercante.

Colaboró con el Dr. Padró y el Dr. Aguayo en la notable Revista de la Educación, uno de los esfuerzos más bien logrados en Cuba en pro de la juventud escolar (1911-12-13).

El gran pedagogo Alfredo M. Aguayo

Dr. S. Massip.

tuvo siempre especial cariño y predilección para nuestro distinguido amigo. El año de 1916 ganó, por oposición tam-

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bien, la cátedra de Geografía e Historia en el Instituto de Matanzas, siendo notable que los triunfos eu vez de enorgulle-eerlo, le empujan liacia nuevos esfuerzos y nuevos estudios. El Dr. Massip cubrió eu el Instituto de Matanzas la vacante dejada por el iuolvidable Dr. Blanchet.

En 1917 frecuentó el Curso de Geografía Física eu la Universidad de Columbia (B. U.) siendo su maestro el famoso pro Pesor Dnuglas Wilsou Johnson. De tal manera le consideraron en ese Centro de Quitara, que, sin requisitos, le admitieron en calidad de Socio en la American Geo-graphical Society.

El Dr. Salvador Massip. a pesar «le su juventud ha producido muchos y valiosos trabajos, originales unos, y otros traducidos de idiomas extranjeros, contribuyen-■ lo así mu}’ eficazmente, a la cultura de la juventud de Matanzas y de Cuba en general.

Entre ellos, unos 25 de pedagogía y litros 20 aproximadamente, de geografía.

Los últimos han sido publicados por la Revista del Prof. Arturo Diaz Alrededor de la Escuela.

Hace poco Massip dio en la Academia Militar, en el Morro, unas interesantes Conferencias sobre las relaciones entre la «reografía y la guerra europea. De ellas se ocupó mucho la prensa de la Habana, tributando al culto conferencista el merecido encomio.

Massip, en el estudio de la geografía física es ya un verdadero especialista, y marcará siu duda en Cuba nuevos derroteros en ese ramo científico.

• • »

Víctor M. Rodríguez otro campeón de la juventud intelectual matancera es poco ‘■onocido Es un joven estudioso, que vale mucho, y muy modesto.

Colabora con el Dr. Carlos de la Torre en calidad de ayudante, y el sabio le profesa mucho aprecio, lo que es título sufi-

ciente para poderlo considerar cutre lo* que valen.

El Doctor Víctor M. Rodríguez acaba de ser nombrado Catedrático Auxiliar de-la Universidad de la Habana.

• • •

Salom íDiwaldo) es otro de los jóvenes y brillantes intelectuales matanceros.

Es abogado y funcionario público en Europa, ya que pertenece al Cuerpo Consular.

Sus versos son iuspirados y armoniosos y han sido publicados por «El Fícaro», por «Letras» y otras revistas.

Algunas de sus mejores composiciones: Apiádate de mí, José Martí, Antonio Maceo, Al pié de la Reja, Madre mía, Yo te haré sollozar, Ansia suprema, Una noche en París, No me dejes, etc.

Salom nació en Matanzas el 22 de Julio de 1879.

» « *

Villar-Buceta (María).—Poetisa por talento natural y por intuición. Nació en Pedro Betancourt (antiguamente Corral Falso) hace 19 años, pero escribe versos tan profundos que el crítico más inteligente podría atribuirlos a un eerel-ro llegado a su completa madurez. María Villar desde la edad de las muñecas, íia sido la madre de sus hermanitos huérfanos y la mujer hacendosa de la casa. Por lo tanto, descuidó su instrueeióu, y naoie sabe explicarse cómo pudo formar su cultura, sin pensar involuntariamente a la pluralidad de las existencias. ¿Será el alma de la joven poetisa un alma mil veces transformada, y ya próxima al estado perfecto?

María Villar Bueeta escribe óien en verso y bien en prosa. Hay quien la cre« excesivamente tímida y modesta porque a veces ha rehusado invitaciones y ofrecimientos referentes a su colaboración en revistas importantes.

