Cultura Cubana. Adolfo Dollero
Evolución de la ciencia en la provincia de Matanzas
Médicos-Cirujanos.- Químicos.- Naturalistas.- Ingenieros
Piqué (Francisco)
Otro ingeniero distinguido, natural de Matanzas y contemporáneo de Pimienta. Estaba casado con la hija de Pedro José Guiteras. Merece ser mencionado su proyecto de un Ferrocarril Continental para unir las dos Américas.
Plasencia y Lizaso (Ignacio G.)
Hijo de la Ciudad de Alacranes de donde han salido varios de los más preclaros ciudadanos de la provincia de Matanzas.
Nació el Dr. Plasencia, el 30 de septiembre de 1843 y falleció en La Habana el 19 de julio de 1913.
Extractamos del elogio fúnebre que hizo de él, nuestro distinguido amigo el Dr. Jorge Le Roy, algunos de los datos más importantes de la vida útil, muy útil del insigne cirujano.
Cursó sus estudios en La Habana, recibiendo en 1869 el diploma de Licenciado en Medicina, y Cirugía, después de haber ganado la Medalla, Premio de Anatomía Descriptiva, y las notas de Sobresaliente.
Tan pronto como le fue posible trasladóse a París para perfeccionar sus conocimientos en cirugía y partos, y Pinard, Richet, Verneuil, Labbé etc. (casi todos los médicos más ilustres de esa época) contribuyeron eficazmente a preparar la personalidad científica de nuestro biografiado.
En 1876 obtuvo de la Universidad Central de Madrid el título de Doctor, regresando después a Cuba.
Como operador conquistó muy pronto un lugar preferente, por su notable seguridad en las operaciones más difíciles: y le distinguieron con honores y nombramientos múltiples: Subdelegado de Marina del Barrio de San Lázaro; miembro de la Sociedad Antropológica; de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana; Socio de Número de la Sociedad Económica de Amigos del País; Catedrático Suplente de la Universidad de La Habana; Vocal de la Junta de I. P.; Miembro de la Academia de Ciencias de La Habana, Miembro Corresponsal Honorario del Institut du Midi, (Toulouse, Francia); Miembro Corresponsal Extranjero de la Société de Médecine Pratique, de París, etc.
Cupo al Dr. Plasencia y Lizaso el honor de haber sido uno de los médicos que más han contribuido a revolucionar y evolucionar la ciencia en Cuba, aplicando los descubrimientos y doctrinas del gran Pasteur.
Con el Dr. R. Menocal y el Dr. G. Casuso, el Dr. Plasencia adoptaba en Cuba todo lo que se acababa de descubrir y adoptar en Europa.
El 10 de diciembre de 1876 presentó ante la Academia de Ciencias un estudio sobre el termo-cauterio haciéndolo funcionar ante varios de los más eminentes médicos cubanos en diferentes operaciones: en otras varias ocasiones practicó felizmente operaciones difíciles y nuevas para Cuba, como la desarticulación del muslo; la traquelorrafia en caso de dilaceración lateral derecha del cuello uterino: la perineorrafia, la ovarioctomía doble, etc.
Muchos trabajos científicos del Dr. Plasencia han sido con sobrada razón, calificados de notables por la Academia de Ciencias: entre ellos el titulado La Uretrotomía en Cuba; Del tratamiento del hidrocele por el ácido fénico diluido; La Apendicitis, enfermedad quirúrgica; Aneurisma de la Arteria Iliaca derecha; varios trabajos sobre las hernias, y muchos sobre operaciones y diferentes casos clínicos.
Además se demostró siempre buen cubano, ayudando en lo que le fue posible la causa de la libertad.
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