EL LEGADO DE MAO. (IV de VI)

Written by Libre Online

23 de mayo de 2023

Quieren aparentar ser imparciales proponentes de una paz negociada en la guerra de Ucrania, cuando en realidad son enemigos acérrimos de ella, igual que la Rusia soviética. Se prestan como emisarios para aplacar al liliputiense endiablado de Corea del Norte, cuando, de hecho, son ellos quienes le instan a la provocación y subvencionan su armamento. 

Y ya se sospecha que el intercambio que están negociando los rusos con Corea del Norte para recibir armamentos a cambio de víveres, es simplemente un canal secreto para pasar a Rusia armamento de China, como se presume tras la visita del nuevo Ministro de Defensa chino Li Shangfu a Moscú, hace pocos días.

No obstante, a fin de ser justos con el pueblo chino y su anhelo de ser libre, es necesario mencionar aquí, y reconocer, los sucesos de 1989 en la plaza de Tiananmen, siendo secretario general del partido comunista Zhao Ziyang, quien intentó moderar el sistema siguiendo los avances de su predecesor. Pero nunca tuvo mayoría en la enquistada cúpula del PCC, y nunca pudo cohesionar una masa importante del ejército chino para servirse de su apoyo. Como hemos repetido en otras ocasiones, sin la aplicación de la fuerza no hay solución.

Lo supo Hu-Yaobang, el ideólogo y previo secretario general del partido comunista chino que intentó reclamar cambios. Y lo supo tristemente su sucesor Zhao Ziyang, cuando fue destituido del poder en mayo de 1989 —por su apoyo a los estudiantes de la plaza de Tiananmen tras la muerte de Hu-Yaobang—, a instancia del entonces premier chino Li-Peng, un rígido conservador de las radicales ideas de Mao, y sus socios de pensamiento, los influyentes miembros del partido Li Xiannian, Chen Yun y Wang Zhen, entre otros integrantes de la indivisible cresta del PCC, enemigos de las reformas de Hu y Zhao, y quienes convencieron al entonces líder supremo Deng Xiaoping para declarar la ley marcial que acabó con las aspiraciones de libertad del pueblo chino. 

El 17 de enero de 2005, a los 85 años de edad, murió Zhao Ziyang, marginado de todo cargo. El vengativo PCC, ni siquiera permitió que sus restos cremados fueran depositados en el «Cementerio Revolucionario de Babaoshan» junto a los líderes y héroes de la República Popular China.

Tras su destitución en 1989, el PCC (Partido Comunista Chino) endureció fieramente su estructura, radicalizándose todavía más.

La juventud china, especialmente los estudiantes del intercambio con los Estados Unidos, pudo evaluar la diferencia entre el totalitarismo y la libertad.

El poderoso Wang Zhen, durante aquellos sucesos de 1989, incluso acusó a Zhao de debilidad ideológica y de intentar conducir a China hacia un acercamiento con occidente. Y el radical Li Peng sostuvo que Zhao fue el instigador de los hechos de Tiananmen. De nuevo, el dogma del maoísmo fue un puñal artero clavado en el corazón de su pueblo.

Actualmente, líderes de aquel movimiento espontáneo y popular, agonizan en las ergástulas chinas. ¡Lo mismo sucede en Cuba! ¡Lo mismo sucede enVenezuela! ¡Y en Rusia! ¡Y en Nicaragua!

Y, por supuesto, en Corea del Norte, con aquellos que»no lloraron suficientemente» cuando pasó frente a la multitud obligada el féretro de Kim Jong II durante las exequias nacionales, tras su fallecimiento ocurrido en diciembre de 2011.

Ese viciado elemento actúa de igual manera en todas partes, desgraciadamente. Con ellos no hay tregua. ¡Es un gran tumor metastático que hay que extirpar!

Más, sin embargo, es el imponente dragón chino el que constituye el mayor peligro de los países libres. Cuando hace más de veinticinco años comenzaron a mencionar los riesgos de una guerra bacteriológica, posiblemente ya ellos la estaban preparando. No podríamos afirmar sin pruebas que las víctimas del Covid-19 en el mundo han sido responsabilidad del gobierno chino. Pero cada vez más las investigaciones señalan que el origen del virus se situó en un Centro de Virología localizado en la ciudad china de Wuhan donde fue elaborado y, aparentemente, escapó por accidente. Quienes así lo estimen pueden otorgarle a China el beneficio de la duda, si lo prefieren. Pero el PCC ha demostrado en muchos aspectos que no es muy digno de confianza que digamos.

Y el actual Chino Rojo Xi Jinping, en el poder desde 2012, es un leal maoísta a pesar de que su propio padre Xi Zhongxun fue purgado durante la revolución cultural, cosa que parece importarle muy poco, pues ha hecho pública su sorpresiva y atrevida advertencia al Ejército Popular de Liberación de que debe estar listo para la guerra. Desde los funestos tiempos de Mao, el pueblo chino no escuchaba una arenga como esa. Ni el tecnócrata Jian Zemin, ni el dogmático Hu Jintao, sus predecesores en el poder, se atrevieron jamás a postular semejantes directrices. Pero Xi ha demostrado ser un líder muy autoritario, que ha incrementado la censura, la vigilancia, el control y el total desacato a los derechos humanos, promoviendo el culto a la personalidad, al estilo de Mao. Su retórica incisiva y su opaco desprecio a occidente, reflejan la fidelidad incondicional de su inflexible pensamiento al maoísmo.

Felipe Lorenzo

Hialeah, Fl.

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