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Es indudable, oh alma!, que quisimos vivir la Vida muy de prisa: ese fué nuestro error fundamental… Un loco afán, una insaciable sed de vida, turbó nuestra razóu, y nos lanzamos a conquistar la formidable cumbre donde se asienta la Verdad que, absorta, con una enorme turbación de nupcias, •se nos dio toda… Y la Verdad fué nuestra!

Inaccesibles sobre nuestra cumbre —tal un águila erguida sobre un risco— las primicias del triunfo disfrutamos; y ella, la huraña, fué como hembra pró-

(diga

a la voracidad de nuestros besos… Desde entonces, oh alma!… desde entonces

tuvimos los secretos de la Vida, nuestra duda trocóse en certidumbre, y nuestra certidumbre en desencanto: a la tristeza de ignorarlo todo siguió el dolor de la sabiduría! Y fué nuestro dolor sin esperanza!

Quien nada espera nada cree: pero aprendimos la Ciencia de la Vida en la desolación de nuestro triunfo! Hemos llegado. .. ! Hemos llegado?. ..

Acaso

liemos tergiversado nuestro oculto sentido de la Vida. . . En tu tristeza vi la consumación del sacrificio y tu impotencia ante lo irremediable… Oh mariposa que en tu propio fuego quemaste el polvo de oro de tus alas: tú y yo sí comprendemos la tortura de Prometeo atado a ingente roca! Con nuestras manos, cual si fueran

(buitres.

nos arrancamos todos nuestros sueños: borramos todo inútil espejismo <iiie decorara nuestra perspectiva interior; mas la cumbre nos dio en cambio su facultad de dominarlo todo y ver todas las cosas de la tierra como a vista de pájaro…

Y ahora…?

Ahora iremos por todos los caminos < on nuestra fortaleza por escudo ; liaremos florecer en cada yermo una como ficción de primavera; habrá la floración de una sonrisa comprensiva y piadosa en nuestros labios nara todos los débiles de alma «ie quedan rezagados en su ruta: v para aquellos que a nosotros lleguen (onscientes de su fuerza, les daremos nuestras manos, en son de bienvenida!

Otros todavía, entre los jóvenes matanceros, pueden dar a la patria la flor de su talento que hoy dormita soñolienta en algunos, o no se abre aún con toda su lozanía en otros.

Los Sres. Horacio Díaz Pardo, Mario Luque y Félix L. Campuzano, abogados los tres, están en el primer caso; el Dr. Miguel A. Caballero, Secretario del Gobierno Provincial, Jorge Casáis y Lloren te, Joaquín Cataneo, Julio Seijas, Jorge Antonio Trelles y Tosca (que acaba de ob

tener el primer premio del Certamen del Centenario de Cienfuegos con su Bibliografía Cienfucguera) están en el segund)

(;¡so.

De ellos la cultura cubana espera una lontribución más abundante, ya que la juventud intelectual es para la patria una legítima y fundada esperanza.

El periódico El Estudiante en estos últimos 12 años fué la palestra literaria en que se formó el movimiento intelectual de la juventud matancera.

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Pero lo que se atribuye a timidez es acaso la confianza que la poetisa abriga de producir algo mejor siempre mejor: ella detesta las medianías: quiere su lugar en la cúspide y llegará a ella sin duda.

A veces alguna revista ha publicado sin orden cronológico versos escritos en épocas muy diferentes de su vida poética, y tal cosa no ha gustado a María Villar.

Entonces ha recogido sus alas, herida.

Ella aspira al progreso: nadie debe fi-

conocimiento de la vida que parecería deber revelarse sólo ahora a su alma!

¿Y por qué misterio de intuición, esta joven que no ha salido de su pueblo es tan sutilmente psicóloga, y sabe escribir versos tan llenos y robustos, y armoniosos ?

Los que no creen en la existencia real de María Villar Buceta andan muy equivocados. Para cerciorarme que no se tra-lara de bigotes conquistadores, yo he ido.

