Por José “Chamby” Campos

Cuando se dio la noticia oficial de que Marco Rubio fue nombrado Secretario de Estado por el presidente electo Donald Trump, los cubanos dignos se llenaron de orgullo. Por primera vez en la historia de esta gran nación un cubanoamericano había sido propuesto para una posición tan importante y con tanta resonancia mundial.

Como casi todo hijo de exiliado el deporte jugó un papel importante en su vida. Recordemos que una de las grandes preocupaciones de nuestros padres y madres era el bienestar nuestro. Desafortunadamente ambos tenían que trabajar arduamente y rara vez no tenían dos o tres trabajos para proveer y salir adelante.

En muchas instancias el gran unificador eran las actividades deportivas; estos presentaban la oportunidad de reunir la familia completa en un ambiente sano. 

Miembro de esa segunda generación nacida en este país, Marco nació en un hogar donde sus dos hermanos mayores, Mario Jr. y Barbara vieron la luz por vez primera en Cuba. Su hermana menor Verónica al igual que él son frutos estadounidenses.

En su caso el Senador tuvo un mentor y un promotor en su padre Mario Sr. al tiempo que tenía una persona al cual admiraba como deportista, su hermano mayor. En una entrevista que le hice para el programa “Al Duro Y Sin Careta” me comentó que su hermano fue su modelo a seguir en el Football.

Mario Jr. al igual que muchos jóvenes de su generación tuvo que convencer a su papá que el deporte que a él le gustaba no era el béisbol sino el Football Americano. Su pasión lo llevaba a caminar cuadras y tomar dos ómnibus, en cada dirección, para practicar y participar en ligas infantiles en el renombrado Boys Club de Miami en la 32 avenida.

De allí pasó a formar parte del equipo del legendario equipo de Football de Miami High comenzando como un recibidor, hasta que el dirigente técnico lo vio lanzar un balón y lo convirtió en quarterback, posición prestigiosa en un equipo con mucha tradición.

El mayor de los hermanos Rubio se destacaba mientras que sus logros ocurrían sin que sus padres lo pudieran disfrutar. Todo cambió cuando después de una estupenda actuación fue entrevistado por la prensa y su nombre se dio a conocer. Un compañero de trabajo de su padre se lo mencionó a este y desde ese momento el progenitor siguió de muy cerca su carrera en los terrenos de Football.

De paso sea dicho Mario Jr. es miembro del Salón de La Fama Deportivo de Miami Senior High School.

Cuando le llegó el turno a Marco, la diferencia de edad con su hermano es de 21 años, el camino ya estaba trazado y las circunstancias fueron diferentes. Su papá esta vez simplemente aceptó la decisión de que su vejigo menor continuara jugando Football.

Después que el actual Senador pensara que seguiría los pasos de Mario Jr. en Miami High, sus padres se mudaron al oeste de la ciudad y su carrera comenzó en South Miami High. A diferencia de su mentor quien fue el líder de la ofensiva, su participación en el equipo de Las Cobras fue como miembro de la defensiva destacándose como esquinero. 

El Director Técnico del equipo dijo que “Marco competía con el corazón, un verdadero miembro de equipo”. Con el tiempo estos comentarios se hicieron realidad en el campo de la política.

Cuando se graduó de los estudios secundarios y todavía con los deseos de seguir compitiendo aceptó una beca en una pequeña universidad del estado de Missouri llamada Tarkio College. Al terminar la primera temporada, donde sufrió una lesión que le impidió seguir jugando en adición que la escuela se encontraba en problemas financieros, decidió abandonar el Football para dedicarse de entero a su futura carrera de abogado.

En la actualidad el apellido Rubio continúa participando en el fuerte deporte de la pelota ovalada. Su hijo Anthony es un corredor con el equipo de la universidad de Florida en Gainesville.

Marco Antonio Rubio próximo Secretario de Estado de EE.UU. es otro ejemplo de cómo el deporte es importante en la vida de las personas. En reiteradas ocasiones ha comentado como el Football ha jugado un papel importante en su vida; obligándolo a crear una estricta disciplina y sentido de equipo, cualidades que le han servido en su carrera de sirviente público.

Bendiciones a la familia Rubio.