Errores comunes al elegir bronceador (y cómo evitarlos)

Written by Libre Online

3 de junio de 2025

Desde los matices dorados más deseados hasta fórmulas inteligentes y naturales, el mundo del autobronceador ha evolucionado radicalmente persiguiendo varios objetivos: obtener resultados naturales, evitar tonos excesivamente anaranjados y poder aplicarlo de forma modulable hasta llegar a la tonalidad elegida.

 Por MARÍA MUÑOZ RIVERA

Con la llegada del buen tiempo lo hace también la necesidad de lucir una piel bronceada por los rayos de sol, una práctica cada vez más desaconsejada por la contribución al envejecimiento prematuro o la aparición de manchas en la piel. Optar por un buen autobronceador se convierte en la herramienta idónea para respetar así la piel.

La búsqueda de una piel bronceada durante todo el año se ha vuelto más accesible gracias a los avances en los productos autobronceadores, pero no todos los bronceadores son iguales ni todas las pieles reaccionan de la misma forma. Elegir mal puede traducirse en manchas, tono anaranjado o reacciones adversas.

Errores más comunes

Uno de los errores más frecuentes es no adaptar el autobronceador al tono natural de la piel. Muchas personas optan por productos demasiado oscuros buscando resultados rápidos, lo que acaba generando un contraste artificial o tonalidades excesivamente marrones sobre la tez. 

Marcas como Maison Vitry proponen soluciones modulables como su ‘Élixir de Soleil’, un sérum autobronceador natural que puede mezclarse con la crema hidratante habitual, adaptándose así a cualquier tono de piel y permitiendo adaptar el pigmento así a cada persona.

Olvidar la exfoliación antes de aplicar el autobronceador es garantía de manchas y zonas irregulares. La piel debe estar limpia, libre de células muertas y bien hidratada para una absorción uniforme, un primer paso clave para que la fórmula se asiente correctamente sobre la piel.

Los autobronceadores han avanzado, pero aún requieren tiempo y constancia. Algunos como el de Collistar, con su fórmula ‘Gotas Mágicas Autobronceadoras’, ofrecen un efecto progresivo que se intensifica con el uso continuado, evitando sorpresas y permitiendo controlar la intensidad del tono deseado.

Una fórmula sencilla de aplicar que, además, puede combinarse también con gotas de protección solar sin caer en fórmulas demasiado densas que se mezclen con dificultad.

Los nuevos formatos y fórmulas también evitan manchar la ropa o teñirla de naranja o marrón. Firmas como Twelve Beauty presentan un iluminador corporal con micas naturales y una textura de aceite gelificado que, además de aportar un sutil tono dorado, minimiza el riesgo de manchar la ropa. 

Su creador, Pedro Catalá, asegura: “Quería un producto de efecto inmediato con una textura que dejara la piel suave y satinada”, una opción ligera que también evita que las partículas de color se trasladen a la ropa, aunque siempre es mejor optar por prendas holgadas tras la aplicación de estos productos.

No todos los productos funcionan igual para pieles secas, grasas o sensibles. En este sentido, la fórmula vegana y dermatológicamente testada de marcas como St Moriz ofrece una alternativa segura y eficaz. Su enfoque desmitifica ideas antiguas: los bronceadores actuales están diseñados para adaptarse a cada piel.

Consejos clave para elegir bien un autobronceador:

Conocer el tono base y el efecto que se busca: natural, luminoso, progresivo o inmediato.

Leer siempre la etiqueta: es mejor decantarse por fórmulas sin alcohol, veganas, sin perfumes agresivos y testadas dermatológicamente.

Probar antes de aplicar en todo el cuerpo: Un test en una zona reducida puede evitar reacciones inesperadas.

Evitar ducharse o sudar durante las horas posteriores a la aplicación: Cada fórmula tiene sus tiempos.

Usar guantes o una manopla específica: Así evitarás manchas en las palmas y asegurarás una mejor aplicación.

Cómo aplicar el 

autobronceador 

correctamente

La aplicación del autobronceador es tan importante como el producto en sí. El primer paso esencial es la exfoliación previa. Unas horas antes —idealmente la noche anterior— conviene exfoliar la piel con un producto suave, incidiendo especialmente en zonas como codos, rodillas y tobillos.

En estas zonas la piel tiende a ser más seca y puede absorber más producto, dejando manchas oscuras. Esta preparación ayuda a igualar la textura de la piel y garantiza un resultado más uniforme.

El segundo paso es la hidratación estratégica. Aunque la piel debe estar seca antes de aplicar el autobronceador, es fundamental aplicar una fina capa de crema hidratante en las zonas conflictivas, lo que evita que el producto se concentre en esas áreas que tienden a absorber más debido a su sequedad natural. 

Por último, hay que tener en cuenta el tiempo de secado y desarrollo. Tras aplicar el producto, es recomendable esperar al menos 10-15 minutos antes de vestirse (o seguir las instrucciones del fabricante), y elegir ropa holgada que no roce demasiado la piel para evitar marcas. 

Si se trata de un producto de efecto progresivo, es importante no ducharse durante al menos 6-8 horas. Además, evitar sudar o tocarse la piel con las manos durante este tiempo ayuda a mantener el resultado. Una vez el bronceado se ha desarrollado, conviene hidratar la piel a diario para prolongar su duración y evitar descamaciones.

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