Por Luis de la Paz  

Culturalmente lo más lamentable del año 2025 que está por terminar fue el cierre de la sala Havanafama y el mejor momento, la apertura de la 4ta. Pared, otra sala teatral. Desde luego un hecho no compensa el otro, pero ayuda a que el desánimo sea menor. También reabrió la Torre de la Libertad y eso es algo significativo por lo que representa y puede aportar como un centro de arte, literatura y significación política y social. 

La vida cultural de Miami mantiene su ritmo con sus temporadas de ópera y danza; los festivales de cine, ballet, teatro; Art Bassel, Miami Pinta, la semana de la moda y la Feria del Libro; conciertos de artistas populares locales, nacionales e internacionales; exhibiciones de artes plásticas y museos. Miami es todo eso y mucho más. Es un micromundo que tiene un sitio en el contexto general de las plazas culturales, gracias a cada uno de los que con su arte y experiencia de vida, la enriquece. 

Varios periodistas y figuras de los medios de comunicación, incluidos de las redes sociales, expresan cómo sintieron la vida cultural en el sur de la Florida a lo largo del año que está por terminar. 

Douglas Gómez Barrueta: La vida cultural de Miami pareciera estar marcada con los festivales de cine, teatro, ballet, literatura infantil, la feria del libro y los eventos de artes visuales que se realizan a fin de año, liderados por el famoso Art Basel. Algunos museos como el Rubell, ICA, MOCA y NSU han ofrecido exhibiciones importantes, muy bien curadas, con obras internacionales fundamentales. Es plausible el trabajo dedicado a los niños y adolescentes que llevan adelante la Fundación Cuatrogatos, Imago, el Koubek Center y la Greater Miami Youth Symphony, entre otras iniciativas. Esto fomenta la educación de nuevo público para la cultura, una sensibilidad necesaria para la creación de la ciudadanía y la valorización de la democracia. Hay un trabajo inmenso por hacer en los medios locales para crear mayores espacios de difusión que ayuden a la gente a informarse sobre los eventos, obras y creadores que construyen la cultura de nuestra ciudad.

Jesús Hernández: El año termina con un saldo positivo y con la inesperada victoria frente a la propuesta de prácticamente borrar la entidad condal de Cultura. En una ciudad como Miami y sus alrededores, donde hay que contar los centavos para llegar a fin de mes y en la que casi todo se mide por el aporte económico que pueda generar, la “apatía cultural” no debería sorprender. Hay que recordar que cualquier manifestación artística –desde un cuadro, una buena obra de teatro o una novela, por muy sencilla que parezca– sí produce: patrimonio, admiración, turismo y empleos. Pero, además de ferias, festivales y otras actividades oportunas, es necesario fomentar la vida cultural diaria a través del diálogo y la empatía. Los medios de comunicación, ante la indiferencia de unos y la falta de apoyo de otros, son las únicas vías disponibles para difundir las artes.

Ena Columbié: La vida cultural de Miami en 2025 a pesar de la angustia por los problemas políticos y económicos, se ha caracterizado por una agenda repleta de eventos, que abarca desde festivales de arte y moda hasta competencias deportivas y celebraciones de la diversidad. Se han destacado eventos como Art Basel Miami Beach, el South Beach Wine & Food Festival y la Miami Music Week, que consolidan a la ciudad como un centro de arte, gastronomía, música y moda. Además, la ciudad ha continuado celebrando su rica herencia latina y caribeña a través de eventos como el Carnaval Miami, el Calle Ocho Music Festival y Miami Book Fair que como siempre trajo una variedad de autores destacados. Personalmente entre los escritores hispanos resalto la narrativa de María Elena Hernández con Caballero con Negro en la costa, Wendy Guerra con su novela La costurera de Chanel y Julia Navarro con el libro El niño que perdió la guerra.

Alejandro Ríos: La vocación cultural de Miami se sigue afianzando pese a ser una ciudad joven con no pocas tentaciones urbanas. Ha reverdecido la oferta cinematográfica, con el Festival de Cine de Miami a la cabeza, seguida por nuevas iniciativas. Para celebrar su centenario, la Torre de la Libertad reabrió totalmente restaurada como museo, convirtiéndose en un hito cultural renovado. Otro aniversario significativo –el de la legendaria Celia Cruz– recibió homenajes en todos los géneros artísticos y literarios. Las presentaciones de libros se han vuelto ubicuas: algunos espacios desaparecieron, otros abrieron sus puertas, y el público sigue respondiendo. La Feria del Libro convocó a cientos de autores y lectores. El teatro oscila entre la comedia vernácula y propuestas que convocan a una reflexión profunda. Las artes plásticas tampoco se quedan atrás: Miami, sede de Art Basel, mantiene un ecosistema vibrante en el que las galerías locales continúan programando a artistas destacados. 

Luis Felipe Rojas: Se ven luces en el ámbito cultural al final de ese camino gris que ha sido la vida post pandemia, sobre todo en el sur de la Florida, y específicamente en Miami que es donde hago vida habitualmente. En la esfera literaria se sucedieron importantes eventos que fueron desde presentaciones individuales de títulos de diversos géneros a dos actividades puntuales como lo son la Feria del Libro Cubano Exiliado y la Feria del Libro de Miami. En la primera, aunque un logro significativo, es su regreso una década después, la poca afluencia de público –más allá de autores y editores- atentó contra su brillo y originalidad, en la segunda su conversión a un espacio de venta de bisuterías y su manera de centrarse en figuras repetidas año tras año, le van restando eficacia. En cambio, la diversidad de generaciones, proyectos culturales arriesgados, temáticas y apuestas por el público consumidor de redes sociales, siguen promoviendo al sur de Florida y Miami como centros de creación cultural de relevancia en el mundo hispano en EE.UU.

Wilma Hernández: Miami es una ciudad que sabe sorprendernos y, sobre todo, seducirnos. Con mucho más que playas y tiendas de lujo que ofrecer, la Capital de Sol también brinda buen teatro, así como gastronomía de alta gama que es vibrante y diversa. En cuanto a las artes visuales, la recién edición de la Semana del Arte es prueba de que la ciudad continúa expandiendo su oferta cultural con gran estilo, al igual que los musicales de la temporada Broadway in Miami, del Arsht Center, o las producciones teatrales de Martí Productions. Miami simplemente tiene algo para cada espectador o amante de las artes en cualquiera de sus manifestaciones.

Exilda Arjona Palmer: Miami me ha arropado en el sentido amplio de la palabra y su cultura me envolvió desde el principio. Este 2025 no ha sido la excepción, la vida cultural miamense ha reverdecido. Los eventos, exposiciones y tertulias se han multiplicado para bien. Diferentes formatos y locaciones han puesto en la mira a la ciudad. Durante este año he participado en varios de estos eventos, también desde mi profesión he conversado con gestores y participantes y todos coinciden en la necesidad de mantener esos espacios abiertos logrando así que la frase “Miami es un cementerio de artistas” no se escuche nunca más. Vivir en esta ciudad te da la oportunidad de involucrarte en ese mundo artístico de diversas formas y a veces no te alcanza un año para ver y disfrutarlo todo. Particularmente me hubiese gustado haber visitado más museos, ver más obras teatrales, haber ido a más conciertos, pero no me puedo quejar, mis vivencias de este año, culturalmente hablando, sobrepasaron mis expectativas. Solo espero que en el 2026 se multipliquen.