Por Roberto Luque Escalona

*Un elefante mató a un turista en Suráfrica. Lo de la muerte no es noticia, que esos animales matan a unas cincuenta personas todos los años, la mayoría tribeños. Detesto a esas feas y enormes bestias que sólo sirven para comerse la hierba que podría alimentar el ganado. Por mí, que los exterminen.

*Joe Biden dio una amplia exhibición de senilidad en la cumbre de la OTAN. Le cambió el nombre al presidente ucraniano nombrándolo nada menos que “Putin” y se felicitó a sí mismo por haber elegido a Donald Trump como su vicepresidente. Asimismo, dijo estar bien asesorado por el Comander in Chief. You are the Comander in Chief God damn it!

*Gretchen Whitmer, Gobernadora de Michigan, parece ser quien sustituirá al atarantado Biden en la candidatura presidencial de los demócratas. Es una figura muy conocida… en Michigan.

*Hace tiempo que estaba esperando que un hijo de mala madre intentara matar a Donald Trump. Ya sucedió.  Es lo único que le queda a esa gentuza: el crimen. Sólo matándolo podrán evitar que Trump regrese a la Casa Blanca. No sólo porque es la mayor figura política desde Reagan, sino también porque los del burro no tienen a alguien que pueda oponérsele. Están en cueros y con las manos en los bolsillos. Por cierto, como sólo podremos contar con Trump para los próximos cuatro años, creo que ya debería pensarse en su continuador. O continuadora, que mi favorita es Kristi Noem, la Gobernadora de South Dakota.

*En el País Vasco se dan algunos de los ejemplares más obtusos de la especie humana. El vasco Oyarzabal anotó el gol que dio la victoria a España en la Eurocopa, lo que provocó que algunos coterráneos suyos le dijeran hasta culo en verso, de traidor para arriba. ¡Qué gente tan bruta, malditas sean sus madres!

*En estos días he estado pensando en Tamara Bunke Bider, la argentina de ascendencia alemana que murió siendo parte de la guerrilla guevarista en Bolivia. “Tania La Guerrillera”, la llamaron los fidelistas, a quienes les fascinan los nombretes. Pero lo cierto es que Tamara Bunke no estaba en absoluto destinada a la guerrilla ni entrenada para participar en esa forma de lucha. Lo de ella era la subversión urbana y su presencia en el campamento del Che Guevara estaba destinada a un cambio de impresiones. Pues bien, la experimentada Tamara fue a entrevistarse con Guevara, dejó su vehículo en una aldea cercana a la zona en que operaba el argentino y se adentró en la selva. Y aquí aparece lo absurdo, lo inverosímil. En el vehículo quedó una lista con los nombres de todos los colaboradores urbanos de la subversión. Un vehículo de dueño desconocido, aparcado en un lugar cercano a un foco guerrillero, es natural que fuese registrado por las autoridades. Registrado fue y encontraron la lista. Los incluidos en ella serían detenidos y Tamara tendría que permanecer con la guerrilla. Guevara no era lo que se dice compasivo con los errores ajenos y este “error”-que estoy seguro de que error no fue, sino traición- era como para sacar de quicio a cualquiera; no era necesario ser un individuo despiadado como Ernesto Guevara. Tamara cayó en desgracia. El Che la apartó de si, asignándola al grupo que mandaba Vilo Acuña. Anduvo con ellos, al parecer muy maltratada, hasta que el grupo fue aniquilado por el ejército.

Ahora, díganme: ¿Es creíble que una agente tan experimentada y bien entrenada como Tamara Bunke cargara con la lista de los elementos a su cargo? Pues el ejército encontró esa lista en el vehículo abandonado. Pero, como es natural, hubiera sido demasiado descuido. Algo inverosímil en una persona como Tamara. La lista fue colocada en el vehículo por quienes querían liquidar la guerrilla guevarista, o sea, la KGB, el aparato de espionaje y subversión soviético, que detestaba al Che Guevara y desaprobaba sus marihuanadas guerrilleras. Que para ello tuvieran que sacrificar a una experimentada agente, no era importante. Agentes experimentadas les sobraban y los difuntos y difuntas serían glorificados. 

*El fallido intento de asesinato le ha dado un impulso extra a la candidatura de Trump, que bastante impulsada estaba. Creo que no hay quien lo pare en su camino de regreso a la Casa Blanca.

*En pocas de las antiguas posesiones de España había tantos españoles como en Cuba. En el censo que se llevó a cabo en 1930 el diez por ciento de la población de la Isla había nacido en España. Sin embargo, el fútbol, el balompié, también llamado, despectivamente, “la patada gallega”, nunca tuvo arraigo en nuestro país. En Báguanos, el batey de ingenio donde pasé mi niñez había muchos españoles, pero sus hijos optaron por el béisbol. Nadie jugaba fútbol allí, a pesar de que el equipamiento era mucho más barato que en el béisbol. Diego Maradona, uno de los inmortales del fútbol, vivió varios años en Cuba, pero su presencia no dejó huella alguna en el deporte. Otro argentino Amadeo Colángelo, también estuvo entre nosotros a fines de los 40 o principio de los 50, cuando parecía que el fútbol iba a despegar en la Isla. Colángelo se cansó de meter goles en La Tropical, pero en Cuba sólo los memoriosos lo recordamos.

*Aberdeen es una pequeña ciudad del estado de Washington cuyo alcalde es un sujeto muy peculiar. Douglas Orr, que así se llama, dice que el atentado contra Trump fue algo así como un montaje para ganar votos. El autor del disparo, muerto por los agentes del Servicio Secreto, tiene que haber sido un tirador extraordinario, pues solo hirió a sedal en una oreja al ex presidente. O sea, que intentaba herirlo sin que la herida fuera grave, y eso fue lo que consiguió. Descanse en paz tan excelso tirador, que muerto fue.