El texto que a continuación se muestra a los lectores de LIBRE fue recuperado del Archivo Nacional de Washington y publicado por la prensa cubana en 1955. El documento es todo un informe del cónsul de los Estados Unidos en Santiago de Cuba, fechado en el 23 de mayo de 1895, dando cuenta a su Gobierno de la muerte de José Martí. Por su extraordinario interés insertamos a continuación una traducción del mismo, dejando constancia
gráfica de su autenticidad en la reproducción de algunas de sus páginas, dejando saber, al mismo tiempo, que en el informe hay inexactitudes producto seguramente del laborantismo de las noticias de la época.
He aquí el texto traducido.
Consulado de los Estados Unidos
Santiago de Cuba
Mayo 23, 1895.
Honorable Edwin F. Uhi.
Secretario Asistente de Estado,
Washington, D. C
Señor:
Tengo el honor muy respetuosamente de reportar que el miércoles de esta semana los periódicos de esta ciudad publicaron la muerte de José Martí, presidente del partido Revolucionario Cubano. Su muerte se dice ocurrida mientras trataba de cruzar la “Trocha” hacia Puerto Príncipe.
En el propio día un Cubano Americano, de posición alta en el mundo de los negocios, visitó el Consulado, y me dijo que los restos de Martí debían ser traídos a este lugar durante el siguiente día, y me pidió que reclamase el cuerpo del
gobierno, “y como Cónsul Americano, le diera un honorable entierro americano”. El caballero dijo además que «el objeto del gobierno era realizar una parada con los restos ante el pueblo y entonces lanzarlos en un hueco como a un perro».
Se me dio a entender que para tal servicio mi cuenta sería pagada, y que no debía hacer preguntas. Yo contesté que a despecho de cuales pudieran ser mis sentimientos de humanidad, Martí tenía amigos suficientes en Santiago que se ocupasen de que sus restos fueran decentemente enterrados, en el caso de traérseles aquí, si el gobierno se negaba a esa ceremonia, y que las instrucciones de mi gobierno me ordenaban el evitar todas las cuestiones de naturaleza política, y para eludir lo que pudiera ser tergiversado por los oficiales españoles como un acto de contemporizador y solidaridad con la revolución, y para evitar cualquier situación embarazosa a mi propio gobierno, muy respetuosamente decliné dar a la cuestión ninguna atención.
Posteriores acontecimientos arrojan algunas dudas sobre la muerte de Martí, ya que aquellos que debían traer el cadáver a Santiago regresaron diciendo que “el cuerpo estaba demasiado descompuesto para su transporte».
Con la más alta consideración.
Su obediente servidor
Pulaski F. Hyatt
Cónsul de E. U.
No. 138.
CONSULADO DE LOS ESTADOS UNIDOS,
Santiago de Cuba
Honorable Ewin Uhi
Secretario Asistente de Estado,
Washington, D. C.
Continuando mis reportes sobre el asunto de la rebelión en esta provincia, tengo el honor muy respetuosamente de reportar que en la noche del domingo último un cuerpo extremadamente descompuesto que se dice ser el de José Martí, arribó a este lugar para su identificación y enterramiento. Mil quinientos soldados acompañaron el cuerpo y se dice que han sido atacados nueve veces por el camino.
En la noche del lunes 27 del corriente el Gobernador Militar y Civil, hijo de Martínez Campos, visitaron el Consulado, y después de expresar su alto aprecio de la actitud del gobierno de los Estados Unidos hacia el gobierno de España, durante las condiciones de disturbio actuales de Cuba, hablaron libremente sobre la situación imperante aquí y expresaron su gran confianza en la habilidad de su gobierno para terminar con la presente rebelión, y devolver la paz y el orden a Cuba. El coronel Campos dijo que venía por especial ruego de su padre y que hablaba en su nombre. Después de una entrevista que duró cerca de una hora los distinguidos visitantes se retiraron de nuevo expresando su juicio sobre el gobierno de los Estados Unidos, y su altísima consideración hacia el presidente Cleveland, y hacia los caballeros asociados a él en la administración en los asuntos de gobierno.
