En este libro se narra el increíble comportamiento y manejo de la situación
creada por la militarización soviética de Cuba que culminó con la instalación de los misiles de mediano alcance. El autor señala con el dedo acusador a los hermanos Kennedy y destruye el mito falsamente creado por los apologistas. Ros pone al desnudo ese mito y leyenda, para que se conozca la angustiosa y
sangrante realidad.
Las organizaciones revolucionarias (XV)
Se encuentran en Miami, en aquel momento los tres primeros Coordinadores Nacionales del Movimiento en Cuba: Enrique Ros, José Fernández Badué y Alberto Junco. Fernández Badué (Lucas) ostenta en el Consejo Revolucionario la representación del MDC reconocido por aquel organismo. Alberto Junco, recién llegado de la isla, trae documentación que lo acredita como el representante en el exilio del Movimiento Clandestino de la organización.
Junco había estado envuelto en una conspiración para liquidar físicamente al dictador cubano. Habían complicado, con poco o ningún fundamento, a personas que entre sí no estaban asociadas para realizar tal hecho. Fueron detenidos, en distintas ciudades y por diversas causas como antes hemos expuesto: en Oriente, Luis Torroella, José Rosabal, Humberto Rosdi y Lázaro Price de León; en Las Villas, Angel González, Segundo Borges y otros; en La Habana, José Pujáis Mederos, Alfredo Izaguirre Rivas, Octavio Barroso, Emilio Adolfo Rivero Caro y otros. Iniciaron los órganos de represión más de tres causas y las entremezclaron arbitrariamente. Nos referiremos a ellas más adelante. Complicado Alberto Junco en el informe que está elaborando el Ministerio del Interior, se ve obligado a abandonar la isla.
Para noviembre de 1961 la presidencia del Movimiento la ocupaba Laureano Batista Falla, cuya designación retrajo a distintos dirigentes y produjo la renuncia del Ejecutivo de la Juventud.
Ese era el cuadro de esta organización cuando comienza el juicio a los brigadistas y las negociaciones para su liberación.
Dentro de las filas de la Juventud Comunista, que por años estuvo anquilosada, también se producen cambios. Flavio Bravo, el estudiante eterno, deja en manos de Ramón Calcines la presidencia de la Juventud Comunista, para pasar al Ejecutivo Nacional del Partido. Ramón, hermano menor de Faustino Calcines, tres años antes encabezó la delegación que había visitado la Unión Soviética en el Festival Mundial de la Juventud. Cedía, ahora, la presidencia de la Juventud Comunista al Comandante Joel Iglesias. En agosto, lamentablemente para él, se encontrará con Manolo Salvat. Nos referiremos al incidente en próximas páginas.
AUMENTA EN CUBA LA LUCHA Y LA REPRESIÓN
Armando Escoto Aloy, Ramón Díaz Calderín y Pedro Valdés Montero se encontraban en la finca “El Rubí”, en Cabaña, Pinar del Río, el 4 de marzo de 1961, esperando al pequeño avión que les llevaría las armas para el grupo que con ellos ya estaban alzados. Antes de que el avión arribara fueron cercados por soldados y milicianos que detuvieron a los 3 combatientes.
Días después fueron fusilados. Habían sido delatados por un hombre en quien, desde muy joven, Escoto confiaba y consideraba su amigo: Rubén Torres Torres (El Gaucho).
A 9 años de prisión, en la misma causa, fueron condenados Julia Martínez Pérez; Rufino Valdés; Jesús Martínez; Leonardo Avila y otros. El tribunal revolucionario estuvo integrado por: Enrique Montes de Oca, presidente; sargento Dionisio Jorge Portilla, secretario; vocales: teniente Arsenio Bringas; Verónica Pérez, Pastor Valenti y Fidel García. Fiscal: Abelardo Aveledo.
También en la provincia pinareña se encuentran alzados Bernardo Corrales, capitán del Ejército Rebelde, que opera en el área de San Cristóbal. Fue fundador del Movimiento Demócrata Martiano (MDM), cuyo Coordinador Nacional era Ramón González, padre del combatiente Raúl González Jerez. Había operado bajo la jefatura de Víctor Paneque en la Cordillera de los Órganos. Capitanea un grupo numeroso. Corrales es herido en combate y apresado; sometido a juicio dos meses después es fusilado el 15 de septiembre junto con Rene Suárez. En la causa serán condenados a 30 años de prisión Herminio Gómez Suárez, Félix Cabrera Águila y Remigio Rodríguez Pérez.
Por Artemisa está operando Ismael García Díaz (Titi), atacando primero al cuartel de milicias de Guayajabo, y luego otras instalaciones y vehículos militares. En una confrontación con el ejército es herido el 29 de agosto junto con Adolfo Echevarría, condenándosele a la pena capital a él y a Israel Sánchez Suárez.
En San Cristóbal es apresado otro grupo de cubanos. Se acusa a Ernesto Pérez Morales de ser “contrarrevolucionario y agente de la CIA”. Muere frente al paredón el 30 de septiembre. Quince personas son condenados a 20 años y otras a 10 años de prisión.
En la zona de Viñales, también en la provincia occidental opera un nutrido grupo, Norberto Belauzarán, César Más, Claro Pérez Martínez, Mario Morfi Bravo y cerca de 30 personas más son apresados el 26 de octubre, y sancionados por el Tribunal Revolucionario de Pinar del Río.
Una de las más limpias figuras de la lucha contra el régimen comunista, Jorge Fundora muere ante el paredón el 14 de octubre.
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