En este libro se narra el increíble comportamiento y manejo de la situación
creada por la militarización soviética de Cuba que culminó con la instalación de los misiles de mediano alcance. El autor señala con el dedo acusador a los hermanos Kennedy y destruye el mito falsamente creado por los apologistas. Ros pone al desnudo ese mito y leyenda, para que se conozca la angustiosa y
sangrante realidad.
Actividades de algunas organizaciones. continúan las pugnas en otras (VI)
EL FRENTE
REVOLUCIONARIO
DEMOCRÁTICO (FRD)
El FRD que en marzo de 1961 había unido al MRP de Ray para constituir el Consejo Revolucionario no se resigna a perecer. Manuel Antonio de Varona, el antiguo Coordinador del Frente, se opone a la reunión convocada para el 25 de julio en Washington por el congresista norteamericano Víctor Anfuso. Considera el Dr. Varona que la conferencia y las instituciones y personas que la han organizado “no representan la voluntad de las organizaciones revolucionarias que han estado representando al pueblo de Cuba y han estado combatiendo a Fidel Castro”. Las declaraciones las emitía a nombre del Frente Revolucionario Democrático. Para algunos era una hábil manera de dejar constancia de la vigencia del FRD al que muchos consideraban disuelto después de la formación del Consejo. Pero la razón era otra.
La idea de constituir un gobierno en el exilio tenía apreciable respaldo en la comunidad cubana. La dificultad estribaba en quién debería encabezar ese gobierno. Carlos Prío Socarrás, un grupo apreciable de jueces y funcionarios del poder judicial y diversas instituciones y personalidades respaldaban la proclamación del Dr. Julio Garcerán, antiguo magistrado del Tribunal Supremo, como Presidente de ese gobierno en el exilio. Tony Varona impetuoso y leal, asume, a nombre del casi inexistente FRD, la actitud agresiva y polémica que no le es apropiada tomar a Miró Cardona. Miró, como presidente de la organización que en el Washington oficial ostenta la representación cubana, debe mantener un tono moderado.
Será ésta, en julio de 1961, la primera de las varias confrontaciones entre estos dos grupos políticos que aspiran a ostentar la representación cubana en el exilio. De un lado estará el Consejo Revolucionario, presidido por Miró Cardona, y las organizaciones que lo integran. En el lado opuesto se encontrará el expresidente Carlos Prío Socarrás, Aureliano Sánchez Arango y la Junta de Liberación que él preside, el Frente Unido de Liberación Nacional y recias personalidades e instituciones. La pugna afectará a muchas organizaciones.
SE DIVIDEN
LOS JUECES
La Asociación de Funcionarios del Poder Judicial, que preside Francisco Alabau Trelles, labora intensamente por la designación de Julio Garcerán a la presidencia de ese distante y poco realizable gobierno en el exilio. En agosto de 1961 se produce una notable escisión en esa organización judicial.
Un grupo de Magistrados, Jueces y Fiscales forman la Judicatura Cubana Democrática con la siguiente directiva: José Morell Romero, Gustavo de Ribeaux Figueras, Fernando Arsenio Roa Uriarte, Clara Luz Martí Nodal, Raúl Delgado Pereda, Gustavo Delgado Bacallao y Ramiro Fernández Morís.
Entre los asociados se encuentran: Emilio Menéndez, M.F., Márquez de la Cerra, A.F. Silio Gutiérrez, Eduardo Le Riverend Brusone, M. Hernández Hernández, A.M. Campos Cárdenas, Luis Espíndola Palacios, Raúl Blanco Laredo, Angel Allende González, Alberto Ayala Morales, Alberto Bages Rojas, Jorge Boza Masvidal, Francisco Calderín Tosté, René Cárdenas Abreus, Adolfo Cuevas Rodríguez, Gustavo Delgado Bacallao, Octavio Delgado Pereda, Raúl Delgado Pereda, Tomás Diego Robbio, Agustín Elizondo Serize, Francisco Fernández Espinosa.
También integran la nueva organización, Ramiro Fernández Moris, Juan A. García Hernández, Hiram García Rodríguez, María D. Herrera Herrera, Néstor Hoed De Beche, Guillermo Jorge Ramírez, Hortensia Labourdette, Clara L. Martí Nodal, Manuel Navas Aguilar, Tomás Oria Ramos, René Pérez Amargos, Inés Puig Sánchez, Zenaida Reyes Reyes, Gustavo de Ribeaux Figueras, Leoncio Rodríguez Esquivel, José M. Rodríguez Fernández, Mario Ruiz Herrera, Susana Sánchez Grey, Ricardo Sardinas Menéndez, Mario J. Torres Pérez, R. Ravelo Fiol, Olga Valdés Acosta, Miguel Falber Morejón, Angel Segura Bustamante, Jorge Guerra Romero y Elio Nardo Báez.
Junto a Frank Alabau Trelles, que mantiene una posición muy distante del Consejo Revolucionario, permanecen los siguientes miembros del poder judicial: José Portuondo de Castro, Rafael Herrera Téllez y Cayetano Socarrás S. Martín, Vice-presidentes. Elio Álvarez López, Secretario General y Ramón Moliné López, Vicesecretario. Enrique de Lámar Maza, Tesorero y Juan Calvo González, Vice. Roberto Herrera Rodríguez, Secretario Propaganda y Argentina Tejera Fraga, Vice. Dr. Rafael Blanco Martínez, Secretario Organización, y Mario Martínez, Vice.
Las dos organizaciones de jueces, magistrados y funcionarios de la judicatura cubana se distancian la una de la otra, pero sus integrantes continúan realizando esfuerzos para denunciar al régimen opresivo de Castro y recabar el apoyo de los miembros del poder judicial, los sectores profesionales y los gobiernos del continente.
Frank Alabau, que preside la Asociación de Funcionarios del Poder Judicial, recorre distintos países. La misma labor realizan, entre otros, José Morell-Romero y Gustavo Ribaux de Judicatura Cubana. Éstos últimos propician una reunión de los presidentes de la América Central con John F. Kennedy. Conferencia que se celebra en San José, Costa Rica, pero que, a pesar de las objeciones de Morell-Romero no incluye, en la agenda oficial, el tema de Cuba.
Mientras se realizan estas actividades, Cuba se va convirtiendo en un arsenal. Llegan a la isla armas soviéticas de todo tipo. Altos funcionarios norteamericanos pretenderán por meses cerrar sus ojos a esa evidencia.
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