LA EUFEMÍSTICA EN LA BANALIZACIÓN PERVERSA DE LA REALIDAD

Written by Demetiro J Perez

18 de julio de 2023

El 14 de Julio escribo esta crónica mientras tiene lugar el desfile por la fiesta nacional francesa. La fecha pilla a la ciudadanía en pleno marasmo colectivo. De paso anoche los transportes pararon en los suburbios a las 9 de la noche, medida preventiva. Esta mañana, victorioso canto del cisne, han dicho que en París intramuros hubo situación de RAS vale decir “nada a señalar”. Igual al final de esta mañana, como desde hace ya varios días. De paso la presencia pública de la policía casi que ha desaparecido. Los guardias están en los precintos, atentos pero muy discretos. Esta noche habrá menos fuegos artificiales a lo largo del país, pero han mantenido los que tiran en la capital a la caída de la noche no lejos de la Torre Eiffel. El presidente Emmanuel Macron por su parte no dirá ni pío: la conferencia de prensa de siempre ha sido anulada y si hay convite en los jardines de Palacio será a lo cortico. 

Curiosa e inédita situación. A mediados de abril el presidente nos había dado cita precisamente para hoy. Fue durante una breve alocución que pretendía dar por terminado el período de protestas que había habido cuando durante meses se discutía en el Parlamento la nueva ley de jubilación. Que al final la pasaron por decretazo. Aquél fue un discursito desabrido con el cual a nadie convenció. No podía imaginar Macron ni remotamente que la muerte de un joven delincuente a manos de un policía iba a transformar las calles del país en campo de batalla dos meses más tarde.  Expresó doctamente que no se podía proseguir sobre el camino del individualismo y los extremismos. Ocurrió como quien dice ayer, pero da la impresión de que tuvo lugar hace mucho tiempo. Pretendía el hombre que desde ya era necesario «construir un nuevo pacto de vida en el trabajo», bellas palabras tan vacías como condenadas al ridículo.

Si la parte visible -¡y cómo!- de estos conflictos de amplitud exponencial han sido las calles, en trastienda han estado actuando con temible eficiencia las fuerzas de las izquierdas y de la extrema izquierda. Las controversias que han promovido, como quien echa leña al fuego, son ejemplo de una mala fe inconmensurable. Controversias y acusaciones que poco tienen que ver con la realidad han envenado el acontecer sobre la base de frases pronunciadas con el deliberado propósito de incrementar un clima mórbido que por momentos ha dado la impresión de ser algo así como prerrevolucionario.

La demagogia de aquellos que tienen como horizonte citas electorales futuras es mala consejera. Y naturalmente la prensa tiene una gran responsabilidad en todo esto. Cuando no se tiene cuidado a la hora de apartar la paja del grano el riesgo es grande de plantear a las masas soluciones equivocadas ante los monumentales problemas que las sociedades de hoy deben enfrentar. Los sobregiros presupuestarios y el cambio climático son los más serios en momentos en los cuales es evidente que las soluciones que se están planteando distan de estar a la altura necesarias.

Otras instituciones continúan actuando como si nada estuviera sucediendo en Francia.  Miran en otra dirección, tal vez no les falte razón. La UNESCO por ejemplo que el pasado día 12 organizó una agradable fiesta para inaugurar un gigantesco mural hecho in sito por Vihls, creador portugués de arte urbano cuyos trabajos adornan decenas de lugares célebres.

El palacio de la organización mundial, a la cual por cierto acaba de reincorporarse Estados Unidos, posee una colección de obras de arte – Calder, Picasso, Miró, Matta, Noguchi, etc – que testimonia de la riqueza de la expresión artística universal. Abarca un gran abanico de medios en el cual la pintura, la escultura, las cerámicas y los textiles son su columna vertebral. Todo esto comenzó al finalizar la Segunda Guerra Mundial mediante donaciones sucesivas.  Ha a continuado hasta nuestros días paralelamente al movimiento que labora en la preservación del Patrimonio de la Humanidad.  

Esta nueva obra monumental hecha por el portugués Alexandre Farto, alias Vhils entra de lleno en dicha tradición. Con sus técnicas no tradicionales dijo haber concebido un homenaje a la historia de nuestras sociedades, a sus valores humanistas y al futuro que nos espera. No podía ser más optimista en su discurso, pero por mi parte lo escuché con no poco escepticismo. Habría que ver qué pensaba afuera del edificio, de su jardín y de la reunión de invitados copa en mano el francés común y corriente que sigue puliéndola, estando tan frustrado como impotente al observar los cambios poblacionales que precisamente la UNESCO estimula designándolos como útiles y positivos.

La voluntad de ennoblecer todo incidente asocial, ejemplarizados por los vistos recientemente aquí, esgrimiendo el pretexto de las injusticias sociales reinantes sigue siendo el eufemismo que como justificación enarbolan quienes tratan de destruir el patrimonio que todos debemos tratar de preservar para las generaciones futuras. Vasto programa en este día en el cual se pregona a los cuatro vientos las tres palabras de rigor repetidas desde 1789:  lealtad, igualdad, fraternidad.

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