Por Roberto Luque Escalona
*¿Es usted racista? Antes de contestarle necesito saber si es usted blanco. Si no lo es, entonces racista no podrá ser, pues sólo los blancos pueden acceder a esa categoría. ¿Alguna vez ha sabido de alguien no blanco sea acusado de racismo? Yo, jamás. Cuando los negros esclavos de la antigua Saint Dominge, hoy Haití, se rebelaron y mataron a todos los blancos que no pudieron huir a Cuba, ¿alguien los acusó de racistas?
Creo que no. Sin embargo, esa es la mayor matanza racial que haya ocurrido en América.
*Borja, el linajudo apellido de mi abuela María (un santo, dos papas, César y Lucrecia, que así se apellidaban antes de ser llevados a Italia y convertirse en Borgia), ahora se ha convertido en nombre: Borja Fernández, Borja González, Borja Esto y lo de más allá. Una muy peculiar evolución. No sé de otro apellido que se haya convertido en nombre propio.
*Ernesto Guevara de la Serna, alias El Che, era un sujeto sumamente peculiar. En el verano de 1955 aprobó las asignaturas que le faltaban para graduarse de Doctor en Medicina. Pero no se graduó, pues no llegó a presentar tesis de grado. En vez de eso, tomó un tren e inició un largo periplo que lo llevó a la ciudad de México donde se unió a un grupo de cubanos que preparaban una expedición armada contra el gobierno de Fulgencio Batista. El andariego argentino quedó fascinado con la personalidad del líder, a quien llamó, en unos versos que pudo haberse ahorrado, “ardiente profeta de la aurora”. Si en vez de “profeta” hubiese escrito “mofeta” habría dado en el clavo, pues es sabido que a Fidel Castro nunca le gustó bañarse. A la sombra del pestífero Fidel, el argentino pasó a ser uno de los funcionarios más incompetentes del más incompetente de los gobiernos. Harto de tareas para las que no estaba calificado, Guevara decidió dedicarse a lo que era su verdadera vocación; la liberación de los pueblos oprimidos por el imperialismo yanqui. Vocación tenía, pero carecía de talento. En el Congo escapó de milagro, pero el milagro no se repetiría en Bolivia.
A lo que iba. Durante su época de funcionario, Guevara viajó, viajó y viajó. En uno de esos viajes estuvo en Uruguay, frente por frente a la lejana tierra suya. ¿Por qué no cruzó el Río de la Plata para visitarla? Extraño despego, porque este hombre, aunque es un personaje de la historia de Cuba y para nada figura en la de su país, nunca dejó de ser argentino. Sus aventuras y desventuras fueron financiadas con dinero cubano, pero, a diferencia de otros extranjeros que se incorporaron a nuestra nacionalidad y están en nuestra historia, Ernesto Guevara, que sin duda figura en ella, cubano nunca llegó a ser.
*Corinthians es el nombre de un equipo de fútbol brasileiro. Pues bien, según Luis Inacio Lula da Silva, presidente de Brasil, los seguidores de ese equipo tienen derecho de pegarle a sus mujeres y no deben ser criticados por ello. En el mundo hay muchos paisitos de porquería. Por sus enormes dimensiones, no se puede incluir entre ellos a Brasil. Es, más bien, un paisote de porquería. Muestra de ello es haber elegido presidente al patán de Lula.
*Tras mucha estira y encoge, el muy disminuido Joe Biden decidió renunciar a sus aspiraciones de un segundo periodo presidencial. En realidad, no está en condiciones ni siquiera de terminar este. Sin embargo, le agradezco que haya decidido completarlo, que si renunciara, tendríamos a Kamala Harris de presidenta, algo realmente aterrador.
*Dina Boluarte, la señora que ocupó la Presidencia del Perú tras el derrocamiento de Pedro Castillo, el Señor del Sombrero, parece tener más agallas que su predecesor, pues continúa en el poder en un país donde la continuidad no parece ser frecuente.
*La China de los Ojos Tristes, que ya cumplió 93 años, sigue en la lejana y calurosa Santiago. No es que lo haga a menudo, pero de vez en cuando me pregunto el motivo de su estancia allí. De las principales ciudades de Cuba, Santiago es la más disminuida, la menos acogedora, la que ha sufrido un mayor retroceso. La que más ha avanzado, para mi sorpresa, es mi natal Holguín, que con trescientos mil habitantes ya superó en población a Camagüey y pronto se irá por encima de Santiago. De ahí no pasará, que a La Habana no hay ciudad que la alcance.
*Cuando Colón describió a Cuba como “la tierra más fermosa que ojos humanos vieron” se refería a la región costera de Holguín, la que va de Gibara a Guardalavaca. Otro extranjero, Ernesto Guevara, que desembarcó en la costa sur, la definió como “un manglar infecto”.
*Por cierto, no sé si ya les conté el origen del nombre de mi ciudad natal. Lo tomó de García de Holguín, uno de los seis capitanes de Hernán Cortés en la conquista de México, el que capturó al soberano azteca Cuauhtémoc, el único de los capitanes que regresó a Cuba, de donde los seis habían salido. Los otros eran Pedro de Alvarado, Cristóbal de Olid, Francisco de Montejo, Gonzalo de Sandoval y uno que se me ha perdido y no puedo encontrarlo.
Hato de Holguín llamaron al latifundio donde se asentó don García y allí se fundó San Isidoro de Holguín doscientos años después, donde nacerían Calixto García, Millo Ochoa, Rolando Masferrer, Juanito Márquez y un tal Yo.
*Kamala Harris dice que “el legado de Biden es inigualable en la historia moderna”.
Apretó Kamala. A-pre-tó.
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