María Villar Buceta.

gurarse que se haya detenido en su marcha ascendente, o que haya dado un paso hacia atrás.

He leído su hermoso Tríptico: Ascensión, Canto de Redención y Psiquis. Además: Sed de Vida, Unanimismo, Arcano, Nostalgias, Crepúsculo en Otoño, Noche de Carnaval y por fin su Samaritana.

Qué poesía vibrante en sus ritmos sonoros ! qué profundidad de conceptos! qué

a Pedro Betancourt y pudo convencerme de su personalidad femenina y talentosa, enteramente diferente de la que podrían soñar o figurarse poetas y admiradores.

Con ella he pasado ratos intelectuales agradabilísimos.

Aquí van unos versos de María Villar Buceta. Sed de Vida prueba lo asentado sobre la vigorosa poetisa cubana.

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Es indudable, oh alma!, que quisimos vivir la Vida muy de prisa: ese fué nuestro error fundamental…  Un loco afán, una insaciable sed de vida, turbó nuestra razón, y nos lanzamos a conquistar la formidable cumbre donde se asienta la Verdad que, absorta, con una enorme turbación de nupcias, •se nos dio toda… Y la Verdad fifé nuestra!

Inaccesibles sobre nuestra cumbre —tal un águila erguida sobre un risco— las primicias del triunfo disfrutamos; y ella, la huraña, fué como hembra pró-

(diga

a la voracidad de nuestros besos. ..

Desde entonces, oh alma!… desde entonces

tuvimos los secretos de la Vida, nuestra duda trocóse en certidumbre, y nuestra certidumbre en desencanto: a la tristeza de ignorarlo todo siguió el dolor de la sabiduría ! Y fué nuestro dolor sin esperanza:

Quien nada espera nada cree; pero iíprendimos la Ciencia de la Vida en la desolación de nuestro triunfo! Hemos llegado. .. ! Hemos llegado?. ..

hemos tergiversado nuestro oculto sentido de la Vida.. . En tu tristeza vi la consumación del sacrificio y tu impotencia ante lo irremediable… Oh mariposa que en tu propio fuego quemaste el polvo de oro de tus alas: tú y yo sí comprendemos la tortura de Prometeo atado a ingente roca! Con nuestras manos, cual si fueran

(buitres.

nos arrancamos todos nuestros sueños: borramos todo inútil espejismo (|Ue decorara nuestra perspectiva interior; mas la cumbre nos dio en cambio su facultad de dominarlo todo y ver todas las cosas de la tierra como a vista de pájaro…

Y ahora…?

Ahora iremos por todos los caminos con nuestra fortaleza por escudo; liaremos florecer en cada yermo una como ficción de primavera; habrá la floración de una sonrisa comprensiva y piadosa en nuestros iabios nara todos los débiles de alma -pie quedan rezagados en su ruta; v para aquellos que a nosotros lleguen conscientes de su fuerza, les daremos nuestras manos, en son de bienvenida!

Otros todavía, entre los jóvenes matanceros, pueden dar a la patria la flor de su talento que hoy dormita soñolienta en at-irunos, o no se abre aún con toda su lozanía en otros.

Los Sres. Horacio Díaz Pardo, Mario Luque y Félix L. Campuzano, abogados los tres, están en el primer caso; el Dr. Miguel A. Caballero, Secretario del Gobierno Provincial, Jorge Casáis y Lloren te, Joaquín Cataneo, Julio Scijas,- Jorge Antonio Trelles y Tosca (que acaba de ob-

tener el primer premio del Certamen del Centenario de Cienfuegos con su Bibliografía Cienfueguera) están en el segund)

( ;¡so.

De ellos la cultura cubana espera una contribución más abundante, ya que la juventud intelectual es para la patria una legítima y fundada esperanza.

El periódico El Estudiante en estos últimos 12 años fué la palestra literaria en» que se formó el movimiento intelectual de la juventud matancera.

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