Por José “Chamby” Campos
Cada día que pasa más me maravillo de los éxitos de mis compatriotas cubanos. Las historias fascinantes detrás de los logros, que en la gran mayoría de las veces parecen salidas de un cuento de hadas.
No importa el tema ahí está presente un representante de la isla. En el campo de los negocios hemos tenido presidentes de juntas de directores a nivel mundial como la Coca Cola y Kellogs; instituciones educativas del prestigio de FIU, Texas A&M, Miami Dade College; en política somos ejemplos dignos de esta nación donde culminaremos este año con el honor de que el Secretario de Estado sea uno de los nuestros.
En deportes sería interminable nombrar todos los triunfos, pero en esta ocasión es meritoria puesto que se trata del triunfo de una mujer cubana-americana en el mundo de la representación de atletas profesionales, una profesión que casi en su totalidad es controlada por la raza masculina.
Gladys Alonso es fruto del matrimonio del camagüeyano Raúl Alonso y la habanera Gladys Lloren. Nacida aquí en la ciudad de Hialeah tiene dos hermanos varones.
Como toda hija de una fuerte unión familiar fue criada con la intención de que esos valores recibidos los continuara en su propia familia. Se graduó de maestra de escuela donde llegó a obtener una maestría, se casó, dio a luz a una niña y dos varones. Su esposo era el sustento del hogar mientras ella era la típica esposa ama de casa.
Cuando sus hijos varones empezaron a incurrir en actividades deportivas, el béisbol la llevó a convertirse en una amante del juego. Se dio cuenta que le apasionaba y con el tiempo aprendió las intrincancias de la pelota. Se involucró en todos los aspectos; las prácticas, las estrategias y los entrenamientos le venían fácil. Ayudaba a los equipos en cualquier capacidad.
En una ocasión un “busca talento”, scout, estadounidense sin conocimiento de la lengua española le pidió que lo ayudara a comunicarse con un muchacho que estaban reclutando. Durante el proceso ella se dio cuenta de la cantidad de jóvenes que no tenían quien los representara legalmente, al mismo tiempo que el idioma resultaba un obstáculo bastante grande en numerosas ocasiones tanto para el atleta como para la organización interesada.
Después de conocer el procedimiento necesario para certificarse como “Agente Profesional de Atletas”, encontró que ella llenaba los requisitos e inmediatamente se decidió a aplicar. Sus padres, hermanos, esposo e hijos le ofrecieron un total apoyo y es así como se inicia el proyecto que culminó con la agencia de peloteros que hoy día lleva el nombre de A&F que significa “Alonso y Familia”. Aparentemente el béisbol es más que un negocio para este clan donde hay ejemplos de buenos peloteros citando a su tío Ricardo Fuentes quien fue un excelente torpedero de la secundaria Miami High.
Su primer obstáculo para certificarse fue conseguir un pelotero que llegara a las Grandes Ligas y es así como representa al lanzador dominicano Arquímides Caminero el cual vistió el uniforme de los Marlins de Miami.
Desde esa fecha hasta la actualidad la lista se ha extendido no solo en atletas sino de donde provienen y también las diferentes ligas donde les ha conseguido empleo.
Por su roster han pasado cubanos, dominicanos, venezolanos por mencionar algunas de las nacionalidades. Ya mencionamos que ha representado a nivel de MLB pero hay que añadir las ligas invernales latinoamericanas que forman parte de la conferencia que eventualmente patrocina La Serie del Caribe. La Liga Dominicana, LIDOM, es un ejemplo de esas ligas y ahí Gladys ha podido conseguir que sus pupilos participen.
El modo operativo siempre es el mismo; primero la búsqueda y evaluación del talento, después la representación y finalmente la contratación. Cuando esto ocurre entonces se pasa a la fase de cuidado legal y financiero.
Durante 10 años su profesión la ha llevado a recorrer los terrenos más insólitos de la tierra como es el caso de cuando tuvo que viajar a Italia para firmar a un muchacho hijo de un cubano y una italiana. Tiene presencia en las ligas asiáticas incluyendo el difícil mercado de Japón.
Nos comentó que el principio fue muy duro debido a su inexperiencia y que nunca tuvo un mentor. La corrupción y los engaños son factores perennes por lo que solo los años y la experiencia te da las herramientas para superar esas situaciones y sobre todo no puede dejar que te afecten.
Después de 10 años en la industria sigue con la misma convicción y la motivación de superarse y llegar a ser la mejor.
Ya es una figura reconocida pero más importante, es respetada tanto por sus colegas, sus clientes y los equipos.
No olvidemos el nombre de Gladys Alonso, una cubana-americana que sin ser nuestra agente nos representa muy bien.
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