Por JUAN A. MEDINA.
Tras la exhibición del mexicano Saúl “Canelo” Álvarez ante más de 70,000 espectadores, un récord de asistencia de público en el boxeo estadounidense, muchos otros acontecimientos deportivos van permitiendo, progresivamente, la presencia de aficionados en los estadios, en busca de la deseada normalidad en el deporte.
El combate entre “Canelo” Álvarez y el británico Billy Joe Saunders permitió reunir en el AT& Stadium de Arlington (Texas) a más de 70,000 enfervorizados seguidores, una gran demostración de que el deporte quiere y pretende volver a la normalidad tras más de un año mermado por la pandemia del coronavirus.
El boxeo ha dado un paso adelante en el deseado regreso del público a las gradas de los estadios y el efecto “contagio” ya se ha hecho notar en el deporte estadounidense, que espera una notable presencia de aficionados en las tradicionales 500 millas de Indianápolis, el próximo 30 de mayo.
Tras la ausencia de público en la edición de 2020, la mítica carrera automovilística estadounidense espera contar con un 40% de aforo en el Indianápolis Motor Speedway, una de las instalaciones deportivas más grandes del mundo, con capacidad para 350,000 espectadores, pero que para esta ocasión “sólo” acogerá a 135,000 seguidores.
Las autoridades sanitarias han dado el visto bueno a este plan de asistencia en el famoso circuito que ha servido de centro de vacunación contra la Covid-19. Los afortunados que tengan la dicha de presenciar en vivo la carrera deberán usar obligatoriamente mascarillas, someterse a controles de temperatura y cumplir con un protocolo de separación entre personas en todas las partes del recinto deportivo.
EL FÚTBOL QUIERE
VER PÚBLICO EN LAS GRADAS
El fútbol es otro de los deportes que trabaja con más ahínco para que los aficionados vuelvan a las gradas. La liga mexicana y la MLS, el campeonato estadounidense de fútbol, ya cuentan con una reducida presencia de seguidores en algunos de los estadios de sus campeonatos.
La UEFA también trabaja en la presencia de público en las finales de la Europa League y la Liga de Campeones. Para el primer envite, entre el Villarreal y el Manchester United el 26 de mayo en Gdansk (Polonia), las autoridades polacas han autorizado a la UEFA la presencia de 9,000 aficionados, un 25% del aforo. La final de la Liga de Campeones, entre el Chelsea y el Manchester City, prevista en principio en Estambúl el 29 de mayo, todavía está por confirmarse la sede definitiva por las restricciones sanitarias británicas a viajar a ciertos países, como es el caso de Turquía.
MÁS PÚBLICO, POR FAVOR
El escenario que plantea el fútbol es similar a otros deportes y competiciones como la NBA, que ya autoriza en algunos pabellones la presencia de entre el 10 y el 25% de aficionados, aunque no parece que se vaya ampliar el aforo para los «play-off» que comienzaron el 22 de mayo.
El ejemplo es parecido a lo que ocurre en las Grandes Ligas de béisbol, aunque en este campeonato se ha producido algún “error” e “irresponsabilidad”, en palabras del presidente estadounidense Joe Biden, al permitir que los Texas Rangers llenarán su estadio, el Globe Life Field,para el primer partido de la temporada, el pasado 5 de abril, con la asistencia de 40,000 espectadores.
Otro paso adelante se ha producido en la Fórmula Uno con la presencia de 1,000 espectadores en el último Gran Premio de España, disputado en el circuito de Montmeló (Barcelona), el pasado 9 de mayo.
El tenis también va dando pasitos pequeños pero sólidos. El Mutua Madrid Open ha sido uno de los primeros ejemplos de que el público va volviendo a las gradas de la pistas de tenis. El torneo madrileño ha reunido a 5,000 personas al día para presenciar los partidos, un protocolo similar al que se pretende seguir en Roland Garros.
El torneo parisino, el Grand Slam de tierra batida que comienza el 30 de mayo y terminará el 13 de junio, podrá acoger un tercio de público, con un máximo de 1,000 espectadores por pista, aunque las autoridades francesas han añadido que la presencia de aficionados en las finales puede ser mayor porque, a partir del 9 de junio, Francia pretende iniciar una nueva fase de desescalada que autorizará un 65% de espectadores, con un máximo de 5,000 por pista. Esta ha sido una de las razones del cambio de fechas de Roland Garros, que comenzará una semana más tarde de lo previsto.
El deporte no para, con los Juegos Olímpicos de Tokio, la Eurocopa y la Copa América de fútbol en un horizonte muy cercano, pero que necesita que el público vaya ocupando el lugar que le corresponde y recuperar la normalidad de antaño.
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