Feliz Día de los Padres

Written by Libre Online

11 de junio de 2024

Por José “Chamby” Campos

“La manzana no cae lejos de su árbol” es un refrán estadounidense que se expresa cuando los hijos poseen cualidades similares a sus progenitores.

Cuando el hijo de un pianista comienza a tocar el piano, o cuando el heredero de un maestro se decide por el magisterio se menciona esa frase.

Por lo tanto, para este próximo domingo cuando se celebra el “Día de los Padres”, he decidido tomar como tema para esta columna cuatro extraordinarias parejas de padres e hijos que 

triunfaron en los cuatro deportes profesionales más importantes de la actualidad.

Béisbol, Baloncesto, Football Americano y Hockey sobre hielo tienen una historia de atletas que han continuado las jornadas que sus padres comenzaron.

Ken Griffey Sr. y Ken Griffey Jr.: Los Zurdos Maravillosos de Grandes Ligas

Cuando hablamos de béisbol y se dice Ken Griffey salta la duda de quien estamos hablando y esto es el resultado de que ambos peloteros tuvieron una gran carrera. El papá fue muy bueno y su heredero simplemente fue un Súper Estrella. Sin embargo, este es un caso único en la Ligas Mayores.

Ken Griffey Sr., jardinero derecho con un potente brazo y buen fildeador. Bateador oportuno que fue pieza instrumental en la “Maquinaria Roja” de Cincinnati; ayudándolos a llegar a tres Series Mundiales y coronándose en dos ocasiones. 

Finalizó su carrera de 18 años con un promedio de bateo de .296, conectó 152 jonrones e impulsó 859 carreras. Fue seleccionado a tres “Juegos de Estrellas” y se llevó el “Jugador Más Valioso” del certamen del año 1980.

Por su lado el infante es uno de los mejores peloteros que hayan pasado por La Gran Carpa. En diferencia a su progenitor nunca pudo participar en un Clásico de Otoño en sus 22 años de servicio. Durante 13 campañas patrulló el jardín central de Los Marineros y otras nueve lo hizo con la novena del Cincinnati con excepción de 41 juegos en una parada en Las Medias Blancas de Chicago.

Como pelotero completo, sus logros fueron tantos que probablemente necesita un cuarto especial para los trofeos. Defensivamente obtuvo 10 “Guantes de Oro” y del lado ofensivo se ganó 7 “Bates de Plata” fue escogido en 13 ocasiones como miembro del “Juego de las Estrellas”, donde triunfó tres veces en el “Concurso de Jonrones”. Al igual que su padre también fue galardonado como el “Jugador Más Valioso” en la versión del año 1992. 

En 1997 la “Asociación de Escritores de Béisbol Americanos” lo seleccionó como el “Jugador Más Valioso” de la Liga Americana.

Los números finales de su trayectoria por el diamante son los siguientes. Conectó 2781 imparables de los cuales 630 de ellos fueron jonrones. Impulsó 1836 carreras y anotó otras 1662. Su promedio de bateo fue .284.

Como pareja, los Griffey escribieron varias historias. La primera fue en el año 1990 cuando se convirtieron en el primer dúo de padre e hijo en firmar y jugar con un mismo equipo. Por dos temporadas Los Marineros de Seattle los albergó en sus filas despidiendo al mayor y dándole alas a la carrera del menor. 

El momento cúspide de esa unión ocurrió el 14 de septiembre de 1990 cuando en el primer inning del partido frente a Los Angelinos de California ambos le conectaron un cuadrangular al lanzador Kirk McCaskill; siendo esta la única ocasión donde un padre y un hijo hayan logrado llevarse la cerca.

Joe Bryant y Kobe Bryant: El gran dúo del baloncesto

En baloncesto han existido muchas combinaciones de padres-hijos que son merecedores de incluirse en este artículo, especialmente si se trata del mayor; pero cuando nos referimos al junior no existe alguien que pueda compararse al legendario Kobe Bryant. Por esta razón y el hecho de que la carrera de Joe fuera tan interesante es que he escogido a los Bryant.

Joe Bryant fue un centro que fue seleccionado por Los Golden State Warriors recién haberse coronados campeones mundiales en 1975. Sin espacio en sus filas lo transfirieron a Los 76ers de Filadelfia donde durante sus cuatro temporadas con el quinteto participaron en los playoffs, llegando a la Final del 1977.

Después de ambular por cuatro años en la NBA, el espigado centro se fue a probar fortuna en las canchas de Europa, principalmente en Italia y Francia, convirtiéndose en una leyenda gracias a su versatilidad y habilidades ofensivas.

Fue allá en el viejo continente donde su familia creció y su retoño Kobe se enamoró del deporte que lo inmortalizaría.

Auto apodado “La Mamba Negra” por su tenacidad en el juego, Kobe fue el jugador insigne de la NBA durante 20 años nunca cambiando de equipo. 