En la fecha últimamente mencionada, los insurgentes atacaron, asaltaron y quemaron un tren de once carros, en la vía
férrea que conduce de Guantanimo a Caminero. El tren se dijo que contenía armas y municiones y pertenecía y era operado principalmente por Brooks y Compañía.
El martes 28 Frederick Ramsdem, de la firma de Broosk y Compañía y quien ha sido Cónsul de su Majestad Británica en este lugar por treinta años me dijo que consideraba que, si la rebelión se mantenía dentro de esta provincia, el Gobierno de España podría a su debido tiempo sofocarla, pero que si las otras provincias, cinco en total, se alzaban y mostraban las cualidades de pelea de esta. Entonces, él dudaría de la habilidad de España para hacerla fracasar.
El miércoles 29 en un carro especial en compañía del superintendente del ferrocarril de Sabinilla y Moroto hice un viaje por esa línea, recorriendo una distancia de 35 millas ida y vuelta. La compañía ha construido numerosos fuertes o
barricadas en los varios puentes de madera que se hayan a lo largo del camino, y el Gobierno ha destacado tropas en ellos. Nueve décimas partes de la gente campesina que habita a lo largo de la línea han abandonado sus hogares, y, o bien se han sumado a la rebelión o se han mudado a Santiago, y en todas las estaciones otros esperaban con las pertenencias hogareñas y el ganado, a fin de venir a esta ciudad. Esta gente deambula pidiendo limosna durante el día y duerme en los portales abiertos durante la noche.
El superintendente Ziegenenfus añadió que al efecto de que los hombres encontrasen empleo y, de ese modo no se uniesen a los insurgentes España había prácticamente concedido todo lo que Martínez Campos pidió para ofrecer ayuda en toda la extensión del camino. (Asunto reportado antes).
En la fecha mencionada en último término, trescientos o cuatrocientos insurgentes, vinieron hasta una milla de Santiago y mataron o hirieron a once soldados españoles y les quitaron cien cabezas de ganado enviando recado al comandante general que en lo adelante cuando quisieran ganado del que poseían las fuerzas insurgentes debían cumplir las leyes de la “República Cubana”, pagando dos dólares por cabeza según
“tarifa”.
Había solo alrededor de doscientas tropas gubernamentales disponibles en la ciudad en aquel momento. Estas con dos piezas de artillería salieron a hacerle frente al enemigo que se esparció hacia el interior de los montes y mantuvieron un fuego desconcertante durante algún tiempo. Mientras sus cómplices escapaban con el ganado una recia batalla se dice que ha ocurrido en Cabonico en la primera parte de la semana. Los resultados se desconocen.
Dos jóvenes de Nueva York que se dice son los hijos de padres nacidos en Cuba, están ahora en castillo del Morrou. En prisión militar cercana a este lugar, sus nombres son Frank Agramonte y Thos J. Swains. Ninguno ha pedido la Intervención de este Consulado. El Gobernador amablemente, me ha permitido enviar cartas y dinero de los amigos.
El informe del jueves 30 era una combinación de la tea incendiaria, la espada y el verdugo, la maquinaria y los edificios de las siguientes plantaciones de azúcar fueron quemados, todo ello localizado dentro de las veinticinco millas contadas desde este lugar. Palmuejo, Victoria Calafornia, Quarto Carminos, Selaco y Lagurta, además de otras propiedades.
Una batalla de considerables pretensiones ocurrió cerca de Guantánamo y se reporta una victoria para ambas partes.
Manuel Miret, un español empleado de la Compañía de Ferrocarril y Minas Jurugua fue capturado por seis Mombis (Insurreccionistas) en un carro donde él estaba actuado, como retranquero, colgando de un poste de telégrafos, y poniéndole esta inscripción: “Este hombre hablaba mucho”. Se teme ahora que ha comenzado el reino del terror; yo espero que el temor no esté bien fundado.
El viernes 31 se publicó una noticia en los periódicos locales diciendo que Salcedo, el comandante general de la división de Santiago de las fuerzas españolas, ha renunciado. Se entiende que Martínez Campos le pidió la renuncia.
Muy respetuosamente,
Su obediente servidor,
Pulaski F. Hyatt,
Cónsul de E. U.
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