Por José “Chamby” Campos
De San José de Las Lajas a un terreno de Football americano
Joaquín González nunca se imaginó que aquel primero de octubre de 1962 en que cambiaba gomas en un taller en Nueva York su vida iba a estar tan ligada a un deporte como el Football americano.
El cubano acababa de llegar a Estados Unidos después de haber estado conspirando contra la tiranía Castrista. Al igual que miles de sus compatriotas, comenzaba el duro caminar del exilio; para suerte, toda su joven vida había estado atada a la industria gomera en su natal San José de Las Lajas, una ciudad industrial.
Con el pasar del tiempo, de cambiador de llantas pasó a vendedor y finalmente culminó siendo gerente de una sucursal de Firestone. Se casó con su novia María de Los Ángeles en 1965 y como la gran mayoría de los cubanos, Miami era la tierra pretendida.
El matrimonio González se mudó para la ciudad floridana y creó un hogar donde nacieron tres hijos; Antonio, Georgina y Joaquín Jr.
Aquí montó la empresa TCM International y el triunfo no se hizo esperar. Hombre de visión y con un resumé exitoso, en una época donde un estrechón de manos era un contrato válido, las puertas financieras se le abrieron. Joaquín captó la oportunidad que representaba Latinoamérica y la explotó con creces.
Llegaron los años 80 y su hijo mayor Tony comenzó a jugar Football americano en el antiguo colegio Loyola; la única participación de Joaquín en el juego era comprar pizzas para que los muchachos tuvieran una recompensa. No comprendía cómo su hijo disfrutaba aquel juego tan violento.
Qué lejos estaba de lo que el futuro le aguardaba en aquel extraño y feroz deporte.
Su primogénito se transfirió a la secundaria Christopher Columbus y continuó jugando en el equipo de Football mas también compitió con la escuadra de lucha libre. Al graduarse, a pesar de tener unas ofertas para jugar a la altura universitaria, concluyó su carrera y tomó el campo de los estudios con el propósito de continuar en el negocio familiar.
Como dice el refrán “de tal palo, tal astilla”, Tony salió de la sombra de su padre e incursionó en la vida empresarial por su cuenta, abriendo su propia importadora, exportadora y distribuidora de gomas.
A pesar de que Tony no incurrió en el deporte a nivel universitario, su pasión y dedicación despertaron en su hermano menor, Joaquín Jr., el amor por este y es ahí donde sí surge una nueva experiencia para los González.
Unos años más tarde Joaquín Jr., siguiendo los pasos de su hermano, ingresó en Columbus y jugó Football logrando convertirse en uno de los mejores jugadores de nuestro condado como miembro de la línea ofensiva.
Al graduarse recibió más de 47 ofertas para jugar en diferentes universidades incluyendo la prestigiosa Harvard en el estado de Massachusetts; pero él tenía otros planes cuando le comentó a su padre que había recibido una invitación para jugar en la Universidad de Miami.
Le dijo que el coach de ésta, Butch Davis, deseaba hablar con él y cuando Joaquín visitó la Universidad, se dio cuenta que su trayectoria en el Football americano sería larga. Butch Davis le comentó que su hijo tenía un gran porvenir en el deporte y que “con 11 como él”, podía ganar el campeonato nacional.
Hay que notar que, en esos tiempos, La Universidad de Miami había sido penalizada y el programa se encontraba en planes de reconstrucción; pero la profecía de Davis se cumplió cuando durante cuatro años Joaquín Jr. fue abridor en los 49 encuentros que la escuadra participó. Durante ese período UM pasó de ser una cenicienta a lo que se puede considerarse uno de los mejores equipos de todos los tiempos; cuando lograron coronarse en el año 2001.
Con su graduación universitaria Jr. encontró otra decisión; ¿Ingreso en el Football profesional o me quedo a trabajar con la familia? Ya en esa fecha Tony había convertido su compañía gomera, “Tire Group International”, en la distribuidora de gomas hispana más grande del mundo.
Al igual que Tony, Joaquín abandonó el camino de la seguridad y eligió continuar en el duro deporte. Se unió a Butch Davis en Cleveland y participó en 3 campañas con los Browns antes de incorporarse a Los Colts de Indianápolis donde después de una temporada le dijo adiós a los terrenos.
Durante todo el tiempo en que Jr. jugó, el matrimonio de Joaquín y María de Los Ángeles con sus hijos Tony y Georgina ya casados; se convirtieron en la familia hispana número uno del Football americano. Joaquín Jr. los recompensó con su elección a los Salones De La Fama de Christopher Columbus y La Universidad de Miami.
Finalmente, el sueño de aquel empresario que soñaba con toda la familia trabajando para una misma compañía se convertía en realidad. Joaquín Jr. se unía a “Tire Group International” y su yerno Adolfo ya era parte de la administración; pero ahora los papeles estaban invertidos; su hijo Tony era el ejecutivo.
Vale relucir que al igual que sus hermanos, su hija también probó fortuna por su propia cuenta y hoy en día es la jefa de relaciones públicas del hospital Baptist.
En la actualidad su actividad en el deporte continúa, ya que el quarterback del equipo menor de Columbus es Vincent González, hijo de Joaquín Jr. y, por si fuera poco, Joshua, el hijo de Georgina también practica el deporte y espera entrar en Columbus el próximo año.
Joaquín González, el gomero de San José de Las Lajas que sin saberlo encontró un romance con el Football americano.
UM vuelve a triunfar
Después de tres derrotas consecutivas, La Universidad de Miami se anotó una victoria frente a la universidad de Virginia Tech el pasado sábado en la norteña ciudad de Blacksburg.
Los Huracanes abrieron el marcador cuando solamente habían transcurrido 2 minutos y medio del primer período. Después de arrebatarle el balón a los locales, el quarterback Tyler Van Dyke lanzó un pase de touchdown al recibidor Frank Ladson y tomaron ventaja 7-0.
Nueve minutos más tarde el pateador Andy Borregales hizo un gol de campo de 28 yardas y la diferencia se amplió a 10 por 0.
Faltando cinco minutos y medio para terminar la primera mitad los muchachos de Coral Gables volvieron a dar en la diana a través de un pase de 17 yardas de Van Dyke al recibidor Colbie Young para llevar la anotación a 17-0.
En la segunda parte Borregales volvió a conectar otro gol de campo, esta vez de 25 yardas, y los Huracanes anotaban por última vez en lo que parecía ser una victoria fácil ya que la ventaja era de 20-0.
Desafortunadamente Los Guanajos de Virginia Tech tenían otros planes y los papeles se invirtieron. A los 12:10 del cuarto período anotaron a través del aire en un pase de 14 yardas que les dio 7 puntos y la pizarra marcaba 20-7.
La ofensa de Miami dejó de funcionar y concedió que los anfitriones se acercaran a 20-14, gracias a una corrida cuando faltaban 3 minutos y 20 segundos para terminar el encuentro.
Cabe resaltar la actuación de la defensiva miamense, que en este partido llevó la voz cantante permitiéndole a Virginia Tech solamente un total de 257 yardas.
Como testimonio de ese esfuerzo, el jugador de la línea defensiva, Akheem Mesidor fue recompensado como el “Jugador Defensivo de la Semana”. Mesidor lideró a su equipo logrando 8 tackles y atrapando al quarterback 3.5 veces.
También fue premiado el despejador australiano Lou Hedley como el “Jugador Especialista” de la semana.
Los Huracanes tienen una marca de 3 victorias y 3 derrotas.
El próximo sábado a las 12:30 del día reciben en casa a la universidad de Duke.
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