Líder de la franquicia más popular de la liga, les produjo cinco campeonatos mundiales a Los Lakers de Los Ángeles. Su excelente talento para anotar desde cualquier lugar del tabloncillo y su fortaleza mental para cerrar partidos en situaciones de alta presión es lo que hace que sea uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

A nivel internacional Kobe ayudó a la escuadra estadounidense a obtener dos medallas de oro en Juegos Olímpicos.

A través de su carrera participó en 18 “Juegos de Estrellas” llevándose el “Jugador Más Valioso” cuatro veces. En 15 ocasiones fue seleccionado para el equipo “All NBA”. Escogido como miembro del equipo “Los Mejores Defensivos” en cinco instancias. Doble ganador del título de “Mejor Anotador” y en la temporada 2007-2008 fue “El Jugador Más Valioso” de toda la NBA.

Kobe fue llevado al “Salón de la Fama” en mayo 15 del 2021; un año más tarde que trágicamente pereciera junto a su hija Gianna en un accidente de helicóptero. 

Archie, Peyton y Eli Manning: Los monarcas del Football Americano

En el caso de los Manning el día de los padres no es celebrado por un dúo padre-hijo sino por un trío padre-hijos.

En un deporte como el Football Americano que presenta 24 posiciones, interesantemente los tres atletas que presentamos aquí jugaron la misma posición. Para ser más exactos fueron todos sinónimos de excelencia como quarterbacks.

Archie Manning, el patriarca de la familia, jugó en la “Liga Nacional de Football”, NFL, durante 14 temporadas. La mayoría de su trayectoria la ejecutó con los New Orleans Saints. También vistió los colores de Los Petroleros de Houston y Los Vikingos de Minnesota.

Fue reconocido como un quarterback bien ágil y difícil de derribar a pesar de participar en equipos mediocres. Donde quiera que actuó fue un líder incansable que si bien sus actuaciones no fueron lo suficiente para llevarlo a un Super Bowl, su ética de trabajo y dedicación al deporte fueron pruebas que convencieron a sus dos hijos de que su padre sería el modelo a seguir.

Su hijo mayor, Peyton, es considerado uno de los mejores quarterbacks de todos los tiempos. Reconocido por su inteligencia en el campo de juego junto a su capacidad de leer las defensas y la precisión de sus pases.

Su carrera comenzó con los Colts de Indianápolis y más tarde concluyó con los Denver Broncos. Ambas franquicias conquistaron Super Bowls bajo el liderazgo del “Gran Maestro”.

En su paso por la NFL fue galardonado como el “Mejor Jugador de la Liga” en cinco ocasiones. Fue seleccionado siete veces al equipo “All Pro” y fue invitado 14 veces a participar en el “Juego De Las Estrellas”. En el 2021 fue exaltado al ‘Salón de la Fama” del Football Americano.

Mientras tanto el vástago menor, Eli, no es segundo de nadie y le hace honor al apellido.

Su entera carrera se la entregó a Los Gigantes de New York, quienes lo seleccionaron como el primer jugador del draft del 2004. Al igual que su padre y hermano, estuvo al mando de la ofensiva de su equipo. Su personalidad calmada y su cualidad de poder mantener la calma bajo presión lo convirtieron en un líder respetado en el vestuario.

Recompensó a Los Gigantes con dos títulos de Super Bowl. En el primero su actuación frente a Los Patriotas de New England en el 2007, que hasta ese momento se encontraban invictos es considerada épica. El segundo anillo llegó más tarde en el 2011 cuando repitió la hazaña contra los mismos Patriotas.

En su resume dejó cuatro participaciones en los “Juegos de Estrellas” y dos premios como el “Jugador Más Valioso” del Super Bowl.

Muchos predicen que en el 2025 cuando sea elegible, se unirá a su hermano Peyton en el “Salón De La Fama”.

Bobby Hull y Brett Hull: Dos Generaciones de Leyendas del Hockey

El apellido Hull es sinónimo de excelencia y poderío ofensivo. Tanto Bobby como su hijo Brett dejaron una huella imborrable en la NHL, y sus carreras están llenas de momentos inolvidables.

Bobby Hull fue un alero izquierdo que jugó la mayor parte de su carrera con Los Chicago Black Hawks y a los cuales ayudó a conquistar “La Stanley Cup” en el año 1961. Patinador extremadamente rápido con un disparo devastador, fue uno de los máximos goleadores de su época; siendo el primer jugador en la historia de la Liga Nacional de Hockey en romper la barrera de los 50 goles en la temporada 1965-1966.

Por su parte Brett, heredó el talento goleador de su padre. Su habilidad para encontrar el ángulo perfecto y su precisión en los disparos lo convirtieron en un verdadero “pistolero” del hielo.

En cuanto a campeonatos mundiales, superó a su padre ya que fue campeón mundial en dos diferentes ocasiones. La primera copa fue en el 1999 con Los Dallas Stars y la segunda la obtuvo con Los Red Wings de Detroit tres años más tarde.

La combinación padre-hijo Hull es responsable de 1351 goles durante sus carreras. Bobby marcó 610 veces mientras que Brett con sus 741 dianas, es miembro del exclusivo club de patinadores que han anotado más de 700 goles.

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