Ustedes no pueden tener idea del beneficio que están brindando a los cubanos que nacimos después de 1959.
Solo aquellos jóvenes con familias funcionales que permanecieron o permanecen en Cuba, han tenido oportunidad de que se les inculquen bases firmes y principios de fe, así como conocimientos esenciales que nos negaban y ocultaban en las guarderías, escuelas, albergues y programas de supuesta educación comunista.
Yo me formé como pionero, donde todo era forzado y obligado. Me decían que pidiera juguetes a los Reyes Magos o a Fidel, que era quien los daba porque era el único rey que se ocupaba de nosotros.
Sufrí mucho. Nos decían horrores del llamado “imperialismo yankee”. Destruyeron cuanta fuente de capacitación histórica formal pudiéramos obtener.
Estoy empezando a saber lo que era Cuba gracias a ustedes.
Margot Ruiz
Miami, Fl.
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