La otalgia puede aparecer en cualquier parte del sistema auditivo, ya sea interno, medio o externo y la intensidad del dolor puede variar desde muy leve a muy intenso, dependiendo sobre todo del factor causante, que abarca desde una infección u otitis, hasta los cambios de presión atmosférica dentro de la cabina de un avión.
Por: Pablo Gutman
El dolor de oído u otalgia es uno de los síntomas más comunes entre adultos y niños, siendo causa frecuente de consulta médica. No siempre lo causan infecciones, y puede manifestarse en uno o ambos oídos, aunque lo más habitual es que sea unilateral, señalan desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL CCC).
Esta afección puede acompañarse de mareos, hipoacusia (disminución de la agudeza auditiva), acúfenos (sensación de percibir sonidos que no proceden de fuentes externas) y/o supuración de oído, y si se agrava o no remite, el paciente deberá ser valorado por el especialista en otorrinolaringología, de acuerdo a esta sociedad médica.
El dolor puede aparecer en cualquier parte del oído, interno, medio o externo, y su aparición no está relacionada necesariamente con una enfermedad o infección específica, por lo cual hay que evitar hacer suposiciones sin que un especialista (médico otorrino) lo valore, añaden desde el Instituto de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de Madrid (IOM).
Según el IOM, existe una amplia cantidad de potenciales causas de la otalgia, incluidas algunas enfermedades no relacionadas directamente con el oído pero que, al alcanzar un punto álgido, afectan a este órgano y causan el dolor.
“Un correcto diagnóstico resulta fundamental para poder tratar la enfermedad origen a tiempo. Cuando aparecen los primeros síntomas y éstos persisten durante varias horas, es momento de visitar al otorrino”, recomiendan.
La otalgia se clasifica en dos grandes grupos. Cuando su origen está en el propio oído, los otorrinos hablan de otalgia primaria, y cuando el dolor se irradia por un problema en otra zona corporal, se llama otalgia secundaria, según explica el farmacéutico Juan Desmonts, fundador de la plataforma de farmacia en línea Dosfarma o DF (www.dosfarma.com).
“Pese a lo molesto que resulta, en la mayoría de los casos el dolor no se debe a nada grave” y, a menudo su origen puede estar en zonas próximas al oído, que comparten nervios craneales, como la nariz, la garganta, la mandíbula, las piezas dentales, o derivarse de lesiones musculoesqueléticas en el cuello, la columna y la cabeza, según Desmonts.
“Llevar una buena higiene auditiva es fundamental para no sufrir una otitis, la causa más común de que nos duelan los oídos”, explica este farmacéutico.
Apunta que “existen muchos productos de venta libre como gotas, aceites y espráis que pueden ayudar a mantener un adecuado cuidado auditivo”, advirtiendo que “no deben utilizarse bastoncillos para limpiar el interior de los oídos y que, en caso de sufrir esta afección siempre hay que acudir a un especialista”.
El uso de bastoncillos de algodón para limpiar los oídos puede causar cortes en nuestros conductos auditivos, perforar nuestros tímpanos y dislocar nuestros huesos auditivos, según el IOM.
El equipo de expertos de Dosfarma enumera las causas más habituales del dolor auditivo y ofrecen algunas claves para identificar su probable origen.
OTITIS
La mayoría de dolores de oídos se deben a la otitis, una inflamación del oído medio que suele estar provocada por virus y bacterias. Las otitis son más frecuentes en los niños y bebés, que en los adultos, porque sus ‘trompas de Eustaquio’ (tubos que se extienden entre el oído medio y la faringe) son más cortas y horizontales y eso favorece que la mucosidad de la nariz pase al oído, según DF.
Los síntomas son dolor, fiebre, irritabilidad y merma en la audición, y pueden presentarse en uno o en ambos oídos.
CONSEJOS PARA PREVENIR LA INFECCIÓN.
“El 84% de las consultas al otorrino en verano se asocian a la otitis”, explica la doctora Elena Pont, del Departamento de Salud de Manises (Valencia, España).
Para ayudar a prevenir esta molestia, los expertos en Otorrinolaringología del Hospital de Manises aconsejan “seguir una rutina consistente en secar de manera cuidadosa los oídos tras cada baño para asegurarse de que no quede agua en su interior”.
“El uso de tapones o gorros de baño puede reducir la posibilidad de que el agua penetre en los oídos, siendo recomendables para personas con especial sensibilidad”, según la doctora Pont.
“En personas que sufren tapones de cerumen de repetición se aconseja utilizar esprays reblandecientes una vez por semana durante el año”, según los especialistas de Manises, que recalcan la importancia de evitar el uso de bastoncillos (hisopos) y otros objetos para limpiar o rascar los oídos, porque pueden irritar la piel y causar que la cera obstruya el canal auditivo.
Si el agua se queda retenida en el conducto auditivo, Pont explica que “en caso de que no se sufra de perforación del tímpano crónica o aguda, se puede aplicar alcohol boricado a saturación en gotas preparado en farmacias”.
“Si la infección avanza, será conveniente acudir al médico”, concluye la doctora Pont.
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