Por Roberto Luque Escalona
*Steven Hutchinson, residente en el Bronx, New York, atacó a cuchilladas a dos muchachas adolescentes en la Estación Central. Al ser detenido explicó con mucha claridad sus motivos: “I want all the white people death”. Eso se llama hablar claro, pero, por si acaso, traduciré: “Quiero muertos a todos los blancos”.
*Barbra Streisand, Lady Gaga, Cher y Miley Cyrus han anunciado su decisión de marcharse de América si Donald Trump vuelve a la Casa Blanca. Si tan venturoso regreso se produjera, como yo espero, estaré al tanto de los movimientos de esas damas, y si detecto el menor culipandeo con lo de la emigración, tendré que referirme a ellas en términos muy duros. Bueno, quizás no, que yo soy muy débil con las mujeres. Mejor les dedico esta canción, ligeramente modificada, que estuvo de moda hace un tiempo:
Hit the road, girls
And don’t comeback no more, no more, no more.
*Un rumor, un “enemigo rumor”, diría Lezama Lima de estar vivo, sitúa a Nikki Haley como posible compañera de boleta de Donald Trump. Espero en Dios que Trump no cometa semejante disparate. Nimrata Randhawa, que tal es el verdadero nombre de la señora Haley, es una RINO Full Time y nada tiene que ver con Trump ni con nosotros sus votantes. Que se le haya tomado en cuenta para el puesto ya es suficiente para preocuparme.
*Cuba es la única nación en la que ha surgido un movimiento político que buscara la anexión del país a los Estados Unidos. Un movimiento sólido y durable que comenzó en la tercera década de los años 20 del siglo XIX y duró hasta la derrota del Sur, sus aliados naturales, en la Guerra de Secesión. Por esa causa murieron Eduardo Facciolo, Joaquín de Agüero, Isidoro Armenteros y Narciso López, nombres para respetar.
A principio de 1869, la Asamblea Constituyente de Guáimaro se dirigió al Congreso de Estados Unidos expresándole su deseo de unir a Cuba a la Unión Americana. No pedían ayuda. Sólo expresaban su voluntad de unión luego que los cubanos se hubieran independizado de España. El congreso americano, en una flagrante muestra de mala educación, no contestó y los independentistas enterraron en silencio el anexionismo. Si alguno hablaba inglés probablemente habrá dicho: “To Hell!”.
*Repito: fuera de Cuba sólo hubo un hecho similar. Sólo similar, porque la otra manifestación de anexionismo, mucho más cercana en el tiempo, más que un movimiento, fue una iniciativa personal.
Pocos lo recuerdan, pero en los años 40 fue famoso. Su nombre era Salvatore Giuliano. Era un joven bandido siciliano, independiente, no controlado por la Maffia, que terminaría asesinándolo. Poco antes de su muerte, Turiddu Giuliano le dirigió una carta al Presidente Truman exhortándolo a anexar Sicilia a los Estados Unidos. No tuvo respuesta y poco después el único anexionista no cubano fue asesinado.
*Entre los nombres que, poco a poco, han ido apareciendo como visitantes de la isla del relajo regenteada por el suicida Jeffrey Epstein han aparecido los nombres de Bill Gates, el de Woody Allen y el del lingüista comunistoide Noam Chomsky. “Gente buena y del comercio.” Era una frase que se usaba en Cuba cuando yo era niño. El comercio de esta gente buena, ¿sería el comercio sexual?
*Muy significativo el silencio de Michelle Obama sobre los rehenes secuestrados por Hamas en su devastadora incursión a Israel, a consecuencia de la cual están ahora contra la pared y en peligro de desaparecer. La señora Obama es muy selectiva a la hora de escoger a quienes defiende. Tal actitud no la va a ayudar en sus aspiraciones presidenciales.
Por cierto, sería la primera vez que alguien aspire a la Presidencia para que su consorte regrese a la Casa Blanca, un detalle algo así como peronista.
*Ahora que digo (o escribo) “peronista”, ¿podrá Javier Milei borrar la no por nefasta menos sólida herencia del peronismo? De lograrlo, los argentinos tendrán que hacerle sitio junto a San Martín y Sarmiento.
*Dije “Javier Milei, pero debí decir “Javier Gerardo Milei”, que a los argentinos les gusta usar dos nombres y un sólo apellido. Si yo fuera argentino, no sería “Roberto Luque Escalona”, sino “Roberto Sabas Luque”. Por cierto, ¿alguien sabe cuál es el segundo nombre de Ernesto Guevara, alias el Che? Que yo sepa, nunca lo usó.
*En algunos países del África Oriental ha surgido una especie de epidemia de odio contra los homosexuales. El presidente de Burundi, que se gasta un nombre que ni el del quarterback de los Miami Dolphins, ha exhortado a la población a matarlos a pedradas. En Sudan del Sur, Uganda, Kenia y Tanzania las cosas van por el mismo camino. Como son países africanos, apenas ha habido condenas a esa barbarie en Europa y América. Joseph Conrad estuvo claro cuando definió al África como “el Corazón de las tinieblas”.
*El Inglesito. No era inglés y jamás puso un pie en Inglaterra. Su nombre era Henry Reeve. Era un muchacho de Brooklyn que en la Guerra de Secesión había sido tambor en el ejército de la Unión que, en aquella época, cuando admitían a un adolescente en el ejército, lo destinaban a tocar el redoblante en las cargas de la infantería. Tendría unos 20 años cuando se enroló en una expedición que llevaba armas y refuerzos a los insurrectos de Cuba. Sorprendidos por tropas españolas apenas desembarcaron, fueron aniquilados. Pero uno de ellos no estaba muerto, aunque por muerto lo dieron. Herido en la cabeza, cuando recuperó el sentido, Henry Reeve echó a andar tierra adentro, con tanta suerte que se topó con una tropa de mambises. Como sólo hablaba inglés, lo “bautizaron” como El Inglesito.
El joven americano resultó ser un combatiente excepcional, lo cual atrajo la atención de Ignacio Agramonte, a cuya sombra llegó a teniente coronel. En 1866, ya brigadier y bajo el mando de Máximo Gómez, penetró en territorio de Las Villas. Hasta ese momento, la guerra había estado limitada a las provincias de Oriente y Camagüey.
En las Villas, el brigadier Reeve avanzó casi hasta llegar a Matanzas. Fue el jefe insurrecto que más se acercó a Occidente. No llegaría. Murió durante una escaramuza en un lugar llamado Yaguaramas. Al igual que lo fuera el de Agramonte, su cadáver fue cremado por los españoles.
Este héroe americano no tiene ni un busto en el país por el cual combatió y murió.
0 comentarios