EL CÁNCER DE IBEROAMÉRICA (IV)

Written by Libre Online

24 de octubre de 2023

¡Ninguna persona que habite en un país libre debe degradarse a sí misma ni enlodar su propia conciencia hablando bien del espantoso infierno cubano, cuyas reproducciones vemos hoy en Venezuela y Nicaragua!

Sí, es cierto que algunos estudiantes extranjeros han podido cursar sus carreras en Cuba. Pero ¿saben por qué? Porque la satrapía cubana compra sus voluntades con ello y les convierte en propaganda gratuita de por vida para su perverso sistema comunista. Cuba “nunca olvida” a esos que estudiaron “gratuitamente” en su país. Y más les vale que siempre estén al servicio de la dictadura cuando éste requiera de apoyo en sus propios países o reclame su presencia en posibles manifestaciones públicas a favor del régimen cada vez que sea necesario hacerlo, pues de lo contrario nadie podría evitar morir de repente en un “accidente” o, peor aún, que sea su familia la que sufra el percance, al usual estilo de las mafias.

Sí, la medicina es gratis en Cuba, porque no hay medicina ninguna.

Los hospitales cubanos están en ruinas, no hay asepsia en lo absoluto; tienes que llevar tu propia sábana si tienes una y tu propia almohada, y la peligrosa anestesia que te aplican al igual que los medicamentos escasos que proveen están casi siempre en mal estado o con menos efectividad que un simple placebo. Las modernas instalaciones médicas cubanas no son para el pueblo que vive en harapos y se muere de hambre, sino solamente para la élite comunista y los extranjeros adeptos al sistema que paguen en dólares.

Y el cacareado “bloqueo” es otra patraña comunista. En Cuba no hay bloqueo ninguno; ellos pueden comprar lo que deseen en todas partes del mundo y hasta en los Estados Unidos. Lo que sucede es que se lo roban todo y no le pagan a nadie, lo cual trae como consecuencia que no dispongan de fuentes de crédito internacional y deban comprar en efectivo. El único bloqueo cubano es el que la dictadura le tiene impuesto a su pobre pueblo; un bloqueo de libertad, de oportunidades, de salarios justos, de derechos civiles y de respeto a sus vidas.

El más mínimo sentido común debe decirnos mucho cuando miles de cubanos prefieren morirse en el mar navegando en precarias embarcaciones antes que vivir en el horrendo averno del yugo castrista. Quienes se atreven a defender esa alucinación deben ir a Cuba, no a hacer turismo, sino a convivir con “los cubanos de a pie”, para que sientan en carne propia la constante sacudida del horror: Sin comida, agua potable o electricidad con persistente frecuencia; y miseria, opresión y terror a toda hora. A los perros comunistas hay que enfrentarlos con la verdad y no permitirles que sigan lavándole el cerebro a las multitudes ignorantes de las clases sociales más frágiles de Ibero América.

Repetimos: ¡Recuerden que ellos también votan!

¡Por eso Lula ganó en Brasil! ¡Por eso Petro ganó en Colombia! ¡Por eso Evo ganó en Bolivia!

¡En los países democráticos, señores, los pobres y los analfabetos también votan! ¡Hay que educarlos y cultivarlos! ¡Hay que ofrecer opciones de progreso y bienestar a todos! ¡Hay que gobernar con probidad!

El cáncer de Ibero América —la corrupción y la penetración de las ideas comunistas—, ha hecho metástasis en el continente porque nuestras naciones y nuestros gobernantes no han aprendido nada desde la fallida “Alianza para el Progreso” del presidente John F. Kennedy, establecida en marzo de 1961, y cuyo objetivo primordial era la erradicación total del analfabetismo para el año 1970. Dicha iniciativa sólo fue positiva para los bandidos que se lo robaron todo dejando a sus patrias y sus pueblos sin “Alianza para el Progreso”.

El Continente Americano alberga en su seno al país más exitoso y rico del mundo, pero Ibero América sigue con su malsana costumbre de criticarlo, envidiarlo y menospreciarlo, en lugar de respetarlo, aprender de él y seguir sus pasos. “Abajo los gringos capitalistas”, “Yankees go home”, “Manos fuera de Cuba”, “Viva el Socialismo” y mil estupideces por el estilo, emanadas de los insulsos cerebros “lavados» por la ponzoña comunista. Quienes hayan visitado la ciudadela Inca de Machu Picchu en Perú, pasando por Cuzco y Aguas Calientes; o Cochabamba en Bolivia, o diferentes estados, departamentos, provincias o pueblos en nuestros países, y sus numerosas atracciones turísticas —como muchos hemos hecho—, tienen que haber contemplado con incredulidad los garrapateados murales y sus insultantes consignas políticas. ¡Qué mal camino, señores!

Felipe Lorenzo

Hialeah, Fl.

Desde el triunfo de Lenin en Rusia y luego del maoísmo en China Roja, los ojos del comunismo se voltearon hacia Ibero América, pero el tumor se tornó canceroso finalmente el Io de enero de 1959, en Cuba. Los errores de los presidentes norteamericanos y de los corruptos e ineptos gobiernos iberoamericanos no solamente no atajaron el tumor político a tiempo, sino que le han permitido metalizarse.

De hecho, en su momento, casi ninguna república iberoamericana levantó su voz enérgica el 17 de abril de 1961 apoyando la gesta patriótica del desembarco en Playa Girón de la valiente brigada cubana 2506. ¡A nadie le importaba aquello! Pero cuántas desgracias y cuántas tragedias se habrían evitado si aquel admirable esfuerzo hubiese contado con la decidida ayuda del incapaz presidente norteamericano y los torpes e indolentes gobiernos de la América Latina. A la nación cubana la abandonaron a su suerte. ¡Observen el resultado hoy!

Si no actuamos con firmeza, pronto agregaremos al repugnante lodazal donde se hallan inmersas Cuba, Venezuela y Nicaragua, muchas otras patrias más, hasta que un día, desgraciadamente, terminaremos por perderlas a todas.

Felipe Lorenzo Hialeah, Fl.

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