Por Roberto Luque Escalona
*Commander y Major, los perros pastores alemanes de Biden son tan abominables como su dueño. Desde que se convirtieron en canes presidenciales, uno ha mordido a veinte y el otro a ocho. No recuerdo algo parecido con otros presidentes, todos ellos propietarios de perros, que por lo visto, es una tradición americana que los presidentes tengan perros. Pero perros como los de Biden no recuerdo que los haya habido. Quizás porque tampoco nos había tocado en mala suerte un presidente como Joe Biden.
*Siguiendo en la onda canina y presidencial, nunca habíamos tenido un presidente que le llamara “son of a bitch”, o sea, “hijo de perra” a otro mandatario, en este caso Vladimir Putin, que siempre está alerta y aprovechó bien la oportunidad para burlarse de nuestro senil presidente.
*La campaña por la nominación presidencial republicana va a resultar la tumba política de Nimrata Randhawa, alias Nikki Haley. Sus disparatados ataques a Donald Trump son una especie de suicidio político. Creo que hasta aquí llegó Nikki, a la que por su edad, poco más de cincuenta años, parecía tener ante sí una larga carrera.
* “Carajo” era el nombre de la plataforma circular situada en lo más alto del palo mayor de los grandes veleros de antaño. Era utilizada como lugar de castigo. Cuando un marinero cometía alguna barrabasada, el capitán o algún otro oficial, le señalaba a lo alto y ordenaba: “Al carajo”. Esas naves desaparecieron, desapareció también dicha plataforma, pero la palabra permaneció, lo cual ha sido una suerte, pues tiene una gran fuerza expresiva.
*Donald Trump es solamente cuatro años más joven que Joe Biden, pero la diferencia física y mental entre ambos es incomparablemente mayor. Yo soy seis años mayor que Biden y ya quisiera él.
*El viejito Chichí y el viejito Bringuier eran personajes de la farándula criolla. Pero en Cuba nunca tuvimos un “viejito” presidente. Nadie parecido a Joe Biden. Ni Estrada Palma, ni Zayas, ni Mendieta ni Laredo Brú ni Grau.
*En lo que va de la presidencia de Biden, los palestinos han recibido 174 millones de dólares, buena parte de los cuales han sido invertidos en construir túneles, que no son simples estructuras subterráneas, sino instalaciones destinadas a facilitar operaciones terroristas.
*En un discurso ante la CPAC (Conservative Political Action Conference), el más violento y exhaustivo de la presente campaña presidencial, Donald Trump demolió minuciosamente los años de gobierno de Joe Biden y expuso lo que propone para sustituirlo en todos y cada uno de los sectores de la vida nacional. El beneplácito de la concurrencia fue evidente.
*Leo: Pentagon in panic! Iran prepares for war with US and Israel!
¡Qué porquería de periodismo! Irán no pudo con Irak cuando ese país lo encabezaba Saddam Hussein, que fue barrido del poder y de la vida por los americanos, y ahora sus viejos gobernantes dicen que su país es capaz de provocar pánico en América e Israel. Y hay prensa que se hace eco de las chocheces de esos viejos.
*A punto de cumplir cien años murió Juana Bacallao, una extraña vedette que no bailaba mucho y cantaba poco, a quien sujetos crueles llamaban “el Monumento al Mono” por sus facciones simiescas, pero también por su hermosa figura. Un día, actuaba en el teatro Blanquita cuando llegó Fidel Castro con su corte de cachanchanes. Juana interrumpió su actuación para clamar a toda voz: “¡Saludo al Comandante y a sus secuaces!”
* “Yo soy el único presidente mexicano que no ha robado con las dos manos”, dijo Álvaro Obregón. No mentía, pues Obregón era manco. Andrés Manuel López Obrador ha ido más allá del robo de los fondos públicos: ha recibido dinero, mucho dinero de los narcotraficantes del cártel de Sinaloa. Por una cuestión de afinidad espiritual, ha mantenido cordiales relaciones con la tiranía castrista. Su última demostración de afecto ha sido enviar a La Habana un vehículo anti-motines. Algunos dicen que López Hablador es el más canalla de los presidentes mexicanos de los últimos cien años. Yo viví varios años en México y estudié Historia en la Universidad Nacional Autónoma, pero no me atrevo a repetir esa afirmación. Ha sido tanta la canallada presidencial que sería necesario un estudio exhaustivo para determinar quién ha sido el peor presidente mexicano de Juárez para acá, todos ellos merecedores del calificativo que nos endilgó una viejita a mí y a otro estudiante alborotador cuando nos apoderamos del ómnibus en que viajaban para llevarlo a la Ciudad Universitaria durante una de nuestras bataholas callejeras: “¡Pinches ojetes!”
*Es difícil, por no decir imposible, saber cuándo un pueblo va a pasar de la desesperación a la rebelión, cuando la vida es tan insoportable que muchos pierden el interés natural en conservarla, por eso, no sería sorpresivo otro restallido de violencia en Cuba como el ocurrido hace algún tiempo. Quizás sea ese el motivo por el que el canallesco presidente mexicano haya decidido obsequiarle a sus socios de La Habana con un carro anti-motines.
*Cuando terminé El Profesor, mi primera novela, uno de cuyos personajes protagónicos estaba basado en Gabriel García Márquez, quise enviarle un ejemplar, pero no pude dar con su dirección. Pensé enviárselo a su editora, Carmen Bascells, pero desistí, que doña Carmen, incondicional de García Márquez lo hubiese tirado a la basura. Luego supe que de ningún modo hubiese podido leerlo, pues estaba “ido”.
*Creo que Martí, de estar vivo, me hubiese permitido esta parodia:
No me pongan en lo oscuro
A votar por un bribón
Yo soy bueno, y como bueno,
Votaré por Donald Trump.
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