Por José “Chamby” Campos
En el centenario de su nacimiento recordamos a una verdadera gloria cubana.
Al evocar el nombre de Rafael “Felo” Ramírez lo primero que nos viene a la mente es un timbre de voz barítono y descriptivo como ningún otro.
Esa voz que fue la única constante en el equipo de Los Marlins, antiguamente llamados Florida y en la actualidad Miami.
Se retiraron peloteros, botaron managers, marcharon directores, hasta dueños partieron cuando vendieron la franquicia; inclusive por su cabina desfilaron varios asistentes. Sin embargo, ese gentil caballero, día tras día, noche tras noche a través de 24 años, nos dio la bienvenida y nos deleitó con esa magia única a la hora de narrar un juego de pelota.
A través de sus bendecidas cuerdas vocales nos brindó el primer lanzamiento en la historia de esta franquicia el 5 de abril del 1993, cinco partidos de cero carreras y cero hits y el primer jonrón en grandes ligas del jovencito Miguel Cabrera.
En el plano de momentos gloriosos nos trajo el batazo de Edgar Rentería impulsando la carrera que los hacía campeones mundiales en el 1997 y el roletazo de Jorge Posada a manos de Josh Beckett para el último out de La Serie Mundial del año 2003 que los coronaban una vez más. En esta oportunidad la proeza se llevó a cabo frente nada más y nada menos que a los legendarios Yanquis de Nueva York en el místico antiguo Yanqui Stadium.
A todos estos eventos tenemos que añadir los cientos de jonrones que cantó con su inconfundible sello de “¡¡¡Y la bola seeeee llevó la cerca!!!”.
Para cualquier persona, incluyendo quien escribe, todos esos triunfos serían algo extraordinario, pero para Felo Ramírez fue simplemente un aperitivo en lo que fue, una carrera colosal.
Asociar su trayectoria exclusivamente a Los Marlins sería una injusticia; por todo lo que logró esta leyenda cubana.
En nuestra tierra natal fue una de las grandes luminarias de la prensa radial, donde probablemente es el más completo narrador de béisbol y boxeo de todas las épocas. No conocido por muchos, también escribió bajo el pseudónimo “El del Micrófono”.
Participó en la primera reunión que celebró la Confederación de Béisbol del Caribe en la ciudad de Miami en al año 1949. De ahí surgió la idea de crear La Serie del Caribe. Un año más tarde también estuvo presente cuando se firmó el acuerdo en La Habana. Años después cuando existieron problemas financieros, su amigo Bobby Maduro le encargó las relaciones públicas de las transmisiones radiales para poder continuarlas.
Cuando se tuvo que marchar de Cuba por la llegada de los comunistas, inmediatamente le ofrecieron contratos de trabajo en diferentes países. Finalmente estableciendo residencia en Puerto Rico.
Hombre admirado y reconocido por multitudes en Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana, Panamá, Nicaragua, México. Lugares donde su voz llevaba los juegos de la Liga Cubana, la Serie del Caribe, las Series Mundiales, los partidos de Los Sugar Kings, las peleas de boxeo y finalmente la inigualable Cabalgata Deportiva Gillete.
Fue inmortalizado en el Salón de La Fama del Béisbol de Grandes Ligas en Cooperstown, NY en el 2001; pero su voz lo precedía, ya que la narración de tres de los momentos más ilustres del deporte fueron hechas por él. El único juego perfecto lanzado en una Serie Mundial y materializado por Don Larsen, los 3,000 imparables de Roberto Clemente y el jonrón número 715 de Hank Aaron.
Miembro de 7 Salones de la Fama. Irónicamente se encuentra ausente del de su querida Cuba.
Lo único que supera todos estos logros a través de esta faena realizada; es la humildad, la sencillez, la amabilidad de una persona que nunca gustó de reverencias y que era feliz cuando se le llamaba simplemente por su sobrenombre; Felo Ramírez.
0 comentarios