Al repulso sujeto nombrado Víctor Manuel Rocha, —al igual que Ana Belén Montes y muchos otros infiltrados y “diplomáticos” que rebosan en esa cubeta de hez—, nada le importaba el sufrimiento del pueblo de Cuba, los miles de prisioneros políticos, el terror y la miseria que la mafia comunista cubana inflige a diario a su esclavizada y depauperada población, ni las degradantes reproducciones implantadas en Venezuela y Nicaragua con el mismo resultado de sufrimiento, opresión, miseria y terror para sus inmolados pueblos.
¡En el mundo libre, o, al menos en nuestro Continente, tenemos que acabar para siempre con esta nociva y contaminante plaga de criminales y ladrones cuya conducta es tan repulsiva como lo son ellos mismos!
La ONU, ese lodazal controlado por los comunistas, no acogió a Víctor Manuel Rocha, que se sepa, ya que nunca formó parte de la delegación de nuestro país en la Naciones Unidas, pero bien pudo llegar a serlo porque ya había alcanzado el pináculo diplomático. Es posible que otros, aún no descubiertos, estén llegando al tope de esas posiciones o acaso ya se encuentren en ellas.
El declive de la “Organización de Naciones Unidas”, se inició realmente desde hace muchos años, como hemos afirmado antes.
No debemos olvidar el burdo espectáculo que ofreció el tosco Premier Ruso Nikita Kruschev en una sesión de la ONU cuando vergonzosamente se descalzó y comenzó a golpear en la mesa con su zapato. Nadie le ordenó abandonar la sede, y nadie le expulsó de los predios de dicho organismo en Nueva York. Y a ningún “diplomático” se le ocurrió levantar la voz para preguntar algo lógico: “Señores, ¿somos una organización seria y honorable, o somos un relajo?”
Felipe Lorenzo
Hialeah, Fl
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