A menudo sorprende a los extranjeros visitan Chile descubrir que el general Augusto Pinochet todavía tiene partidarios aquí. Fuera de Chile, es casi universalmente vilipendiado, recordado como un dictador despiadado cuyo régimen militar mató a más de 3.000 opositores políticos, torturó a muchos más y forzó el exilio de miles. Evelyn, candidata de la derecha en las elecciones presidenciales de noviembre, dijo este mes que en septiembre de 1973, “la inmensa mayoría” de los chilenos querían el fin del gobierno de Allende. Las razones de esta animosidad y de la tormenta económica de la época todavía son objeto de acalorados debates. La derecha dice que la administración de Allende era incompetente. La izquierda dice que el poderoso y conservador lobby empresarial, apoyado por una financiación encubierta de Estados Unidos, debilitó al gobierno. Fue con este telón de fondo que el golpe de Estado tuvo lugar.
ÉXITO ECONÓMICO
Tras tomar el poder, el gobierno militar abrió la economía al libre mercado. Las empresas mineras extranjeras, cuyos bienes habían sido expropiados bajo el gobierno de Allende, fueron invitadas a regresar al país. Se vendieron las empresas estatales y se privatizaron los sistemas de educación y de pensiones. La derecha dice que estas reformas contribuyeron a que Chile se convierta en lo que es hoy, uno de los países más ricos de Latina. Pero cuánto de la prosperidad se debe a las políticas de Pinochet, y cuánto tiene que ver con las de los últimos gobiernos de centro-izquierda y la vasta riqueza mineral del país, sigue siendo una cuestión de debate.
Todos los escritos que se encuentran describen a Pinochet en Chile, y a Franco en España, como unos asesinos que regían el País con fuerte represión y asesinatos a ciudadanos inocentes.
Esto es cierto, pero lo que no se escribe es que ambos estaban liderando una guerra, para evitar que sus países se subyugaran al poder comunista Ruso.
Es una triste realidad, pero trágicamente en confrontaciones políticas/militares siempre mueren muchos civiles.
Nada de esto debe sorprender a los cubanos que vivimos las épocas de Batista y Fidel.
Lo que se publicó por muchos años y hasta el momento, fue la “dictadura de Batista”, y el régimen del “Gobernante” Fidel Castro, que mejoraría a un país en miseria, sin educación o servicios médicos.
Hubo muertes no justificadas pero solo se escribe de los causados por el ilegal gobierno del 10 de Marzo, pero me pregunto? Los de la policía y ejército nacional asesinados por los combatientes anti-Batistiano y por Fidel, Raúl y el Che en la Sierra no cuentan? En fin, todas sus familias lloran la pérdida ajena a la política.
Este largo recuento es para poder entender mi deseo de que en Cuba exista un golpe militar que tranquilice al pueblo en rebeldía, abra la economía a un libre mercado e imponga paz, aunque provoque una necesaria represión y sufrimiento injustificado.
Es el precio a pagar para logar un futuro mejor al país y a la mayoría de la población, como aunque se niegue, sucedió en Chile y España.
Es harto conocido que los militares de alta promoción son, después del retiro de Raúl y la muerte de Fidel, los que dominan el capital cubano. Todos también tienen suficiente edad y fortuna para poder salir de Cuba y vivir sus “millonadas” en otro país afín.
El golpe y el nuevo gobernante tendrán que ser algún joven de simpatía y poder dentro de las fuerzas armadas presentes.
Ni el pueblo en la calle, como está sucediendo, ni el resto del mundo ayudaá a liberar a Cuba de la tiranía.
La población será derrotada por los esbirros castristas y los EE.UU. y demás, especialmente con nuestros nuevos gobernantes, no pasaran de protestas verbales.
La posibilidad de una intervención militar extranjera no la veo posible. Por lo tanto mi pregunta “donde está el Pinochet de Cuba?”. Por él esperamos!
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