Por Roberto Luque Escalona

*Como si el socialismo científico no fuera suficiente, La Madre Naturaleza la ha emprendido con Cuba. Ciclón en el Occidente, sismos en Oriente. En una Cuba normal, vale decir la de antes, se les hubiera considerado males menores, pero en la actual ningún mal es menor.

*No estoy seguro, pero creo que en un país cuya economía estuviese basada en el trabajo esclavo existió algo ni remotamente parecido al cuerpo armado cuyo nombre era Batallón de Pardos y Morenos.

*Quizás alguien se pregunte el por qué se llamaba “morenos” a los negros libres. Pues porque la palabra “negro” era sinónimo de “esclavo”. Esta última palabra no se usaba. “Negro” se usaba en su lugar. En vez de decir “ese ingenio cuenta con cien esclavos”, decía “ese ingenio cuenta con cien negros”. 

Era como si las palabras “esclavo” y “esclavitud” avergonzaran a los que se beneficiaban con ese sistema.

*La diferencia con otras sociedades esclavistas tiene su símbolo en el negro de uniforme militar y sable al cinto que aparece en el mural del Templete, el pequeño edificio neoclásico anexo a la Plaza de Armas. Es el capitán Tondá, Jefe del Batallón de Pardos y Morenos, un cuerpo armado que no existió en alguna otra sociedad esclavista. Esa unidad militar y el navío velero más grande que haya existido, el Santísima Trinidad, construido en La Habana, simbolizan la condición única de Cuba en esa época… que luego se mantuvo.

“Nosotros los cubanos

  No somos nada chauvinistas

  Al ser tan superiores

  Sólo somos realistas”

Al escribir estos versos Marisela Verena quizás bromeaba, pero a veces uno quiere bromear y dice una verdad de las grandes.

En cuanto a mí, que nadie espere modestia digamos “nacional”. Nosotros somos lo que somos y si a alguien le mortifica, que se jo- jo- jo, dijo Santa Claus.

*Las personas que han decidido irse a raíz de la elección de Donald Trump – Cher, Barbra Streisand, Silvester Stallone- ya deben estar haciendo las maletas, aunque quizás esperen la toma de posesión de Trump. Todas son personas digamos pudientes, y el que tiene dinero se puede ir a vivir a cualquier lugar que se le antoje, o sea, que cumplir su “amenaza” migratoria está dentro de las posibilidades económicas de los amenazantes. Adelante, pues. Los   que se vayan serán felices y yo compartiré su felicidad. Por cierto, con estas amenazas de abandonar el país los amenazantes revelan una vanidad sin límites. Se van para castigar a la Nación por haber elegido a Trump, como si creyeran que su ausencia será un castigo. ¿Estará el país mejor sin ellos? Estará igual. Ni fu ni fa.

*Con Marco Rubio tendremos un “Cubanamerican” al frente de la política exterior. Creo que es, de los nuestros, el que ha llegado más alto. En cuanto al que ha llegado más bajo, a ese hay que buscarlo en Cuba…, pero la búsqueda será fácil.

*Dentro de unos días cumpliré 88 años, que de años son una pila bastante alta. Creo que debo enfrentar la inevitable merma de mis facultades. Por eso, de ahora en adelante, esta sección, que siempre ha sido de más o menos 900 palabras, voy a reducirla a más o menos 500. Por supuesto, a menos extensión, menos pago. La mitad de las palabras, la mitad del pago. Creo que es lo justo.