El último capítulo del ilusorio “triunfo” de Nicolás Maduro en las elecciones de julio 28, rechazado por el 68 % de los votantes venezolanos, 18 países latinoamericanos, por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, que lo han calificado como un despampanante y descarado abuso contra la voluntad soberana de esa nación, está por escribirse. Detrás del telón, donde mucho se discute y poco se publica, existe un pugilismo de sombra para encontrar una vía factible para disponer de Maduro de una forma u otra. Los cuatro actores envueltos en la gestión son USA, Colombia, México y Brasil. Tienen cuatro meses para resolver una crisis absurda planteada por la soberbia estúpida de Nicolás Maduro de permanecer en el poder luego de haber perdido, colosalmente, en una paliza electoral.

Para ratificar la trampa, el Tribunal Supremo pronunció a Maduro el ganador lo cual no fue más que un escarnio grotesco repudiado por la comunidad internacional. El gobierno americano, en una abierta declaración del departamento de Estado, reconoció al candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia, como el ganador por abrumadora mayoría, la que da un fuerte apoyo a los venezolanos. Los otros tres stooges (ustedes saben quiénes) todavía no se han pronunciado.

Por su parte, Maduro, pasado un mes de los comicios, no ha podido mostrar las actas que revelen el resultado real, transparente, de las elecciones. ¿Por qué? Muy simple y sencillo, y aquí va la explicación:

La oposición, liderada por María Corina Machado, muy sabiamente, colocó miles de monitores en las estaciones de votación en todo el país para documentar la cuenta de las boletas en la noche de las elecciones.  Las imágenes del 83% de las actas fueron consecuentemente descargadas en el internet para ser vistas a través del mundo. Esta estrategia fue de enorme sorpresa para Maduro y sus corruptos compinches, que los dejó en el limbo y totalmente desorientados. Con este movimiento, resulta obvio que los maduristas no pueden presentar las actas que son absolutamente inalterables, porque docenas de gobiernos, el departamento de Estado de esta nación, y millones de ciudadanos las tienen a su disposición debido a la maravilla del internet. Todo el mundo sabe la tabulación cierta, inalterable, que muestra a González Urrutia como ganador con más de 3.7 millones de votos sobre Nicolás Maduro.

Creo que la administración Biden todavía conserva algunas esperanzas de cerrar el capítulo venezolano con una pacífica transición que conlleve la remoción de Maduro, con la oferta de ciertas amargas concesiones y garantías, sobre su persona y bienes, que restauren un clima de paz en Venezuela. Esta sería la solución casi ideal para la administración de Joe Biden ante la intransigencia de Maduro de abandonar el poder luego de haberlo perdido en una consulta electoral amplia y decisiva. Pero ¿qué pasaría si Maduro persiste en la consumación del fraude contra todas las evidencias en su contra? Bueno, entonces, el Departamento de Estado tiene en reserva el plan B para ponerlo en práctica dentro de los tres meses que se avecinan.

Fuentes noticiosas allegadas al Departamento de Estado aseguran que existe, en efecto, un plan alterno si todas las gestiones arriba mencionadas no funcionan.  

De acuerdo a fuentes conocedoras del asunto, Estados Unidos ha confeccionado una lista de unas 70 figuras oficiales del régimen venezolano, y sus familiares, quienes pudieran ser sancionados. Esta lista incluiría a miembros del Consejo Electoral, del Tribunal Supremo y de la policía secreta envuelta en los recientes actos de represión violenta. Todos estos personajes, de tenebrosas e inescrupulosas trayectorias, estarían sujetos a prohibiciones de viajes y participación en negociaciones entre entidades americanas operando en Venezuela.

Sin embargo, la medida punitiva más dolorosa y eficaz contra el régimen, al margen de las antes mencionadas, sería el retiro de la licencia extendida por el Departamento del Tesoro a Chevrón para exportar petróleo de Venezuela; e impedir, a la vez, que empresas que mantengan transacciones comerciales con la dictadura, continúen sus relaciones comerciales en Estados Unidos. Para muchos el tiempo para las negociaciones con Maduro, ha pasado. De ser así, habiendo fracasado todas las gestiones para una transición negociada, ¿qué opciones viables quedan para enderezar a la nación venezolana por el camino de la decencia y librarla del pantano en la que la ha sumido el chávez-madurismo?

El clima de crispación se ha acentuado de manera exponencial después de la consulta popular del 28 de julio que pudiéramos calificar como un punto de no retorno. En toda Venezuela se repiten a diario las manifestaciones contra la dictadura y se informa de muertos, heridos y arrestados. La polarización ha aumentado a la par que la represión.  ¿Le espera a Venezuela un espiral de violencia como resultado de los últimos acontecimientos? ¡Quién sabe!

