El destacado legislador republicano Mario Díaz-Balart lanzó un fuerte ataque contra el títere de Cuba, Miguel Díaz-Canel, al advertir que “la voz de un tirano no puede retumbar en el corazón de los EE.UU”.
El representante federal repudió la intención que tiene Díaz-Canel de asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, donde hablaría de la política de los derechos humanos en la isla.
Como era de esperar, no solo Díaz-Balart sino, otros importantes líderes del exilio cubano en Miami ya han rechazado abiertamente la visita que posiblemente hará Díaz-Canel a Nueva York.
Díaz-Balart denunció que el viaje de Díaz-Canel a Angola y otros países de la izquierda mundial ha sido financiado por el otro dictador Maduro de Venezuela quien le puso a su disposición un avión de la compañía VIASA.
“Pero lo más vergonzoso es que este aparato tuvo los pagos de gasolina y mantenimiento por parte del régimen bolivariano de Maduro cuya suma supera los miles de dólares”.
Díaz-Balart sin pelos en la lengua cuestionó el viaje de este tirano comunista y advirtió que por ningún motivo la administración Biden puede permitir su presencia en la Asamblea de la ONU el próximo mes.
El congresista federal desde ya ha levantado su voz de protesta en contra de la posible visita del dictador cubano, Miguel Díaz-Canel, a los Estados Unidos.
Aunque no es oficial Díaz-Canel está programado para dirigirse a la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el próximo mes, donde aprovechará su estancia para “limpiar” la imagen del régimen comunista que preside. Díaz-Balart además mostró su total indignación ante el posible viaje de Díaz Canel a Nueva York porque “eso sería como rendirle pleitesía a un tirano la cual no se merece bajo ningún motivo”.
“Permitirle la entrada a Díaz-Canel y su delegación sería la peor vergüenza que podría mostrar esta administración ya que se sobreentiende que los EE.UU. son líderes en el mundo en cuanto al respeto de los derechos humanos”.
“Después de todo lo que ha pasado, sobretodo con los funcionarios diplomáticos de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, es algo más que desafiante para esta gran nación americana que es líder también de la libertad”, anotó.
“Los diplomáticos estadounidenses sufrieron síntomas como mareos, dolores de cabeza, problemas de audición, trastornos del equilibrio, dificultades cognitivas y problemas visuales, que los afectaron, no solo a ellos, sino también a sus familias”, enfatizó.
“No le podemos abrir las puertas a un representante de un gobierno comunista que permanentemente vive atropellando a un pueblo que clama libertad y cuya respuesta es la judicialización y la condena”, sintetizó.
“De qué puede hablar en esa asamblea, sí esta claro y el mundo lo sabe que es un tirano y violador de un pueblo inocente que durante 64 años ha resistido la represión injusta”, reiteró.
“Estoy consternado por el apaciguamiento de adversarios peligrosos por parte de la Administración Biden y la recompensa a los violadores de los derechos humanos, esta vez concediendo el privilegio especial de entrada a Estados Unidos a Díaz-Canel de Cuba y al resto de su “delegación”, agregó.
“Particularmente después de la expulsión de diplomáticos cubanos-espías durante las últimas dos décadas desde las misiones en Nueva York y Washington D.C. para espionaje”, denunció.
Según Díaz-Balart, la posible visita de Díaz-Canel a Nueva York muestra el doble estándar de los mecanismos encargados de velar por la salvaguarda de los derechos humanos.
“Lamentablemente, la ONU sigue incumpliendo su deber de proteger los derechos humanos al permitir que algunos de los peores violadores de los derechos humanos participen en debates críticos e incluso ocupen cargos en el Consejo de Derechos Humanos”, enfatizó.
“Como alguien a quien se le ha confiado el liderazgo del Subcomité de Estado, Operaciones Exteriores y Programas Relacionados, he enfatizado repetidamente que apoyaré a los amigos de Estados Unidos y me opondré a nuestros enemigos”, insistió Díaz Balart.
En ese sentido, Díaz-Balart hizo referencia a un proyecto de ley concebido para cortar fondos para el presupuesto regular de la ONU debido a su “antisemitismo desenfrenado, mima a los dictadores y su fracaso en lograr sus propósitos centrales de promover la paz, la cortesía internacional y los derechos humanos”.
“Estoy comprometido a salvaguardar los intereses de seguridad nacional estadounidense y el dinero de los contribuyentes para defender nuestros valores”, insistió.
“Una vez que la ONU se tome en serio a sí misma, yo la tomaré en serio. La continua predilección de la ONU por amplificar los mensajes de los dictadores antiestadounidenses y de los peores violadores de los derechos humanos del mundo, como Díaz-Canel, sólo confirma que mi decisión de desfinanciarla fue buena”, puntualizó.
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