Por José “Chamby” Campos
Miami con sus 127 años de existencia es relativamente una ciudad bastante joven. Metrópolis como Nueva York, Chicago y Filadelfia por mencionar algunas cuentan con edificios o propiedades que fueron construidas mucho antes que nuestra urbe fuera fundada.
Desafortunadamente este no es el caso aquí, donde se derrumba un edificio de 10 pisos para construir uno de 30 aunque este sea nuevo.
Si bien hemos visto construcciones nuevas y preciosas en lugares donde nunca nos imaginamos se pudiera construir; también hemos sido testigos de joyas que han desaparecido para siempre. Ejemplos son muchos, pero podemos mencionar el Orange Bowl, la antigua biblioteca pública en el Bayfront Park y otros.
Hoy traigo la historia de uno de esos que desapareció para siempre dejando grandes huellas; lamentablemente ha sido olvidado excepto por los esfuerzos de un joven que creció a la sombra de este maravilloso terreno de pelota y los herederos de la familia que lo construyó.
El próximo jueves 31 de agosto se cumplirán 74 años de que se inaugurara “El Miami Stadium”. Para nosotros los cubanos esa obra arquitectónica tiene mucha relevancia ya que ata nuestra pasión a la ciudad donde la mayoría de los que nos exilamos escogimos para vivir y que marca dos familias cubanas de renombre.
Ese miércoles del año 1949 se realizó el sueño del exministro cubano de educación José Alemán; un estadio con capacidad para 10,000 sin columnas que obstruyeran la vista de ninguno de los asistentes. El comisionado de béisbol de aquel momento, Happy Chandler, declaró “que no había visto una construcción más bella en todo el país”. El Miami Stadium le brindaba a la ciudad una instalación deportiva que pudiera atraer equipos de Grandes Ligas.
A las 8:30 PM delante de una multitud de 13,000 personas se oyó el grito de “Play Ball”. Esa noche se enfrentaron “Los Havana Cubans” y “Los Sun Sox” de Miami en lo que era otra referencia cubana, ya que el equipo visitante, estaba integrado en su gran mayoría por peloteros de la isla y unos de sus dueños era el ex jugador de Grandes Ligas y empresario Merito Acosta.
Como nota de referencia, los locales “Medias Solares” derrotaron a los habaneros 6 por 1 y de nuevo la presencia cubana sobresalió; el lanzador Vicente López, quien luego más tarde se exiliara en esta comunidad y fuera dueño de una academia de pelota, dominó a sus compatriotas y se adjudicó el triunfo.
Desde ese momento aquel sitio fue equivalente de buen béisbol y gratas experiencias. Fue la casa de los originales “Miami Marlins”, que eran sucursal de los Piratas de Pittsburgh en ese momento, desde 1956 a 1962. Entre los jugadores que participaron con esa franquicia estuvieron Satchel Paige, Carlos Paula y Panchón Herrera por mencionar algunos.
De todos los inquilinos que por ahí pasaron, incluyendo a los Dodgers de Brooklyn, los Orioles fue la organización que más creó memorias en el recinto de la 10 avenida y la calle 23 del northwest. En ese tiempo las aves de pico rojo fueron campeones mundiales 2 veces y participaron en 5 Series Mundiales aparte de ser contendientes todos los años.
Los amantes de la pelota pudieron ver jugar a Súper Estrellas establecidas de la calidad de Mickey Mantle, Brooks Robinson, Jim Palmer, Frank Robinson, Miguel Cuéllar y muchísimos más; al mismo tiempo que presenciaron el comenzar de futuras estrellas como Cal Ripken Jr., Eddie Murray, José Canseco y otros.
El sin número de torneos y eventos que se llevaron a cabo en dicho lugar son imposible de detallar, pero hay que mencionar los torneos que entusiastas de la talla de Emilio Cabrera, Rafael Ávila, Julio Blanco-Herrera y muchos más organizaron y donde los protagonistas eran los jóvenes cubanos que empezaban a destacarse. Los Cubanitos, La Monchi de Arcos y los torneos internacionales son algunos de esos recuerdos inolvidables.
El gran Bobby Maduro junto a su amor por la pelota también aportaron a su historia cuando fundó la Liga Interamericana que estaba integrada por conjuntos de Puerto Rico, Venezuela, Panamá, República Dominicana y Miami. Desdichadamente la liga terminó prematuramente por el incumplimiento de varios equipos.
En adición Bobby fue el creador de “Los Juegos del Recuerdo” que atraían un lleno completo y reunían decenas de antiguos jugadores. En el año 1982 atrajo 122 otrora luminarias y también participaron los campeones mundiales Roberto Durán y Alexis Argüello.
En una ironía del destino, el nombre de “Miami Stadium” fue cambiado a “Bobby Maduro Stadium”. Siempre pensé deberían haberlo hecho mientras el hombre de béisbol estuviera entre nosotros y no esperar que hubiera fallecido.
A pesar de las actividades deportivas y conciertos musicales, la gran mayoría de Rock, la construcción fue abandonada por los gobiernos locales y en el año 2001 fue derrumbada, dando paso a un edificio de apartamentos de renta.
Interesantemente el estadio que fue creado por un cubano amante del béisbol tuvo su fin llevando el nombre de otro cubano sinónimo del deporte.
Descanse en Paz.
0 comentarios