Todo es posible. A estas alturas, con las emociones al rojo vivo por el insulto del robo electoral, el escenario de la violencia no resulta difícil de pronosticar. En los manuales de la historia del momento hemos visto cómo los israelíes han liquidado a una docena de los líderes enemigos con la tecnología de los drones, cohetes y misiles. Todo ha cambiado. Ya nada es igual.  Los líderes autocráticos y despóticos ya no son tan invulnerables como solían ser. Ahora, por virtud de los drones, el terreno se ha vuelto más plano y parejo. 

Maduro y Cabello deben saber esto muy bien, al recordar aquel evento, cinco años atrás, cuando en un acto militar, con cientos de soldados en formación militar, esperando el discurso de Maduro, fueron sorprendidos por el tremor de un pequeño drone que llenó de espanto a su líder y rompió la disciplina militar lanzando a la soldadesca en loca desbandada presa de temor, y no debemos olvidar, porque no sería aconsejable, que la historia tiene la terca costumbre de repetirse.

La conducta de Maduro y su pandilla de delincuentes es previsible. Pero, los contrarios, ¿seguirán apostando a la vía electoral que el madurismo se ha encargado de desacreditar?

El tiempo, en incontables ocasiones, nos ha demostrado que los dictadores se resisten a transferir el poder democráticamente aun cuando han perdido abiertamente en consultas populares. Maduro es uno de ésos. 

Ahora la oposición tiene que revisar las opciones en su cartera, expuestas todas sobre la mesa, sin exclusiones de ninguna clase.

El punto de no retorno ha llegado para Venezuela.

BALCÓN AL MUNDO

No hay duda de que los demócratas son maestros en el arte del escondrijo. Lo practicaron, con éxito, en la campaña presidencial del 2020 cuando mantuvieron a Biden en el sótano de su casa en Delaware temerosos de su comportamiento en público. Lo estuvieron repitiendo durante los últimos 8 meses con el mismo propósito hasta que se convencieron de que estaba casi senil y decidieron lanzarlo por la borda. Ahora lo mantienen secuestrado para que no hable cosas que pudieran perjudicar a Kamala Harris.

Pero, para no perder la costumbre, lo están practicando también con Kamala. No entrevistas con la prensa. Nada de responder a preguntas después de los discursos de campaña. Todo tiene que ser al amparo de los teleprompters. 

Como dice el refrán: “te puedes esconder parte del tiempo, pero no todo el tiempo”  

                                                                *****

La demanda de electricidad ha crecido tanto en los dos últimos años debido al reclamo de la tecnología, en especial a la Inteligencia Artificial, que plantas de energía nuclear que habían sido retiradas están siendo reactivadas por su conveniencia para suplir la demanda. Varias pequeñas plantas nucleares se están construyendo, en adición, en diferentes estados. 

                                                               *****

Ucrania y Rusia, ambas, han llegado a la conclusión de que la devastadora guerra que sostienen terminará en 2025 en la mesa de negociaciones en un acuerdo de paz. Para ese fin están intensificando los ataques tratando de dañarse mutuamente al máximo para presentarse, cada uno en su respectiva posición, como el actor que no tiene porqué acceder a costosas concesiones. He ahí una de las razones por la cual Ucrania invadió el territorio ruso de Kursk y Rusia ha arreciado los bombardeos sobre Kiev, la capital ucraniana. Tanto Ucrania como Rusia quieren lucir fuertes para las negociaciones. Va a ser una larga jornada, pero el desgaste está surtiendo efecto en la economía y la sociedad de ambos.  La realidad, como siempre, les hará entender que todo, hasta las guerras, tienen su límite.

Ambos pueblos están cansados y quieren una vida tranquila en paz. 

                                                               *****

Ali Khamenei, el líder supremo de la dictadura autocrática que gobierna en Irán declaró la semana pasada que está dispuesto a reanudar negociaciones con Estados Unidos sobre el programa nuclear de su país. ¡Umm…!

¿Es que acaso el Ayatola se ha vuelto más dulcemente comprensivo? ¡No! Lo que lo ha aflojado un poco es la masiva fuerza militar americana emplazada en las aguas del mediterráneo para la protección de Israel en caso de que Irán se vuelva un poco más loco y agresivo que lo habitual.

Por lo demás, EE.UU. debe estar muy cauteloso con estos musulmanes ladinos. Sus intenciones, de convertirse en un poder nuclear, continúan en pie, y el objetivo principal sigue siendo el mismo: Israel.