“¡Seremos como el Che!”
¡Sí, como no! Seremos como el Che; delincuente, ladrón, aventurero criminal, enano moral, anémico, tísico y, sobretodo, marcadamente cobarde, como evidenció claramente en el Congo y en Bolivia. “¡Seremos como el Che!”
Sí, claro; antipático, zoquete, arrogante, pedante, y amargado como le demostró al entonces comunista locutor cubano Cepero Brito, cuando en las primeras semanas tras el triunfo de la “robolución” se dirigió a él llamándole “Che”.
El acomplejado endeble se le acercó en aquella ocasión junto a su escolta, le dirigió una fría mirada llena de soberbia, y la espetó: “Para usted, yo soy el Comandante Ernesto Guevara”.
Cepero Brito tragó en seco, y contestó en voz baja y temblorosa, “perdone usted…, Comandante”, al tiempo que, seguramente, sentía una rara y repentina humedad en su ropa interior.
Como todo buen comunista, Cepero Brito era socarrón y cobarde… ¡como el Che!
¡Seremos como el Che!: Una muestra más de heces fecales para el Laboratorio Clínico de la Historia.
También la ONU le permitió a la morralla callejera y comunista de nombre Hugo Chávez Frías declarar en su “respetable podio” que “había olor a azufre”, insinuando que el vampiresco y diabólico Presidente Norteamericano igualmente había hecho uso de la palabra en el mismo sitio. Ese pávido, que se corrió en los pantalones cuando fue arrestado en 2002, no tuvo ni abucheos ni censuras como respuesta a sus groseras y vulgares expresiones.
¡En la sede de la irrespetable ONU, todos los comunistas son bienvenidos!
Los demócratas educados e íntegros, …esos no. Esos solamente se toleran para que hablen y se marchen. Y, eso sí, para que continúen pagando sus cuotas al día sin cuestionar el buen o mal empleo de sus fondos, como nuestro gran país, que contribuye nada menos que con el 22% de todo el presupuesto de la ONU, mientras China Roja, hasta el año 2000 contribuía con sólo el 1%, aunque ahora con algo más, y Rusia con apenas el 1.6%.
Es que nos parece escuchar de nuevo a José Pardo Llada con su voz enérgica y rasposa clamar: ¡Qué desparpajo, señores! ¡Qué desparpajo!
Como dato curioso debemos mencionar que entre los muchos países atrasados en sus cuotas a la ONU, los peores son Afganistán, Comoros, Ecuador, Somalia y Venezuela. No, no; no es que Cuba se salve, es que no aparece entre los cinco peores en sus cuotas. Pero, en cambio, los Estados Unidos, o sea, nosotros los contribuyentes norteamericanos que trabajamos tan duro, ¡seguimos aportando el 22%!
La “ONU”, Organización de las Naciones Unidas, ha demostrado su antipatía a los principios democráticos desde hace muchas décadas, una vez que cayó bajo el control de la mayoría de países —¿países?— de marcada tendencia izquierdista. Algunos —con poblaciones de mínimos millones de habitantes, que ni igualarían la densidad del Condado Miami-Dade— han votado siempre a favor de los intereses rusos y chinos en la ONU, e inexorablemente en contra de los países democráticos, especialmente si se trata del estado de Israel, única nación realmente democrática en Medio Oriente.
De hecho, desde 1967 hasta 1989, 45 resoluciones de la ONU han sido votadas condenando al estado de Israel, contando, claro está, con la mayoría de los 193 miembros que integran hoy la organización, nada parecidos, por supuesto, a los 51 miembros originales que la fundaron, dicho sea de paso, ¡en mala hora!.
Felipe Lorenzo
Hialeah, Fl.
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