Por Daniel O. Tagata, Lima, 11 febrero de 1985
Estuve en las Conferencias Scouts Interamericanas que él participó: Kingston, Jamaica, (1964); San Salvador, El Salvador, (1968); Miami, Estados Unidos, (1974); Nassau, Bahamas, (1982).
Estuve en la XIV Conferencia Scout Interamericana como se secretario ejecutivo de la Comisión de Condecoraciones que él presidió, 1984. Falleció el distinguido dirigente el 10 febrero de 1985.
Rendimos homenaje a su memoria. Lo echaremos de menos. Todavía resuenan ecos de sus vibrantes intervenciones en los más importantes eventos scouts de estas últimas cuatro décadas del Escultismo Interamericano y acuden ideas, iniciativas, proyectos y esperanzas que nos dejara como herencia invalorable.
La “Revista Scout de las Américas”, queda como testimonio, fruto de su gran inquietud por hermanar a las Asociaciones Nacionales Scouts a través de un órgano de prensa además las carpetas de trabajo de los foros en que participó.
Salvador, como cariñosamente le decíamos, es uno de los dirigentes más importantes de nuestro siglo, su nombre perdurará como fuente de inspiración, de sabiduría, de tenacidad, de honestidad y de lealtad al Movimiento Scout.
Nos deja su recuerdo de una proficua labor que quedará grabada en los corazones de los scouts de esta parte del Continente porque a él le debemos el camino que hemos recorrido, tanto los ejecutivos como los dirigentes, scouters y todos aquellos que conformamos la gran hermandad scout que él impulsó con tanto empeño, cariño, entrega y generosidad.
Él está en el Gran Campamento del Señor. Su sensible alejamiento ha sido muy sentido en el mundo scout y para quienes tuvimos el privilegio de ser sus discípulos y colaboradores, un impacto muy doloroso.
Salvador fue uno de los más eminentes representantes del Escultismo que pertenecía a la vanguardia de quienes en el mundo entero consagran la vida al servicio de la humanidad, trabajó infatigablemente para construir un mundo mejor en favor de los niños y jóvenes que tanto amó.
Por su especial manera de ser, desprendimiento e identificación con el Movimiento Scout, se ganó la estimación, el respeto y el afecto de todos. Había interpretado fielmente las ideas de Baden Powell y comprendido los renovados acuerdos de las Conferencias Scouts Mundiales e Interamericanas. Sabía que la dignidad del hombre, el progreso social, el bienestar humano y la paz constituyen el fin último del Escultismo.
Hombre de profundas convicciones que no transigió nunca en las cuestiones de principio de vasta cultura fraguado en las disciplinas más rigurosas pero constantemente llevado por una imaginación creadora; de espíritu sereno y de temperamento sensible, individualidad excepcional por sus dotes y sus obras pero siempre con una modestia y una sencillez que lo mantenían en contacto directo con las auténticas riquezas del corazón de los niños, niñas, adolescentes y de los jóvenes y de los sectores marginados; partidario sincero de la cooperación internacional en la que veía la dimensión natural del espíritu humano y el ideal más alto del Escultismo.
Tiene muchos méritos, entre ellos, creó el Consejo Interamericano de Escultismo, desempeñó el cargo de Sub Secretario General de la Organización Mundial Scout; era miembro del Comité Scout Mundial; presidió la Comisión Interamericana de Honores y Condecoraciones; apoyó la formación de muchas Asociaciones Nacionales Scouts; viajó por todo el mundo llevando el mensaje del Escultismo; inspiró a dirigentes y scouters; escribió libros, artículos impregnados de su personalidad y de su filosofía. Fue un Maestro.
Nuestra expresión de condolencia a la Señora Betty, compañera fiel e inseparable de Salvador y a sus hijas María Luisa y Beatriz. Doña Betty compartió con él la infatigable labor en beneficio del Movimiento Scout.
Antes de concluir, considero que tengo el deber moral de compartir con ustedes las palabras que me dijera durante la ceremonia de clausura de la XIV Conferencia Scout Interamericana en Curitiba, Brasil, en la cual tuve el honor de que me invitara a sentarme a su lado y me remarcó “debes proseguir con el Programa de Desarrollo de la Comunidad”, y “el Escultismo tiene mucho que hacer en nuestros países”.
Salvador nos ha dejado la ruta debidamente señalizada. No te has ido, estás con nosotros porque no se puede hablar de Escultismo Interamericano sin tu presencia. Te prometemos seguir el camino. Es el reto de que nos ha dejado como herencia.
Seguro de que gozas de la presencia del Señor, porque tus obras reflejan tu calidad espiritual y riqueza humana, sólo te decimos, no es más que un hasta luego, no es más que un breve adiós.
NOTA DEL EDITOR
Considero al Ing. Salvador Fernández Bertrán como el dirigente scout que más ha contribuido al Escultismo Interamericano.
Fue un líder extraordinario y un ejemplo de vida para la nueva generación. Los dirigentes tuvieron con el, un horizonte claro y definido.
Salvador disfrutó de una consideración singular por su calidad humana. Deja un gran vacío, pero queda un gran recuerdo y muchas enseñanzas. Una de ellas, hablando sobre problemas, conflictos o sinsabores, dijo “Es más fácil destruir que construir, pero nosotros construyamos”.
El optó por lo más difícil: construir. Siempre se dedicó a edificar en las asociaciones, a conversar con los scouts, a capacitar a los dirigentes, a adquirir compromisos de responsabilidad social, siempre estuvo atento a las aspiraciones y necesidades de los Scouts y, por eso, fue muy querido y respetado en los círculos Scouts.
D. Tagata A.
0 comentarios