María C. Rodríguez
NAZIS vs “PANADEROS” EN EL JUEGO DE LA MUERTE
Era el 9 de agosto de 1942, pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial. Fue en este marco en que se produjo uno de los eventos deportivos más curiosos y que pasó a las páginas de la historia como “el juego o partido de la muerte”.
PRECEDENTES
En el año 1942, el propietario de una panadería e hincha del Dinamo de Kiev, Iosif Kordik, reconoció el rostro de un hombre que buscaba trabajo en su establecimiento, el del antiguo futbolista portero del Dinamo, Mykola Trusevych. Tras ofrecerle un empleo en su negocio además de un lugar donde vivir alejado de la indigencia, el portero y el panadero iniciaron un bonito proyecto que consistió en reunir a los supervivientes del equipo, llegando a localizar a 7 compañeros más del Dinamo: Makar Goncharenko, Mikhail Svyridovskiy, Nikolai Korotkykh, Oleksiy Klimenko, Fedir Tyutchev, Mikhail Putistin y Ivan Kuzmenko.
Estos antiguos compañeros de equipo, junto a tres jugadores de su viejo rival (Vladimir Balakin, Vasil Sukharev y Mikhail Mielnizhuk), el Lokomotiv, formaron el F.C. Start, que a partir del 21 de junio de 1942 comenzó a jugar partidos contra escuadras formadas por soldados del Ejército Nazi, tanto alemanes, como húngaros y rumanos. Su primer rival como local fue el Rukh, al que golearon con un resultado de 7-2, pese a estar hambrientos y pésimamente equipados.
El F.C. Start se mantenía invicto tras jugar 5 partidos más, hasta que el 6 de agosto se enfrentaron al Flakelf, un conjunto formado por militares de élite y pilotos de la Luftwaffe, creado para enfrentarse al cada vez más popular Start. En este primer encuentro futbolístico, “los panaderos” se impusieron por un contundente 5-1 a los soldados alemanes.
EL ÚLTIMO PARTIDO
Las autoridades alemanas y de la Gestapo que asistieron al partido calificaron de indigna aquella contundente derrota, por lo que planificaron una revancha para el 9 de agosto, y esta vez se celebraría en el Zenit Stadium de Kiev, renombrado posteriormente como Start Stadium.
Se cuenta que instantes antes del partido, un comandante de las SS bajó al vestuario del Start con dos premisas muy claras, que hicieran el saludo nazi al saltar al campo y que ofrecieran al público un espectáculo digno, pero tenían que perder. Según la leyenda, los jugadores del F.C. Start, se negaron a saludar a las autoridades alemanas una vez en el campo y comenzaron a jugar lo que posteriormente se conocería como “el partido de la muerte”.
En este punto es donde entra súbitamente en juego la propaganda y la versión real de los hechos se diluye entre la leyenda, ya que, según las versiones más míticas, los jugadores alemanes del Flakelf llevaron a cabo un juego duro y sucio en todo momento, que no fue castigado por el árbitro ya que este era un oficial de las Waffen-SS. Pese a todas estas adversidades, el F.C. Start se fue al descanso ganando 2-1, siendo de nuevo visitados por otro oficial alemán instándoles a que se dejasen vencer o pagarían muy caras las consecuencias. Sin embargo, el partido concluyó con un 5-3 favorable a los ucranianos, recordándose una memorable jugada de Oleksiy Klimenko, que con el resultado a su favor, regateó a la defensa y al portero del Flakelf y en vez de chutar a puerta, dio media vuelta y lanzó el balón al centro del terreno de juego.
Lo cierto es que, tras este último partido, los jugadores del F.C. Start fueron detenidos por la Gestapo para interrogarles debido a que sospechaban que algunos de ellos pertenecían al NKVD. En este primer interrogatorio, Nikolai Korotkich murió como consecuencia de las torturas que le practicaron, ya que descubrieron que era miembro del Partido Comunista.
Debido a que carecían de pruebas contra el resto de los jugadores, fueron enviados al campo de prisioneros de Syrets, en el que cuatro jugadores más (Ivan Kuzmenko, Oleksey Klimenko, Mihael Keehl y Mykola Trusevich) fueron ejecutados en febrero de 1943.
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