Por J. A. Albertini

“La ideología que es socialista tiene dos grandes

 peligros: uno proviene de lecturas confusas e incompletas

 de textos extranjeros, y el otro viene de la arrogancia y de la

rabia escondida de aquellos que para subir al mundo, pretenden ser

 patéticos defensores de los indefensos a fin de tener hombros sobre

 los cuales apoyarse.”

José Martí: La Futura Esclavitud, New York, abril de 1894.

Entre lo público y lo escondido, (Editorial Exxodus, 2024) obra reciente del destacado luchador cubano libre y hombre de su tiempo Guillermo Fariñas Hernández, es un texto: una novela escrita por la necesidad imperiosa de la denuncia. Este relato, que desborda la ficción, se nutre de una realidad cruel y alucinante, en la que el ser humano deja de ser persona para convertirse en instrumento de juego y experimentación de aquellos que, por derechos espurios de sucesión, se han erigido en verdaderos señores feudales; azotes del pueblo cubano, donde prolifera la fría maldad, heredada de una anterior impunidad criminal.

No creo necesario, en esta reseña, mencionar nombres de figuras y situaciones específicas. Todo aquí es verdad. Los personajes hablan, luchan, no se someten blandamente y, en ocasiones, son entrampados por aquellos que buscan conservar el poder, material y emocional, absoluto para de esa forma acrecentar sus privilegios nobiliarios de nueva clase, que nada tienen que ver con los intereses legítimos del pueblo que ellos dicen representar y defender.

En esta novela, denuncia viva, el lector se entera de cómo, por rencillas personales incubadas en el llamado Círculo de Lvov, que nuclea y dirige Alejandro Castro Espín, se cometen todo tipo de tropelías que terminan dañando la economía nacional y la integridad personal de aquel o aquellos a los que los órganos represivos del régimen califican de enemigos.

Este libro, escrito con la premura de la necesidad presente, descubre el enorme e innecesario entramado de vigilancia, chantajes y represión que aherroja a todos y cada uno de los pobladores de la Isla. De la mano del autor, asistimos a confortables y bien surtidas, desde todo punto de vista, casas de seguridad en las que, sobrealimentados y entorchados represores, con frialdad que recuerda la novela El proceso de Franz Kafka, discuten, planifican y deciden, impunemente, la destrucción física o moral de un semejante.

Asimismo, es de notar que las edificaciones en las que se realizan esos encuentros exterminadores son sitios que les fueron arrebatados, por confiscación o desalojo, a sus legítimos dueños. O sea, la rapiña siempre está presente.

Leyendo y releyendo pasajes o situaciones típicas de esta novela, comprendemos que los vástagos, sanguíneos e ideológicos, de aquellos que se autodefinieron capciosamente como La generación del centenario, nada tienen en común con la verdadera huella que el pueblo cubano trazó en nuestra historia de luchas patrias. A ellos, aguiluchos robóticos; herederos de la violencia institucionalizada, especie de tóxica y expoliadora aristocracia antillana, el calificativo que mejor les define es “son de sangre azul”.

Esa frase acuñada en la Edad Media, por las clases desposeídas de España y Francia, para referirse a los poderosos, se originó porque, como damas y caballeros, rehuían los rayos del sol; la piel llegaba a ser tan blanca que dejaba traslucir el azul de las venas.

No es capricho subjetivo calificar con ese término a la cerrada, sibarítica, expoliadora y “novísima” clase social cubana que tiene poco del trópico y mucho de estepa, lejana e implacable.

Guillermo Fariñas Hernández, con la publicación de Entre lo público y lo escondido, nuevamente poniendo en peligro, una vez más, su integridad física, aúna experiencia de vida empírica con conocimientos académicos e históricos. Obras anteriores como los ensayos Retazos de un ayuno (2006), Radiografía de los miedos en Cuba (2011), y las novelas de matriz histórica El abismo por dentro (2020) y Cementerios de hombres vivos (2022), no permiten que el olvido conveniente o acomodaticio se apropie de la conciencia nacional cubana.

Indefectiblemente, vida y obra de Guillermo Fariñas Hernández están motivadas e imbuidas de equidad, justicia, libertad y amor patrio que, por ecuánime asociación de ideas, nos conduce a citar al escritor inglés George Orwell: “Pueden forzarte a decir cualquier cosa, pero no hay manera de que te lo hagan creer. Dentro de ti no pueden entrar nunca”.

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