Finalizando el pasado mes de julio falleció en esta ciudad mi esposa Edith Tápanes. Cuando sufrí ese inmenso dolor, no sé por qué, recordé algunos de los versos de la famosa canción titulada: “Chabuca limeña” que escribió Manuel Alejandro cuando falleció Chabuca Granda, la gran compositora y cantante y que fue popularizada en la voz de Raphael.

Lo que recordé fue: “Te lo llevaste todo, el poncho y la guitarra, el verso y la palabra, la danza y la canción…”

Y yo ahora tengo que decirle al dulce recuerdo de mi esposa: “Edith, te lo llevaste todo: el gran amor que me tenías, tu delicada forma de tratar a todos y en especial a mí. Te llevaste tu dulzura, tu compasión por todo el mundo, tu gran cariño y admiración por los niños, tu respeto por las personas mayores. Te llevaste todas las virtudes que puede tener un ser humano…”

Siento un vacío enorme dentro de mi espíritu, siento como si el mundo estuviera llegando a su fin.

Fueron muchos años regalándome tu comprensión, tu amor, tu cariño tan grande, enseñándome a entender al mundo un poco mejor…

No escribo esto porque Edith haya fallecido. En mi libro “Viaje a la poesía” que fue publicado en el año 2010 publiqué 4 décimas tituladas “A Edith, mi esposa” que le escribí en enero de l983, donde se refleja mucho de lo que ahora digo. 

Sé que estás con Dios porque unos días antes de morir, justo el 11 de julio estabas muy quieta y te pregunté qué te pasaba, y tu respuesta fue: “Estaba viendo a Dios”.

Finalmente te digo: “Edith. hasta pronto”. 

Raúl Tápanes Estrella

Miami Beach, Fl.