Por Roberto Luque Escalona
*Álvaro Álvarez me envía una lista de 12 imágenes de Lucifer, que incluye la del Capitolio habanero. Todas, menos la de Lieja, representan a seres grotescos, los cuales lucen esperpénticos al lado de la imagen del ángel que lleva casi un siglo en un patio recóndito del gran edificio. Por cierto, recóndito ya no es, que los castristas, a partir de mi comentario, lo han convertido en sitio de visitas turísticas.
En cuanto al Lucifer de la catedral de Lieja, en Bélgica, el Ángel Caído aún conserva una buena presencia (mientras que los demás van de lo feo a lo grotesco), pero su expresión y actitud son la imagen de la derrota.
* Si quiere usted saber hasta qué punto el islam es incompatible con los valores americanos, trate de leer el Corán. No le será fácil, pero si yo pude, usted también podrá. Es cierto que, como bien dijo Mustafa Kemal, llamado, y no por gusto, Atatürk, o sea “El Padre de los Turcos”, el Corán es “la teología absurda de un beduino inmoral”. Pero si quiere comprender la maldad tan generalizada entre los musulmanes, nada mejor que la lectura de ese libro. En ella aprenderá porqué ha sido criminal aceptar musulmanes en América.
* Los terroristas musulmanes son gente muy peculiar. Ahí los tienen: los de Hamas incursionan en Israel, matan entre 1,200 y 1,400, se llevan otros doscientos como rehenes, y cuando el ejército israelí invade la franja de Gaza y los machaca y arrincona, comienzan los reclamos de cese del fuego. Cuando toda la gentuza izquierdista y bochinchera del mundo se lanza a las calles para apoyarlos, “suben la parada” y allá van los viejos reclamos de “dos países” entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, el árabe con parte de Jerusalén como capital. No hay quien pueda hacerles comprender que los conflictos armados se ganan peleando con valor y eficacia, no vociferando en las calles, rompiendo vidrieras y destrozando automóviles. Única excepción por mí conocida: la guerra de Vietnam, en la que, según Vo Nguyen Giap, jefe militar vietnamita, los bochinches de los pacifistas americanos fueron decisivos.
En cuanto a que jamás -he dicho jamás- ha existido un estado árabe independiente entre el Jordán y el Mediterráneo, es un hecho histórico del que no quieren ni oír hablar.
* Lo de Jerusalén como Ciudad Santa del islam se debe a que desde allí subió Mahoma al Cielo montado en una yegua blanca para entrevistarse con Alá. Me pregunto por qué tuvo que mandarse a Jerusalén, que está bastante lejos de La Meca. Supongo que sólo allí había una yegua capaz de subir al Cielo.
* Pedro Sánchez, el Presidente del gobierno español, se ha tirado de barriga a favor de los asesinos de Hamas. Dice Netanyahu que no lo olvidará. Lo cierto es que una política canallesca de ese calibre no es para olvidarla.
* Cayo Hueso -no Key West, sino el barrio habanero enmarcado por Infanta, San Lázaro, Belascoaín y Carlos III- es un sitio muy interesante. Allí está la estatua más fea que existe en Cuba, la de Quintín Banderas en el Parque de Trillo. Allí nacieron Miguelito Valdés y Chano Pozo, dos figuras fundamentales de nuestra música, y El Chino del cuarteto Los Zafiros -cuyo nombre nunca puedo recordar-que no llegó a ser fundamental por su mala cabeza. Allí vivió Manuel Castro Tato, un galleguito que años después sería mi amigo.
Información al público: autodefinirse como “Fulano de Tal en La Habana” es una manera de proclamarse persona importante.
* Chano Pozo nunca igualó en fama a Miguelito Valdés, uno de nuestros grandes cantantes, pero en La Habana de mediados de los años ´40 era considerado el mejor percusionista, además de ser el bailarín estrella de la comparsa Los Dandys de Belén. Emigró a New York y allí fue asesinado por un “camello” que lo madrugó al protestarle por la mala calidad de la marihuana que le había vendido.
Chano Pozo, como luego lo sería Benny Moré, era el gran marihuanero de la vida. Por cierto, la única etapa de adulto en que Benny Moré no le dio a la marihuana fue nada menos que en México, cuando Pérez Prado lo tuvo bajo control. Para bien del extraordinario cantante, pues fue el inicio de su fama. Benny fue muy importante en el lanzamiento del mambo y los que grabó con la banda de Pérez Prado son piezas de coleccionista.
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