Por Roberto Luque Escalona
*El ciclón Helene, que nos amenazó sin atacarnos, ha resultado devastador después de tocar tierra en el Panhandle floridano e internarse en el continente. Ya son varios los muertos y aún no se extingue. A Cuba apenas la rozó por la poco poblada península de Guanahacabibes. Por cierto, si a La Habana la azota un ciclón categoría 4, algo que no sucede desde hace tiempo, la destrucción sería como para evacuar la capital. Los edificios viejos por estropeados y faltos de mantenimiento, los nuevos por defectos en su construcción. Uno que no sería de lamentar es el enorme y esperpéntico Focsa, ese horrible paraván que estropea con su fealdad a una ciudad que fue bella, y su vecino el Someillán. El Gordo y el Flaco de la pésima arquitectura de los años 50.
*Por cierto, con las pocas ganas de escribir que tengo y ahora este tareco, maldita sea la madre del que lo construyó, le da por escribirlo todo con mayúscula. Tendré que esperar a que se despierte mi nieto para que lo normalice. Hasta entonces.
Bien, resuelto el problema, continúo:
*Si a una mayoría de americanos les da por elegir a Kamala Harris, este país pasará a ser uno de tantos, a no ser por el tamaño. Sólo el hecho de que tenga posibilidades de derrotar a quien fue uno de los mejores presidentes que haya tenido América es un índice de la crisis espiritual que atraviesa la nación. Su relación con un político poderoso treinta años mayor que ella, eso se llama putear aquí y en el otro velorio. Siempre habrá quien diga que tal hecho no sería criticado si lo lleva a cabo un hombre ¡Mentira! Chulear en el hombre y putear en la mujer son dos nombres para un mismo hecho y en uno u otro caso es un hecho detestable que debería invalidar a uno que lo cometiera para ejercer cargos públicos, sobre todo, para ser elegido, porque, en ese último caso, los corruptos serían tanto el elegido como el que lo eligió, que corruptos no son sólo los políticos que practican la corrupción, sino también quienes los eligen con sus votos.
*El funcionario castrista que estuvo aquí invitado es, como todos los servidores de tiranías, un canalla, un crápula. El que lo invitó, sea quien sea, es tan canalla y tan crápula como él. A menos que sea un imbécil, y de ser así, hay que preguntarse por qué tiene poder suficiente para otorgar invitaciones oficiales a funcionarios de un gobierno enemigo. Porque es imposible que ignore que ese es un gobierno enemigo, algo difícil de creer porque “esa gente”, como los llaman en Cuba, vive y muere proclamando su enemistad a los Estados Unidos, al “imperialismo”, como dicen allá.
*Lamento haber acertado, operó lo que dije sobre la imposibilidad de derrocar a Maduro por medio de elecciones resultó cierto. Maduro tiene lo principal que debe tener un dictador, que es no la inteligencia ni otra cualidad, si no la voluntad de poder. Además, hay que entenderlo. ¿Cómo se sentiría usted si fuera un chofer de ómnibus y de pronto se convirtiera en presidente? Ha habido muchos vagos, tipos que en su vida han trabajado, que han llegado a ser gobernantes, pero pocos que alguna vez se hayan ganado la vida con su trabajo. Ya lo dije una vez, pero lo quiero repetir: que yo sepa, de los adalides de la clase trabajadora, solo Ho Chi-Minh y el Che Guevara se ganaron alguna vez la vida con su trabajo. Habría que agregar a Maduro.
*Me atormenta pensar que Kamala Harris pueda ganarle una elección a Donald Trump. Se trata de elegir a quien fue, con Ronald Reagan, uno de los dos mejores presidentes americanos de los últimos cien años. Eso ha sido él. ¿Y ella? La vicepresidente del peor de los gobiernos en ese mismo lapso de tiempo.
*Me pregunto ¿cómo andarán las cosas en Francia, esa Francia de hoy? Los que han permitido o quizás promovido esa inmigración indeseable han actuado como si ignoraran que un país no puede conservar su identidad con inmigraciones tan radicalmente extrañas. Algo que no puedo comprender es que si los franceses que vivían en Argelia desde hacía mucho más de un siglo, los llamados pied noirs (pies negros) tuvieron que marcharse del país en el que habían nacido y vivido y, dicho sea de paso, al que habían civilizado, por qué permitieron que Francia se llenara de argelinos. Por cierto, grupo humano que en todo ese tiempo -más de medio siglo- sólo ha producido futbolistas, tres, para ser exactos: Zinedine Zidane, Karim Ben Zemá y Kylian Mbappé. Con Zidane retirado, Ben Zemá cerca del retiro y disgustado con su estancia en el artificial fútbol saudita.
*El fútbol hay que desarrollarlo desde la base y con recursos propios. Hablo de recursos humanos, no de dinero. El impulso que se le quiso dar en Cuba alrededor de 1950 con jugadores costarricenses, haitianos y uno que otro suramericano se quedó en nada, como si no hubiera existido. Sólo los memoriosos lo recordamos.
*A los que me han escrito sin recibir respuesta: mi computadora está en las últimas. Recibe, pero no trasmite. Pronto tendré una nueva y se lo haré saber a todos. Gracias.
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