De Girón a la Crisis de los Cohetes: La segunda derrota

Written by Enrique Ros

11 de febrero de 2025

Kennedy: las armas son defensivas (VII)

Aquel movimiento, que “agrupaba, a pobres y ricos, blancos y negros, profesionales y obreros, maestros y estudiantes, campesinos, hombres de negocios, tenía un sentir plenamente democrático. Amplio. Por eso Castro quiso ahogarlo en sangren”, expone al autor el médico cubano. Infiltrada, la conspiración le costó la vida en pocas horas a más de 500 cubanos que murieron todos frente al paredón. Es ésta una página de oprobio de la que poco se ha escrito.

Surgieron de ella distintas “Causas Criminales”. Una de ellas la número 410 de 1962, la encabezará Francisco Evelio Pérez Menéndez, “Frank”, y en ella complicarán a miembros del “Frente Anticomunista de Liberación” (FAL); Movimiento 30 de Noviembre; Rescate; Movimiento de Recuperación Revolucionaria Cubana; Unidad Revolucionaria y otras.

Serán procesados también en la Causa 410, Ventura Suárez Díaz (Joseíto), Jefe de los delegados ante el Estado Mayor Conjunto del FAL; Sergio Valdés Sánchez, que tendría a su cargo dirigir las operaciones militares; Pedro Manuel Silió Matos (Murillo) que era quien mantenía los contactos con los miembros de las Fuerzas Armadas; Bernabé Coraminas Portuondo; Agustín Pérez Medina; René Arturo López León; José García Bugaranos (El Cadete); Ramón Menéndez Álvarez; Enrique Hedman Sánchez; René Justo López Porcell, Ismael Sosa Padilla; Guillermo Herrera Santa Cruz; Roberto Fernández Aguirre; Agustín Fernández Aguirre y otros. Se les acusa de asaltos a unidades de las fuerzas armadas revolucionarias, alzamientos de grupos armados en distintos puntos de la isla, “tendientes a provocar la destrucción del poder revolucionario”.

En el segundo resultado del sumario aparece que la ejecución de los planes ya trazados “tendría su inicio a las 10 de la noche del pasado día 30 de agosto, mediante un sabotaje que interrumpiría el fluido eléctrico, entrando en acción inmediata el acusado Francisco Evelio Pérez Menéndez que ocupaba la jefatura del Estado Mayor del FAL”.

Pérez Menéndez había partido de la capital, días atrás, para hacerse cargo de las operaciones que se realizarían en aquella provincia el 30 de agosto, quedando Ventura Suárez Díaz al frente de las operaciones de La Habana. El fiscal pedirá pena de muerte por fusilamiento a Pérez Menéndez, Cruz Álvarez Bernal, Suárez Díaz, Valdés Sánchez, Silió Matos y Bernabé Colomina; para el resto de los procesados, treinta años de reclusión.

Meses después, por el mismo delito “contra la integridad y estabilidad de la nación”, complican en la misma Conspiración del 30 de agosto, a más cubanos combatientes. Someten a un consejo de guerra ordinario en la Causa 455 de 1962 a José Miguel Pino Padrón, Alberto Fibla González, Amarante Torres Sánchez, Amado Hernández Suárez, Antonio Cejas Expósito y otros como integrantes del Frente Anticomunista de Liberación (FAL), implicándolos en la Conspiración del 30 de agosto.

El juicio, por supuesto, era un pantomima. Uno de los procesados, que cumplió 25 años de cárcel, recuerda que aquel 20 de abril la vista del juicio se prolongaba ya por más de 15 horas. El Presidente del Tribunal, Pelayo Fernández Rubio, recostado sobre sus brazos cruzados en la larga mesa, se encontraba dormido. Despertó, levantó la cabeza y luego de escuchar unos segundos, dirigiéndose al militar que hablaba le dijo: “Tenga la bondad, compañero fiscal, de ser más breve en su exposición”. El militar, perplejo, le respondió: “Perdone, su señoría, pero no soy el fiscal sino el abogado defensor”. Respuesta: “Está bien, compañero, es lo mismo”. Para los tribunales revolucionarios la misma labor realizaba el fiscal que el abogado defensor de oficio.

TENSIONES CON EL GENERAL LANSDALE

Es Robert Kennedy quien no solo en su nombre sino, principalmente, en el de su hermano pone sobre el Grupo de Trabajo (SGA) y los directores de la Operación Mongoose la mayor presión y les exige un mayor rendimiento, una mayor eficiencia. A principios de octubre Robert Kennedy les informa de las discusiones que ha tenido con el Presidente sobre el tema de Cuba, y lo poco satisfecho que se encuentra J.F.K. por la falta de acción en el campo del sabotaje.

Los recrimina porque nada avanza, y porque un esfuerzo que se intentó ha fallado. Expresa gran preocupación sobre el desarrollo de la situación. Luego de las duras palabras del hermano del Presidente, el Gral. Lansdale revisó las operaciones realizadas señalando que no se ha intentado sabotaje y que “las cosas estaban marchando bien”.

No aparece en el acta de esa reunión cuales “cosas marchaban bien” para el hombre que, a un costo de $50 millones de dólares, había desarrollado el plan que contemplaba -precisamente en este mes de octubre- “una huelga general de los trabajadores cubanos”, “demostraciones de la juventud, los campesinos, la iglesia, de abierto desafío al régimen” que conducirían en este glorioso mes, a “una abierta revuelta del pueblo cubano” y a “la formación de un nuevo gobierno”. Doloroso admitirlo, pero todo lo que aquí aparece entrecomillado está tomado, textualmente, del fantasioso plan que, durante los primeros diez meses de 1962, tan seria consideración mereció de estos altos oficiales.

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