Nuestro estado de New Jersey ha dado un paso grande en materia de educación, al ordenar la Corte Suprema de este Estado la expansión de siete escuelas charter para servir a millares de nuevos estudiantes.
Aunque el Comisionado de Educación de New Jersey aprobó las solicitudes de Newark para una expansión en 2016, apareció una demanda de un tal Centro de la Ley Educacional, que reclamaba que el Comisionado de Educación no había considerado el daño fiscal que causaría esa expansión de los charters al monopolio escolar público del estado y a las escuelas publicas tradicionales de Newark en particular.
Alegaban que la expansión de las escuelas charters establecería una mayor segregación por raza, limitaciones de salud y sobre todo entre quienes aprenden el lenguaje inglés. La Corte Suprema, sin embargo, dijo que el Comisionado si había considerado el impacto de las disparidades demográficas, y que era «injusto» cambiar ese rumbo cinco años más tarde. Una Corte de Apelaciones «no encontró evidencia de prácticas discriminatorias por parte de las escuelas charter».
Veamos las cifras que lo dicen todo. Un 80% de los 20,000 estudiantes de las escuelas charter de Newark son negros y un 16% hispanos. En las escuelas del distrito público unos 40% de los estudiantes son negros y un 50% son hispanos. Ocho mil alumnos están en lista de espera de las escuelas charters de Newark. El 56% de los estudiantes de las escuelas charter de Newark tiene dominio del idioma inglés y un 44% buen desenvolvimiento en matemáticas en el curso 2018-19, comparado con el 36% y el 26% de las escuelas públicas de Newark.
Esa decisión de la Corte Suprema de New Jersey llena de orgullo a todos los vecinos de este estado, pues sabemos que las opciones escolares son las que elevan el nivel de nuestros alumnados, no las imposiciones de los monopolios escolares que representan una deuda eterna para los contribuyentes de aquí, dados los elevados gastos que presentan los presupuestos gubernamentales públicos, amén de tener que «echarse encima» los altos costos de retiro, edificaciones y demás presupuestos que las escuelas charters ahorran a nuestros contribuyentes.
Muy bien por nuestra Corte Suprema de New Jersey.
Carmen I. Villanueva
Newark, N.J.
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