EL RÉCORD DE CIEN DÍAS EN SEIS SEMANAS

Written by Adalberto Sardiñas

18 de marzo de 2025

Se ha hecho prominente costumbre el fijar la atención de los nuevos presidentes, en sus primeros, o segundos términos, en los primeros cien días en el oficio. Se toma como una brújula indicadora del rumbo que el mandatario intenta imponer a su gobierno. Es como un modelo político-social- económico que indica a la nación hacia dónde vamos. 

En la presente administración, la meteórica velocidad de los acontecimientos es de una conmoción tan fuera de lo acostumbrado, que los cien primeros días rutinarios se han sobrepasado en las primeras seis semanas. ¡Un nuevo récord! La avalancha de las órdenes ejecutivas expedidas en los primeros cincuenta días, supera, por amplísimo margen, a las de cualquier previa administración. Y, por supuesto, ha habido de todo: caos, confusión, errores y éxitos. Una extensa gama de colores para escoger.

Precisamente por el volumen y la rapidez con que se han producido estas órdenes, o decretos, la población ha perdido, con frecuencia, el hilo de los acontecimientos, como, por ejemplo, el rápido triunfo en la frontera. De acuerdo al zar de la frontera, Tom Homas, las patrullas fronterizas encontraron un descenso del 85% en el intento de cruce ilegal a este país en el mes de enero, después de la inauguración del presidente Trump, comparado con el mismo periodo en 2024. Este es un evidente triunfo temprano del gobierno de Donald Trump que está empeñado en la inmediata expulsión de los residentes ilegales del país. Resulta evidentemente importante para la administración tomar crédito de esta victoria ante el fracaso de administraciones anteriores en este capítulo.

Otro asunto de crucial importancia para el gobierno de Trump es el Departamento de Eficiencia en el Gobierno, dirigido por Elon Musk. Por el momento, la ejecución del Departamento, integrado por jóvenes al comando de Musk, pareciera estar dando tumbos con rendimiento, hasta ahora confuso, con el objetivo de reducir la fuerza laboral federal. El desplazamiento de cientos de miles de empleados federales no ha sido aceptado con agrado por la población. Además, la intervención de Musk en el Departamento del Tesoro, sin la debida autoridad, obteniendo documentos confidenciales, y su intromisión en los asuntos del Social Security, son inaceptables síntomas de irrespeto hacia la ley que gobierna esas instituciones.

En la voluminosa proliferación de órdenes ejecutivas, hay asuntos de genuina consideración, otros superfluos, y varios de carácter revanchista. Es una canasta de variadas frutas, buenas y podridas, para todos los gustos.

Pero el asunto que pudiera decidir el destino histórico de la presidencia de Donald Trump se concentra, definitivamente, en Ucrania.

Un triunfo de Rusia enviaría los números de aprobación de Trump en un profundo espiral con una debacle mayor que la sufrida por Biden en Afganistán. Sus efectos no se concentrarían en las fronteras de América, sino que sus repercusiones serían de carácter global. Los chinos se sentirían envalentonados para tomar Taiwán. Putin amenazaría a su vecindario inmediato en Europa Central y los países del báltico; y, por su parte, Corea del Norte, e Irán, aumentarían sus provocaciones y agresiones a su antojo y voluntad. En fin, terminaríamos con un mundo menos seguro y más abierto a las amenazas de las tiranías asiáticas, europeas y del Medio Oriente.

La situación sobre Ucrania luce turbia. El presidente Trump, en el momento en que se escribe esta columna, se encuentra enfrascado en lo que podríamos llamar un juego de concesiones sugiriendo que Rusia podría retornar al Grupo de los Siete y que Ucrania jamás sería permitida ingresar a la OTAN o recuperar todo su territorio tomado por Rusia. Todo esto agregado a la previa presión retórica sobre Kiev, culpando, absurdamente, a Ucrania, de haber iniciado la guerra, después de haber llamado dictador a Zelenski. ¿Es ésta, la posición firme de Trump, o una estrategia para mantener a sus oponentes fuera de balance? Conociendo la impredecibilidad del presidente, no sería del todo imprudente cuestionar su verdadera intención. ¿No estará el presidente infundiendo en Putin una sensación de falsa seguridad para al final sumirlo en una gran caída? ¿Una hipótesis ilusa? Es posible. Pero con Donald Trump todo es posible, hasta lo que parece improbable, como los proyectos de Groenlandia, Panamá, Canadá y la franja de Gaza.

El pasado martes, una semana después de haber suspendido la ayuda militar a Ucrania, el presidente retrocedió y la reinstauró de nuevo. ¿Son estos movimientos de un pasito adelante y otro para atrás parte de un esquema confuso para mantener a Putin y a Xi Jinping adivinando sus intenciones en el juego del ajedrez geopolítico internacional? ¿Y qué acerca de lo aranceles? Primero en febrero, después en marzo, y ahora tal vez en abril. Y, al final estamos igual que en enero. ¿Serán los aranceles otra ficha de negociación, al estilo Donald Trump, para obtener ventajas o un trato equitativo de nuestros socios comerciales? De ser así, está en juego el status de Mr. Trump como el genial consumado “deal maker”.

En cuanto a Rusia y Ucrania, mucho depende del final de este fatal episodio. En el centro del conflicto están la libertad de 38 millones de ucranianos, la seguridad y la paz global, y, por ende, la restauración de la fortaleza y reputación de Estados Unidos.

Nuestros enemigos, Beijing, Terán y Pyongyang observan con atención cómo Trump conduce sus tratos con Moscú.

BALCÓN AL MUNDO

Las elecciones en Groenlandia generalmente despiertan poca atención, incluso entre sus residentes, y mucho menos en el exterior, excepto las celebradas la semana pasada. Sus ciudadanos, unos 57,000 en total, votaron el pasado martes enfrascados entre sus deseos por la independencia de Dinamarca y su oposición a la propuesta de Donald Trump de adquirir la enorme isla. 

Los seis partidos políticos están por la independencia, pero se mantienen divididos sobre cuándo, cómo y a qué costo. 

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Ya para nadie es secreto las tensiones entre varios miembros del Gabinete de Trump con el director de DOGE, Elon Musk. Se han filtrado rumores de que el propio presidente ha tenido que intervenir para frenar en varias ocasiones a Musk por sus extralimitaciones en empujar su agenda de despidos y acceso a fuentes oficiales confidenciales más allá del alcance de sus funciones.

Al parecer el choque de titanes está al producirse dentro de pocos meses.

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Debido a que la tecnología de los drones americanos no ha rendido la eficacia que se esperaba en los campos de batalla, varias compañías de la defensa han unido fuerzas con las empresas ucranianas para manufacturar drones para las fuerzas americanas. 

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El ex presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, quien adquirió fama por perseguir y castigar brutalmente a los traficantes de drogas de su país, fue arrestado y acusado por la Corte Criminal Internacional por alegados crímenes contra la humanidad durante sus años como presidente.

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La administración Trump rescindió la amenaza de imponer 50% de aranceles al acero y aluminio canadienses luego de unas conversaciones nada cordiales por cierto con los delegados de nuestro vecino del norte.  

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